Nota 14

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Simo había ido a comprar un nuevo juego, pero debido a que se había agotado en la tienda más cercana decidió ir un poco más lejos. Una vez salió de la tienda vio al joven japonés, Kojiro, quien inmediatamente le reconoció -Muerte blanca. ¿También viniste por el nuevo juego de War and Duty? – El más bajito acomodo su cubrebocas y asintió. -Si, supongo que tú también. - El joven asiático le mostró su copia. - ¿Que tal una partida amistosa? -

Estaban jugando en una de las mesas de los comedores, algunos curiosos se acercaron a ver, pues ambos parecían muy concentrados, Simo había logrado ubicar a su rival pero justo cuando estaba por hacer una de sus jugadas este le llegó de frente y le derroto -¿Pero cómo?- Kojiro suspiro y se relajó por fin. -Cuando te vi en el torneo de tu escuela. Aprendo de mis derrotas y la observación, y créeme, mejoraste incluso después de eso. -

Simo le miro con cierta admiración. -Fue divertido, juguemos en un verdadero torneo. Puedes unirte a mi equipo, Okita y tu seguro se llevarán bien. -

Después de decir aquello, Kojiro palmeo el hombro del chico.

-Me gusta la idea. - respondió el menor mientras guardaba su consola que seguía en la peculiar funda que el joven inventor le había dado.

Ambos se levantaron para caminar a la salida mientras charlaban de cosas más triviales, pasaron por una tienda donde al parecer había una sesión de fotos, el chico de sudadera reconoció a uno de los que posaba y trato de pasar rápido, pero Kojiro le señalo a uno de los miembros - Ese chico de allí, lo he visto en mi universidad, todo un personaje. Así que ¿es modelo? -

Apolo era fotogénico de muchas formas y su porte sin duda encantaba a hombres y mujeres, pero justo cuando estaba tomando un descanso vio a ambos y se acercó con su aire galante - Simo, que bien te vez hoy, ¿quién es el? Siento que alguna vez le vi.- Simo tuvo una loca idea y tomo de la mano al mayor esperando le siguiese el juego, este no pudo reaccionar por aquel agarre pero tampoco quería parecer grosero. -Es mi nuevo compañero, salimos desde hace unos días. Fue bueno verte, pero debemos seguir con nuestra cita. - El más bajito observo con ternura a su acompañante al ver que no le rechazaba y se encamino nuevamente con él a la salida del centro comercial.

Apolo los vio alejarse y jugo un poco con su cabello reprimiendo sus celos. Ese tipo no era tan atractivo a su parecer y sin embargo el pequeño chico abrigado lo estaba eligiendo.

Kojiro siguió al otro hasta que este le soltó. -Se que soy un perdedor de la élite, pero... No me gusta meterme en juegos como éstos. Si querías molestarlo solo recházalo. -

Simo le dedicó un gesto de vergüenza. -Lo siento... pero siempre caigo en sus palabras... Perdona si te moleste, no volverá a pasar. - El japonés le palmeo la cabeza de forma amigable. -Únete a mi servidor, puedes hablar de lo que sea cuando estés allí. - ambos anotaron el número telefónico del otro, caminaron a la estación del subterráneo y tomaron rutas diferentes, una vez que Simo estuvo en casa pensó que debía hacer exactamente con sus sentimientos por Apolo, pues aún eran ambiguos.

Jack y Hércules habían salido por primera vez solos, aunque ya lo había presentado a sus amigos después de año nuevo, y debido a que pertenecían a instituciones diferentes no coincidían durante la semana, así que se frecuentaban cada sábado para tener un picnic o estar en casa mirando películas y comiendo postres caseros. Incluso había momentos en que Hércules le ayudaba con su pequeño negoció. Jack insistía en pagarle, pero él se negaba, pues para este no había mejor compensación que ver bien al chico de ojos bicolor.

-Me gusta este lugar, es fresco y la sombra del árbol es perfecta a esta hora del día. -

El pelirrojo estaba recostado sobre la manta que cubría el césped, miraba el cielo con tranquilidad, luego indico al otro le hiciese compañía y este accedió inmediatamente colocándose boca arriba. Por un momento solo miraron en silencio el paso lento de las nubes hasta que la firme mano de su nuevo amigo tomo la suya -Esta es una gran cita, sencilla y relajante...pero si un día quieres podemos ir a un lugar lujoso. - Jack no pudo evitar sonrojarse ante tal aseveración, por lo visto él y Hércules estaban empezando un nuevo tipo de relación, y le gustaba la idea de ser querido con todo y su excéntrica personalidad. -Entonces, pensaré en un lugar que valga la pena... Pero debes presentarte con la tía Anne como es debido. - El más alto abrió los ojos aún más -Cierto, como todo hombre debo tomar mi responsabilidad. - El albino soltó una leve risa y cerró los ojos para sentir la calma que ese muchacho le brindaba.

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⏰ Última actualización: Feb 29 ⏰

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