Capítulo 2

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A la mañana siguiente Jimin despertó debido a un peculiar ruido, uno que conocía bien. Abrió lentamente, parpadeo un par de veces antes de poder enfocar, cuando lo hizo, lo primero que observo fue a su pequeña cubriendo su boca con sus manitas. Sonrió débilmente antes de incorporarse e intentar estirarse, sintiendo un dolor en su espalda baja, y ese dolor se lo atribuyo a que había dormida una silla para nada cómoda cerca de la cama de MiSuk.

Miro que su hija no estaba sola. Sana estaba sentada en otra silla en el otro extremo de la cama de la menor. Jimin pudo ver que la castaña lucía fresca, igual que una rosa, estaba usando un vestido rosa de flores y una camisa blanca debajo.

"Lo siento, no queríamos despertarte" Se disculpo Sana con suavidad mientras le daba aquella marioneta a MiSuk con la que estaban jugando.

La castaña se levantó de su lugar y camino hasta un banco donde estaban las cosas de Jimin. Por parte del Alfa, este beso la cabeza de su hija dándole los buenos días. Cuando Sana volvió le tedio el celular al pelinegro.

"Tu celular no ha parado de sonar desde anoche" Informo con una ladina sonrisa, Sana pensaba que tal vez se trataba de algún Omega en la vida de Jimin, el cuál seguramente estaba preocupado por él por no aparecer.

Pero no podría estar más que equivocada. Por qué cuando el Alfa vio todos los mensajes de ayer solo soltó un suspiro agotador. Después siguió leyendo, dándose cuenta que había más de 20 mensajes de su secretario. Quien solicitaba con urgencia su presencia en la oficina debido a una visita que él conocía bastante bien.

Su expresión hizo que tanto Sana como MiSuk se miraran con el ceño fruncido. Ambas curiosas de saber que había ocasionado que el ánimo de Jimin cayera de golpe.

"Pequeña..." Miro a su hija, no quería dejarla sola, su lobo se lo estaba pidiendo, pero debía solucionar esto.

MiSuk suspiro. Jugo con su marioneta nerviosa y miro a su papá con ojitos de cachorro.

"¿Es necesario que vayas?" Preguntó mientras agregaba un puchero a su suplica silenciosa.

"Si mi princesa," La suavidad con la que Jimin le hablaba a su hija era como si no quisiera romper un objeto de cristal. "Pero te compraré helado, ¿de acuerdo?" Agrego con una tenue sonrisa, necesitaba irse, pero no quería que su hija estuviera triste.

Al ya presentarse como Omega, MiSuk podía percibir y adjudicarse emociones ajenas, no quería que ella sintiera eso de su parte. Jimin quería ser un refugio para su hija, no la principal causa de algún miedo.

Por suerte la menor sonrió feliz y asintió frenética.

"De fresa, papi"

"De fresa será" Sonrió mientras caminaba por su saco.

Sana, quien había permanecido en silencio disfrutando la escena de padre e hija, se acercó al Alfa para ayudarle a colocarse su saco, acodarse su corbata y verme algo más presentable.

"El doctor vino y me informo que posiblemente daban de alta a MiSuk esta tarde" Anunció Sana mientras miraba de reojo a la menor.

"Gracias, mantenme al tanto, por favor" Pidió Jimin mirando a Sana.

"Claro... Suerte"

El Alfa le sonrió a la Beta. Después fue a la cama donde MiSuk veía la escena. Jimin le dio un beso en la frente prometiéndole verla más tarde con el helado que le había prometido.

"Te amo mucho, papi"

"Yo también te amo, princesa"

Cuando el Alfa salió de la habitación de la menor, camino hasta tomar el elevador que lo llevo hasta el estacionamiento, donde subió a su coche dejando su portafolio en el asiento del copiloto. Arranco sintiendo un nudo en su estómago, hacía años que no tenía contacto con ellas.

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⏰ Última actualización: Sep 21 ⏰

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