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Nací en una familia donde las mujeres solo eran vistas como herramientas para dar a luz, y ya estaba en mis veinte. Justo enfrentando el momento crucial de mi vida.
En las puntas de mis dedos había cerca de cincuenta fotografías de diferentes hombres. Se trataban de los candidatos para convertirse en mi esposo que mi padre había preparado. Yo debía casarme con uno y engendrar un niño. Esa era la razón de mi existencia en esta casa.
No creo que pueda amar a otra persona.
Que lo eligiera a él fue realmente una coincidencia.
