Capítulo 3

193 8 0
                                    


A la mañana siguiente me desperté por un peso en mi brazo, al despertarme pude ver a Tuk echada en mi hombro abrazándome, gracias a esa primera imagen del día pude saber que sería un buen día, amaba tanto a mi hermana que daría lo que fuera por ella, y sinceramente lo daría por todos, estoy agradecida con la gran madre por esta hermosa familia.

Me levanté y fui a coger unas frutas para desayunar, estaban muy ricas a decir verdad, no pensé que superarían las del bosque pero está claro que tienen más sabor que las nativas del bosque.

- buenos días cariño mío - mi madre me abrazo muy dulcemente mientras comía frutas a la vez que yo.

- buenos días madre - le respondí mientras le ofrecía unas fugar rojitas.

- __ te gusta este lugar?? Se que no es tan bonito o hogareño como el bosque pero ahora este será nuestro hogar por mucho tiempo...y no me gustaría que perdieras tu juventud - me dijo mi madre con una cara apenada.

- madre, este lugar es hermoso, echo de menos el bosque si...pero te aseguro que me adaptaré y seguramente le coja cariño a este lugar con el paso del tiempo - le respondí para tranquilizarla.

A decir verdad el mar era hermoso, tenía conexión con el y se que posiblemente le coja tanto cariño que me dé pena irme algún día...si es que eso llegase a ocurrir, siempre digo que hay que verle el lado bonito a las cosas, y siempre quiero ser positiva.

Tras hablar y saludar a todos según despertaban decidí dar un paseo por la playa yo sola antes de que tsireya y rotxo vinieran a darnos las lecciones de respiración.

Según iba paseando más me iba sumergiendo en mis pensamientos, y sin quererlo un rostro vino a mi mente, comencé a pensar en aquel chico, aonung, me parecía lindo pero sentía que era algo...tonto, por así decirlo, y tenía miedo de que el no fuese mi pareja elegida por eywa y no pudiera estar con él por eso no quería ilusionarme...además a penas lo conocía.

Decidí cambiar de pensamiento porque sinceramente no sé qué me pasaba hasta que...

- paseando sola tan temprano orejitas??

Reconocí esa voz pero el apodo me hizo gracia, me giré y pude ver a aonung sonriendo enfrente de mi.

- no me llames así pececito - le respondí con burla también.

- oyeee - dijo ofendido - bueno, que te trae a estas horas por aquí??

- quería despejar un poco y poder acostumbrarme a que viviremos aquí por mucho o tiempo... - respondí algo nostálgica recordando las dianas donde me subía siempre.

- sabes, el océano es algo hermoso, no sé cómo será el bosque, pero te aseguro que con el tiempo le cogerás cariño a este mundo, aún te quedan muchas cosas por ver y aprender...y te prometo que te gustará este lugar - me dijo de manera segura para que sintiera más tranquilidad.

Tal vez me confundí, tal vez si era buena persona después de esa faceta de malote.

Le sonreí y le mire por un momento.

- y si llegara a pasar algo con los demonios del cielo...nos echariais?? - le pregunté al dudosa.

- dudo que mi padre lo hiciera alguna vez, sois de nuestro clan, ahora somos familia, y eso quiere decir que la protegeremos, porque a la familia siempre se le protege no es así?? - me preguntó buscando mi mirada.

- si, es así, gracias aonung - le sonreí tiernamente antes de ir por donde vine para nuestras clases.

Pude ver cómo la cola de aonung se movía de lado a lado cuando pronuncie su nombre, a decir verdad decirlo en alto me hizo ponerme nerviosa pero lo intenté disimular llendo hacia nuestras clases.

Te Veo ♡ (Aonung Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora