De Jefe de la Mafia a Héroe

Capítulo 4

Prueba de Batalla.

Tsuna estaba viendo por la ventana, sin prestar mucha atención a la clase, pues estaba pensando en el sueño que tuvo la noche anterior. Todo había pasado como en sus sueños anteriores, con la excepción de que al final pasó algo inusual, aquel hombre de su primer sueño apareció de nuevo, pero esta vez hubo una diferencia.

Flashback.

Tsuna estaba en el cuarto negro de siempre, se encontraba sentado en lo que ahora sabía era una cama, leyendo un libro, después de unos minutos leyendo cerró el libro y suspiró.

—Ha pasado tanto tiempo desde mi primer sueño y sigo sin saber casi nada de mi vida pasada...—Se preguntó viendo la foto de su primer sueño, ahora la foto podía verse con claridad, estaba con un chico de pelo plateado y ojos azules, el chico era un poco más alto que él y parecía un poco enojado con el otro chico de la foto, un chico de pelo negro, bastante más alto que ambos, aunque no parecía muy molesto por la actitud del otro, al contrario, estaba sonriendo—Gokudera-kun, Yamamoto...—Murmuró viendo la foto, después de tanto tiempo por fin había podido ver las caras de algunos de sus antiguos amigos—

La intuición de Tsuna le decía que levantase la cabeza, no entendía por qué, pero sentía que era importante, así que lo hizo. Al levantar la cabeza vió al hombre de su primer sueño, aunque a diferencia del primer sueño ahora podía verlo con claridad.

—Decimo—Habló el hombre desconocido—

Tsuna no dijo nada, antes no podía verlo bien así que nunca notó su apariencia, pero ahora que podía verlo bien notó que era muy similar a él, solo que él era rubio y no castaño.

Se le quedó viendo por un tiempo, el hombre hizo lo mismo. Después de unos segundos abrió la boca para hablar, pero Tsuna fue más rápido que él.

—¿Acaso eres... mi Otō-san?—Preguntó confundido—

La pregunta dejó perplejo al rubio, quien no supo que decir. Después de unos segundos el hombre empezó a reírse.

Tsuna se sonrojó, notando que estaba equivocado.

—¡Es que se parece tanto a mí que pensé que era mi Otō-san! ¡Perdón!—

El hombre siguió riendo, lo que solo hizo que Tsuna se sonrojase más.

—Bueno, suficiente risa—Dijo el hombre ahora sonriendo—Respondiendo tu pregunta, no, soy tu tatara tatara tatara, y muchos más tataras, abuelo—Aclaró—

—Ah, ya veo...—Dijo Tsuna aún algo confundido—Pero, ¿por qué me parezco tanto a usted?—Preguntó algo confundido, puesto que dudaba que fuese normal parecerse tanto a un abuelo que vivió hace décadas, o incluso siglos—

—Bueno, es algo difícil de explicar ahora mismo, pero para hacerlo más sencillo, tú eres mi reencarnación—Explicó—

—¿Reencarnación?—Cuestionó, aunque su «Sentido arácnido» le decía que era verdad—

—Efectivamente, no solo tú, los dos chicos de la foto—Dijo apuntando a la foto—Son las reencarnaciones de dos amigos míos—Explicó mientras mostraba una imagen de sus dos amigos—

—Sí se parecen...—Dijo Tsuna comparando la imagen con su foto—

—No tengo mucho tiempo para explicarte todo ahora, además de que me ordenó dejarte descubrir las cosas por ti mismo—