Nota 1

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Cada mañana de clases, un jovencito cruzaba la calle para ir a una casa abandonada que estaba casi en ruinas, siempre llevaba consigo algo de semillas y una botella de agua, después de algunos minutos salía del lugar con una amplia sonrisa, que era reconocida en cualquier parte a la que iba. Si bien la mayoría con los que convivía le etiquetaban como un muchacho excéntrico no pensaban nada malo de él, al contrario, era popular por su gracia ante el fracaso y su optimismo. Todos querían hacer equipo con él para los proyectos complicados, no es que fuera el único chico brillante en la institución, pero era el más accesible y agradable, aunque perfeccionista, jamás permitía que otros se sintiesen inútiles, al contrario, siempre pensaba en como asignarles una labor apropiada. El único problema quizá era el hecho de que siempre que algún club le buscaba este les rechazaba, más por una cuestión de comodidad que de ego, después de todo el pensaba crear algo que fuese digno de ayudar a la humanidad.

-Tan soñador como de quien llevas el nombre, ¿Entiendes que un buen promedio no es lo único que les interesa a las grandes universidades, cierto? Necesitas destacar de otra manera... ni siquiera tienes un lugar apropiado para estos..." inventos" tuyos.

-No importa si es la mejor o la más cara, la ciencia nació en los lugares menos esperados, además no me concentro tan bien cerca de todos los demás, empiezan a hacer preguntas y no puedo invertir mi tiempo en responder cada una de ellas. -

-Puff, como sea, que no se diga que no intente que te unieras al club de ciencia, soy el presidente, no el director. Te vere después, Nikola, espero que tu laboratorio de garage sea cómodo. -

- ¡Adiós Tommy!- Despidió con un ligero movimiento de mano al otro chico y siguió armando algo que aún no tenía forma, él ya la había visualizado y tenía sus notas listas, el material llegaría poco a poco, después de todo, la basura de unos era el avance para otros.

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-Sube, me queda de paso-

Aquel joven varón de cabellera casi plateada miraba desde la puerta de su auto al otro muchacho que estaba en la banqueta esperando el autobús.

-No... no es necesario...quizá me vaya a pie. -

-Sabes que no llegaras a tiempo, ¿tienes tu almuerzo? No has dormido nada, ¿verdad? Te dije que puedes venir a mi apartamento para descansar. - Soltó un hondo suspiro y le indico con la cabeza que entrara al vehículo. - Tu padre no ha estado toda la semana...lo sé por qué no está su auto. No me hagas repetirlo. -

El más joven seguía de pie al lado del auto intentando mantenerse firme, pero termino por acceder ante la mirada insistente del mayor y subió del lado de copiloto, se colocó el cinturón y luego se aferró a su mochila. -No deberías molestarte conmigo. -

El mayor comenzó a conducir y soltó una risilla, luego le dio una mirada de reojo, aunque era su vecino había logrado hacer una amistad con él, recordó como de niños siempre que lo veía jugar solo en el jardín se asomaba desde su ventana para charlar un rato, era un par de años de mayor que el pelinegro, pero eso no impedía que lograran llevarse bastante bien, a comparación de sus hermanos que solían menospreciarlo por su personalidad introvertida, no es que fuese desagradable pero su padre no hacía más que ignorarlo mientras trabajaba o hacia algo que nadie sabía con exactitud, por lo que el chico estaba descuidado la mayor parte del tiempo.

-Hades... ¿Por qué si ya ni siquiera vives aquí sigues viniendo a verme? Ya puedo cuidarme solo.

-Lo sé, pero desde lo de hace aquella vez parece que estas, ya sabes, dejándote ir ¿cuándo vas a entender que...? -

-No hablemos de eso, por favor. -se abrazó aún más a su mochila y desvió el rostro a la ventana. -

Hades suspiro hondamente y en silencio acepto que no podía hacer nada más en ese momento por su amigo.

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-La feria de ciencias será muy interesante este año, jóvenes, así que por favor exíjanse un poco más, si están en algún club trabajen con ellos y si no... -El profesor miro al joven de cabellera semi risada que parecía tomar notas de algo ajeno a su clase. - Consigan un compañero o equipo independiente. Guarden su soberbia para otro día si quieren progresar. - le entrego las hojas con información a varios de ellos y abrió la puerta para dejarlos ir.

- Nikola... sé que no te unirás al club, pero, ¿podrías al menos ayudarnos en la feria? – Thomas nuevamente se acercaba a su compañero esperando tener por primera vez una respuesta positiva a sus invitaciones.

-Mmm... no lo sé, estoy pensando en no participar, quiero terminar mi nuevo invento y...-

-No seas tonto, la feria es para que puedas mejorar tu currículo, deja de soñar y pon los pies en la tierra...sabes que, olvídalo, no sé por qué te aferras a algo que seguro a nadie la importara. -

El castaño no hizo más que encogerse de hombros, estaba por volver a casa, pero recordó que debía recolectar algunos gusanos así que pasaría al laboratorio de biología, creyendo que estaría la gente de siempre abrió dispuesto a preguntar, pero no había nadie, incluso estaba casi oscuro, se adentró curioso y un olor llamo su atención, se acercó a una de las mesas y vio algo inusual, era un conejo abierto de par en par sobre una charola.

-¿Qué haces aquí? – Una voz hizo un ligero eco en el lugar, se giró para ver a quien pertenecía y se topó con alguien de aspecto sombrío.

-Hola, soy Nikola y vine por algunos gusanos para mis palomas... ¿Estás trabajando en algo? Creí que nadie hacia disecciones desde la huelga de veganos.-

-No es asunto de nadie, es solo mío. ¿Vas a acusarme? -llego a la misma mesa y dejo sus instrumentos a un lado con cierto aire de amenaza. 

-Para nada. Nunca interrumpiría el camino de la investigación. Por eso trabajo en mi propio lugar. ¿Qué es lo que quieres saber que no se sepa ya de los conejos? -

El pelinegro tomo un bisturí y comenzó a remover la piel lentamente. - No es para saber de ellos... es para saber de nosotros... donde está la vida, como es más rápido dejarla, cuanto tiempo hay desde el dolor inicial hasta el último suspiro... -

Nikola se acercó para ver mejor su labor, ahora estaba intrigado, creía ser el único investigador solitario, pero allí estaba ese otro joven. En algún momento el olor de la carne fresca del animal parecía ser más fuerte según se le iba diseccionando hasta que tuvo una revelación, sus ojos siempre brillaban más en los momentos así.

-Puedes venir a mi laboratorio, hare un espacio para ti si quieres seguir investigando sobre la vida. La biología y la tecnología son similares ¿cierto? Necesitamos más pensadores libres y en este lugar terminaran descubriéndote. ¿Qué dices? -

- ¿Qué? ¿Por qué querría pasar el tiempo allí? – Por un momento lo dudo, aunque era verdad, terminaría siendo descubierto y se metería en problemas, no le importaba del todo, pero seguro Hades se enteraría y se preocuparía aún más.

-Dime como llegar y ... Mas te vale no digas a nadie lo que viste hoy aquí. –

-¡Bien! Entonces te vere allí. -escribió en una pequeña hoja la dirección y algunas referencias que luego entrego al otro estudiante. -Ahora que lo pienso ¿cuál es tu nombre?, no suelo recordar nombres jajaja. -

-Solo llámame Beel, no es que vayamos a ser amigos. -

Lighting LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora