━Yandere Ministro de Rusia x Reader━

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Advertencia
Mención de: Abuso/Dub-Con/Drogas/Forced pregnancy


Ibas entrando a aquella fiesta que se celebraba todos los años, donde siempre asistía gente importante. Realmente necesitabas estar allí para poder establecer conexiones con personas influyentes. De alguna manera, te sentías muy nerviosa, sobre todo porque esta noche asistiría el ministro de Rusia, un hombre serio y muy atractivo, con cabello rubio y ojos azules. No querías encontrártelo por nada del mundo; sabías perfectamente que eras algo torpe en estas situaciones, así que si lo enfadabas, tal vez te cortarían la cabeza o algo peor. Sin pensarlo más, empezaste a caminar con seguridad mientras esperabas no arruinar esta noche.

Por otro lado el ministro de rusia examinaba a los asistentes mientras sostenía una copa de vino entre sus dedos enguantados, su mandíbula apretada y sus ojos entrecerrados, todo le parecía aburrido... Nada interesante por ningún lado. Se acomodo la corbata recargando su peso en el barandal de los extravagantes escalones que conducían a las habitaciones privadas. De pronto su mirada se fijo en ti, viendo tu vestido rojo escotado y algo largo, el movimiento sensual de tus caderas que lo embeleso.
Cuando el ministro se quedó observandote no pudo evitar sentir agitación en su ingle, sus ojos oscuros por el deseo siguieron tus movimientos.

Con cautela, se acercó a tu figura. —Buenas noches, querida —dijo con suavidad en su voz. —Te ves deslumbrante. No pude evitar notar cómo te mueves. Es bastante embriagador, ¿no? —Había un toque divertido en su voz.

Te tensaste ante sus palabras. No podías arruinar esta noche solo por decir alguna estupidez frente a él. —Buenas noches, ministro. Es un placer encontrarlo en tan hermosa velada —sonreíste, pensando en cómo alejarte de él. Sinceramente, no tenías un buen presentimiento al estar cerca de él. —Si me disculpa, no creo que quiera perder su tiempo en alguien como yo, me retiraré con su debido respeto.

Oíste como chasqueo la lengua. —Querida, no seas tonta, dejemos las formalidades. Te aseguro que no hay ningún otro lugar en el que quiera estar en este momento —dijo con una sonrisa pícara. —De hecho la idea de pasar la velada con alguien como tú es emocionante.

Se inclina mucho más cerca de ti, su aliento calienta tu mejilla. —Déjame mostrarte que puedes divertirte mucho esta noche si te quedas a mi lado —sientes un pequeño escalofrío recorrer tu piel; está claro que este hombre quiere algo más. Miras a todos lados, buscando a alguien que pueda sacarte de esta situación, pero rápidamente desistes. No conoces a nadie en este lugar.

—Me honraría que una persona tan importante como usted me acompañara esta noche —no te queda otra opción que seguir el juego por esta vez. Él extiende su brazo para que lo tomes, con algo de duda, aceptas y comienzas a caminar por las grandes escaleras. ¿Acaso te llevará a las habitaciones privadas? Es bien conocido que esas habitaciones solo son para personas sumamente influyentes.

Entre más te acercas a las habitaciones, más temor sientes por lo que podría suceder. Entran a una habitación, él cierra la puerta. Con algo de nerviosismo, te atreves a hablar. —Me encanta su iniciativa, me siento muy honrada de que me trajera a un lugar tan maravilloso con el cual solo podría soñar, pero creo que tengo que irme. Me he empezado a sentir mal, no quisiera hacerle pasar un mal rato.

La mirada del ministro se oscurece. —Claro, debes sentirte algo cohibida. Antes de irte, ¿quisieras tomar un poco de vino? —No te dejo contestar, ya que se giró para servir las copas. —Quieres irte y ni siquiera me has dado el placer de darte un trago. Eso me hace un mal hombre, y ahora que lo pienso, tampoco sé tu nombre —esbozo una sonrisa mientras se acercaba a ti.

—¡Oh! Qué descortés de mi parte, me disculpo por presentarme tan tarde. Mi nombre es Rahe. —Vaya, se te había pasado decirle tu nombre; primer error en la noche. Pero, ¿tenías la culpa? No querías relacionarte con él; pensaste que se iría rápidamente. Te das cuenta de que él tampoco se presentó, pero de todos modos, él nunca se tenía que presentar. Su nombre estaba en todas partes, Mikhail Baranov.

Bloody Twilight |Yandere x Reader| One Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora