high up

FAREWELL

Prompt: Farewell

Pareja: Ruben Dias & John Stones

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Rubén y John, habían sido compañeros de equipo en Manchester durante varios años. Su amistad se había convertido en algo más, una hermosa historia de amor que floreció en los campos de fútbol y fuera de ellos. Ambos eran defensas destacados y habían jugado un papel clave en la reciente victoria de su equipo en la Champions League.

La ciudad de Manchester estaba en ebullición tras la gran victoria. Los aficionados celebraban en las calles y los jugadores eran aclamados como héroes. Sin embargo, en medio de la euforia, Rubén y John sabían que se avecinaban desafíos aún mayores. Ambos habían sido convocados para representar a sus selecciones nacionales en la próxima fecha FIFA, que incluía la clasificación para la Eurocopa.

Una tarde soleada, Rubén y John se sentaron en un café de Manchester, disfrutando de un merecido descanso después de una intensa temporada. Habían estado evitando hablar sobre la inminente separación, pero sabían que no podían posponerlo más.

"Maldición, John", dijo Rubén con un suspiro. "No puedo creer que tengamos que separarnos justo después de ganar la Champions".

John asintió con tristeza. "Lo sé, me duele pensar en estar lejos de ti durante tanto tiempo. Nuestra relación es importante para mí, y no quiero que se debilite debido a la distancia".

Rubén le cogió la mano y le dedicó una sonrisa cálida. "No te preocupes, John. Lo que tenemos es especial y resistirá cualquier obstáculo. Pero, ¿Qué te parece si encontramos una forma de mantenernos conectados mientras estamos lejos?".

John levantó una ceja, intrigado. "¿A qué te refieres?".

Rubén sacó su teléfono y comenzó a explorar las opciones. "Podríamos establecer una rutina diaria de llamadas de video. Así, podremos vernos y hablar como si estuviéramos juntos".

John asintió, comenzando a ver la posibilidad. "Eso suena bien. Podríamos establecer un horario fijo y asegurarnos de compartir lo diario. Además, también podemos animarnos mutuamente en cada partido que juguemos".

Rubén sonrió, aliviado de que John estuviera dispuesto a encontrar soluciones. "Exactamente. Y cuando sea posible, podríamos planificar visitas. Quizás puedas venir a Portugal o yo puedo volver acá".

John rio suavemente. "Eso suena tentador. Sería genial explorar tu país y conocer a tu familia".

Rubén asintió con entusiasmo. "Mis padres estarían encantados de conocerte. Y cuando vuelva a Manchester, podemos disfrutar de la ciudad juntos".

A medida que avanzaba la conversación, Rubén y John fueron delineando su plan para mantener su relación viva durante la separación. Ambos estaban decididos a enfrentar este desafío con fortaleza y determinación.

Llegó el día de la partida. En el aeropuerto, Rubén y John se abrazaron con fuerza. Sus ojos se encontraron, transmitiéndose una confianza mutua en que su relación sobreviviría a la distancia. Pensarían que eran exagerados, pero no pasan tanto tiempo separados, llevaban de novios casi 1 año y aparte del mundial (que tuvieron la fortuna de pasar tiempo juntos con cuidado) no habían estado separados tanto tiempo.

Durante las próximas semanas, Rubén y John cumplieron su promesa de mantenerse conectados. Establecieron un horario fijo para sus llamadas de video y se enviaron mensajes constantemente. Compartieron risas, historias y palabras de aliento, recordándose mutuamente que estaban unidos por algo más que el fútbol.

Ambos continuaron demostrando su valía en el campo, defendiendo los colores de sus selecciones nacionales con pasión y orgullo. Cada vez que jugaban, sabían que el otro estaba apoyándolos desde la distancia. Sus éxitos se volvieron los éxitos del otro, y cada gol y victoria se celebraba como un triunfo compartido.

En medio de la competencia, Rubén y John encontraron tiempo para visitarse en persona. Cuando Portugal jugo en Inglaterra, aprovecharon la oportunidad para pasar tiempo juntos. Esos momentos se volvieron aún más especiales, llenos de amor y complicidad.

A medida que se acercaba la final de fecha Fifa, Rubén y John se sentían más fuertes que nunca. Habían demostrado que el amor podía superar la distancia y los compromisos deportivos. Sabían que, sin importar el resultado de los partidos, siempre tendrían el apoyo y la admiración del otro.