Notas Indecisas [Harem x TN]

Capítulo 6: Pasar página

Nijika: ¿Puedo preguntarte qué fue lo que te sucedió antes de llegar a Tokio?


Esta pregunta me golpeó como un balde de agua fría. ¿Por qué me está haciendo esta pregunta en este momento? ¿Acaso ella ya se enteró de mi pasado?


-¿De qué hablas? ¿Por qué haces esa pregunta?

Nijika: Bueno, es que Kita nos contó que había un extraño rumor sobre ti en tu escuela, y Pa-san nos dio algunos detalles sobre lo que te sucedió.

-¿Cuánto les contó mi hermana?

Nijika: No mucho, solo mencionó que tuviste una pelea por defender a una amiga y que te causó muchos problemas, incluso te expulsaron.

-¿Eso es todo lo que sabes?

Nijika: Sí, pero me encantaría escuchar la historia completa. ¿Podrías contármela?

-No.

Nijika: ¿Por qué? -dice sorprendida.

-Es un tema del que no me gusta hablar.

Nijika: Espera, Yuki. Sé que tal vez hiciste mal al tener esa pelea, pero sé que lo hiciste con buena intención, para defender a tu amiga.

Nijika: Acabo de conocerte, pero logro ver que todo eso te atormenta y no debería ser así.

-Nijika, estás muy equivocada -digo seriamente.

Nijika: ¿A qué te refieres?

-No golpeé a ese sujeto por defender a mi amiga. Estaba realmente furioso, quería destrozarle la cara, quería acabar con él.

-Gracias por preocuparte por mí, pero es mejor que no te relaciones con alguien como yo.

Nijika: Pero tú puedes confiar en mí.

-Lo siento, Nijika, pero no somos amigos, solamente somos conocidos que trabajan juntos, y es mejor que las cosas se mantengan así.


Ella me mira en silencio, con una expresión triste en el rostro. Me siento mal por ser tan brusco con ella, pero creo que es lo mejor.

Tras ese momento, seguimos caminando el resto del camino en un incómodo silencio, incluso ella evito mirarme durante el resto del trayecto.


Seika: Por fin regresaron, no puedo creer que te hayas perdido, Yuki, las indicaciones que te di eran muy sencillas.

-Lo siento mucho, gerenta no volverá a suceder.

Seika: Bueno, si tú lo dices, de cualquier manera, pónganse a trabajar de una vez.


Nos pusimos a trabajar y durante el resto del día, Nijika no volvió a dirigirme la palabra.

Al terminar mi turno, me dirigí a casa junto a mi hermana, estaba enojado con ella, por lo que estaba siendo algo distante.


Pa: Hermanito, ¿qué te gustaría cenar?

-Lo que sea está bien.

Pa: Y, ¿cómo estuvo tu día?

-Normal.