El día de Navidad Nikola y su familia estaban más que listos para la cena, sin embargo, la abuela estaba distante de su nieto, a quien hablaba a cortante y sin tacto. La hermana decidió hacer una especie de escudo ofreciéndose a tareas que incluso podían ser duras para ella, la intención era que tanto su hermano como la matriarca interactuaran lo menos posible. Justo cuando ella y su hermano preparaban los regalos su abuelo entro a la sala con sus cajas. -Santa llegó otra vez...Hey ¿por qué las caras largas? - La chica ahora miraba a Nikola que seguía forzando una sonrisa mientras tomaba los presentes del otro varón y los acomodaba, la mayor por fin contesto. -Lo que hace la abuela lo lastima... Debería estar contenta por él. Por qué le confío sus sentimientos ¡ella fue la que insistió en saber! - El adulto soltó un suspiro y se acercó a calmar a su nieta con un suave abrazo. -Hablare con ella. Por ahora traten de disfrutar este día. -
El castaño notaba la aflicción de sus familiares, y no estaba ayudando el fingir que no le importaba lo que hacía la abuela. Se levantó a paso firme y fue a la cocina donde su padre y madre ayudaban con lo último de la cena, abrió la puerta de golpe y con su típico aire confiado se quedó allí. -Me gusta mi amigo Beel... Voy a salir con él y quiero que lo conozcan- Los dos progenitores se paralizaron al escucharlo, se miraron mutuamente, tartamudearon, balbucearon algo y murmuraban entre ellos, pero el padre por fin se dirigió a su vástago. – Bueno, si quieres eso hijo, está bien, pero no creo que sea buen momento ahora...Por qué...-
-Cenemos sin hablar de ello... Por favor- intervino la abuela repentinamente. - No te comprendo muchacho. Pero supongo que los viejos no podemos hacerlo tan fácil. Fui dura, y algo desagradable... Lo siento. -
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Beel salió al laboratorio para pasar allí el día de Navidad, justo cuando abrió un olor llamo su atención. Se asomo a la zona donde Jack usaba el horno y allí estaba el terminando unas galletas y sus decoraciones. -Amigo Beel, bienvenido, no me imaginaba verte aún, es noche buena y pensé...- -Mi padre sale con alguna mujerzuela estos días. Una diferente por año. -
Jack le dio una galleta en forma de estrella y sonrió con cordialidad. - ¿Qué tal si me ayudas a decorar? Es el último pedido de hoy y una mano extra seguro me hará avanzar más rápido - El azabache asintió y se preparó para apoyar al peliplata. Se colocó su bata, los guantes y al igual que el chico repostero había recogido su cabello, el tomo una banda deportiva para despejar su cara. Por un momento cocinaron en silencio hasta que el chico de ojos bicolor comenzó a tararear una melodía con tono melancólico y su compañero le observo brevemente - Me es familiar ese sonido. - - Es una linda canción, seguro la has escuchado. Habla sobre dos amantes en el fin del mundo. Es maravillosa y triste pero también romántica, dime Beel, ¿con quién pasarías el último día en la tierra?- El de ojos avellana se quedó pensativo, y sonrió ligeramente - Ya se con quién... ¿Y tú?- El albino puso una cara analítica mientras seguía amasando lo último de su material para galletas -Aun no encuentro alguien que me ame de esa forma pero... ¿Habrá alguien que pueda hacerlo?- Ambos volvieron al silencio y siguieron trabajando hasta que la última ronda de galletas fue decorada y empaquetada. Los dos comenzaron a limpiar todo y se retiraron sus accesorios de cocineros, el cabello del chico de negro estaba algo despeinado pero el elegante joven siempre tenía un peine cerca, así que lo arreglo. Ambos llevaban las cajas con aquellos postres y aunque Jack no lo había pedido, Beel le había acompañado a una casa de exageradas decoraciones para dejar aquel encargó. Una vez hecho el pago Jack se giró a verle. -Te invito a comer, amigo. Nuestra cena de navidad en mi casa. -
El joven acepto y esbozo una suave sonrisa para luego seguir al de cabello plateado.***********************************
Simo y su padre estaban en la fiesta de la reserva, como aún era menor solo bebía sodas o comía pequeños bocadillos, ya casi no escondía su rostro como otras veces, pero trataba de alejarse para hacerlo sin incomodar a algunos, al principio solo hacia eso y jugar con su consola, además aún había muchos adultos y los más jóvenes se escondían para beber, pero él estaba bien así. Justo cuando terminaba una partida noto a alguien sentarse a su lado, suspiro y siguió con otro juego - ¿Por qué no te unes a los otros? ser el más interesante del lugar es aburrido para mí. -
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Lighting Love
FanfictionNikola, quien es un estudiante de instituto excentrico, conoce de forma muy peculiar a un muchacho sombrio y misterioso a quien ya nadie llama por su verdadero nombre, solo le conocen como Beel, sin embargo su gusto en común es la ciencia (aunque en...