Te Veo ♡ (Aonung Y Tú)

Capítulo 4

Había aceptado la propuesta para ir al lugar secreto de aonung y resultó ser un hermoso lugar debajo de una cueva submarina.

Cuando llegamos teníamos que nadar hasta una cueva y pensé que me quedaba sin aire hasta que tomó mi mano y me subió, resultaba ser una cueva oculta en el fondo del arrecife.

- aonung - dije maravillada - esto es hermoso - mis ojos brillaban y mi colita se movía de un lado a otro.

- si que lo es - dijo mirándome fijamente, yo sentí sonrojarme y eche mis orejas hacia atrás.

- sígueme, aún queda lo mejor - tomo mi mano, e impulsivamente mi cola se volvió loca.

Sentí una hermosa conexión al tomarnos la mano y durante unos segundos tuve una visión o eso creí, él estaba junto a eywa y las semillas se posaban en el, rápidamente volví a la realidad cuando dijo que ya estábamos.

Estaba todo oscuro y los corales brillaban en la oscuridad de la cueva.

- este lugar jamás se lo enseñe a nadie...es mi lugar seguro para descansar o despejar...aveces ser hijo del jefe es algo estresante - me confesó mirándome repentinas veces.

- te entiendo aonung, se lo que se siente...me siento muy afortunada por qué me hayas traído aquí - le sonreí dulcemente mientras le observaba.

Con la oscuridad nuestros pequeños puntos brillantes realzaban la cueva y sentí que fue un momento mágico.

- cual ers tu lugar seguro __?? - me preguntó mientras nos sentábamos en una de las rocas.

- era un lugar algo conocido pero yo lo encontraba relajante, nadie solía ir ahí muy a menudo y yo me sentaba a hablar sola...me llamaras loca pero el árbol eywa me escuchaba, eso es seguro, era nuestro lugar más sagrado y por una extraña razón sentía más conexión que cualquier otro na'vi del bosque - le dije con mucha nostalgia en mis palabras.

- algún día me gustaría ir - me dijo con dulzura para que me pusiese feliz de nuevo.

- te lo enseñaré aonung, tenlo por seguro.

Sonreímos a la vez y estuvimos hablando por un largo tiempo sobre temas diferentes, hablamos sobre lo que nos gustaba comer, costumbres, culturas diferentes...

Cuando terminamos la charla decidimos irnos a la playa, donde estarían todos, ya que si no se preguntarían donde estábamos y nos formarían un mal entendido.

Cerca de la arena pudimos divisar a mi querido hermano neteyam...parecía buscar algo y bingo, nada más que nos vio corrió frenéticamente.

- por eywa __ estaba buscándote!!! - me gritó mientras me balanceaba de a lante a atrás.

- yaaa me estás mareando ahhhh - me queje mientras el seguía hasta que paro en seco y miro detrás de mí.

Se puso algo serio y cambio hacia aonung quién tenía una postura recta.

- que hacías con mi hermana - pregunto sobre protector mientras le apuntaba al pecho, me pareció tierno el echo de que se pusiera celoso.

- solamente le estaba enseñando unos lugares hermano mayor, tranquilo - respondió aonung levantando las manos en son de paz.

- no te quiero cerca de ella - finalizó para cogerme del brazo y arrastrarme.

- oyeee neteyam, no tienes derecho a mandar sobre mi - le dije mientras forcejeaba.

- soy tu hermano mayor, mi deber es protegerte hermanita - me dijo mientras seguía caminando sin mirar hacia atrás.

Le di una última mirada a aonung algo apenada y él me hizo una seña divertida imitando a mi hermano.

Solté una pequeña risa y me deje llevar por mi hermano, estaba algo cansada así que si el me llevaba no tenía problemas a decir verdad.

Cuando llegamos a nuestra choza para mí maravillosa suerte no había nadie entonces el sermón sería en privado.

- hermanita...has crecido tanto que...tengo miedo de que alguien te hiera ese bondadoso corazón, se que sois amigos pero si llegase a algo más no quisiera tener que partirle la cara por hacerte daño - me confesó mi hermano mientras jugaba con sus manos.

- hermanito, te prometo que nada ni nadie me hará daño, y en todo caso se que tengo a los mejores hermanos para defenderme, jamás perderás a esta pequeña de aquí - dije divertida ya que el me sacaba una cabeza y más.

Rápidamente me tiré encima de él a hacer guerra de hermanos, de fondo escuché pasos corriendo y Tuk junto a lo'ak aparecieron para unirse a la guerra.

Había sido un día completo y a decir verdad me había encantado.

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Al día siguiente fue la última en despertar, estaba muy cansada y había tenido un sueño horrible...

Me encontraba en el bosque, todo se veía más blanquecino que de costumbre y algo borroso.

Caminé mientras que de fondo se escuchó una voz.

- salva a los tuyos __, eres una guerrera pero también un espíritu de eywa, la gran madre te protege, solo salva a los tuyos...

De pronto estaba en un barco, todo estaba inundado, quemado...y lo peor fue cuando vi a mi hermano mayor muerto, llore mientras me acercaba y cuando lo toque...

El sueño so había sido muy agradable y a decir verdad ojalá haber podido terminarlo, sin darle las vueltas al asunto decidí irme a nadar un rato sola, me apetecía despejar la cabeza.

Mientras caminaba escuchaba a los niños jugar y a los animales chapotear en el agua, echaba de menos el bosque pero esto era sencillamente hermoso.

Recolecte unas cuantas piedras, conchas...para hacer unos collares y cuando por fin tuve lo que necesitaba me senté en una roca a elaborar los collares y brazaletes, uno sería para Kiri, otro para lo'ak, otro para Tuk y otro para neteyam, sin olvidarme de mi claramente...pero me vino un rostro a la cara y rápidamente sonreí como una boba, también le haría un brazalete a aonung.

Según iba haciendo mi manualidades se me acercó tsireya.

- que bonitos son __! - me alago con una hermosa sonrisa.

- gracias reya, si quieres puedes ayudarme a hacer algunos - le sonreí tiernamente para ponernos a elaborar collares juntas.

- como te estás adaptando por el mar? - me preguntó mientras no quitaba la vista concentrada de su brazalete casi terminado.

- me está gustando mucho a decir verdad, extraño mi pueblo pero podría acostumbrarme a vivir aquí - le comenté mientras recordaba aquella vez que mi madre nos prometió visitar miles de lugares en el bosque.

- me alegra escuchar eso, es bueno tener una amiga por aquí, hay muchas chicas si pero no son tan agradables - me comentó mientras daba por finalizado el brazalete.

- opino lo mismo jaja son algo desconfiadas las personas aquí, en el bosque tenía muchas amigas pero nunca tuve una tan cercana - le dije mirándola con diversión.

- ojalá poder visitar el lugar - dijo sonriente.

- iremos - le prometí.

Después de hacer collares casi todo el día con tsireya decidí montar en Tsety, la tenía algo abandonada estos últimos días.

- que tal estás bonita - la saludé mientras ella me hacía gestos mimosos - yo también te extrañe grandota.
Volamos por horas mientras algunos niños nos veían fascinados

La sensación de volar libre es tan hermosa...extrañaba esto.

Pasado un tiempo ya tuve que volver a la choza y esperar al día siguiente para repartir los collares y para comenzar un nuevo día.

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El capítulo fue algo cortito pero ya se vienen cosas buenas 🥰