PRIMERA PARTE

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La oscuridad era el perfecto lugar para jugar, o eso pensó Bible al salir esa noche.

Se había librado del secretario, también perrito faldero de su madre al comienzo de la noche, así que pronto se encontró con algo más de libertad de la acostumbrada, que no pensaba desperdiciar ni un instante.

Así que ahí estaba, en los baños de un bar, discoteca, o lo que fuera, de mala muerte, apoyado contra la pared mientras un chico del que mínimamente recordaba su nombre hacía maravillas ahí abajo. El moreno tragaba saliva, con una mano acariciando sin mucho cuidado la cabeza del chico, indicándole el ritmo a seguir. El sonido de su saliva lo excitó aún más, y le apeteció aumentar el ritmo, incluso embestir en su boca, pero tampoco quiere asustar al chaval.

Jadeó con fuerza, apretando los ojos y dejándose llevar. Estaba a punto.

- ¡Bible, me cago en la puta!

El chico cuyo nombre había olvidado por completo para ese momento sintió como le tiraban del pelo hacia atrás, apartándolo.

- ¿Qué pasa ahora, Job? - Echa la cabeza hacia atrás, tratando de calmar su respiración.

- ¿Dónde coño te habías metido? - preguntan al otro lado de la puerta, y ese sonido se le antoja como el más molesto del mundo.

- ¿No ves que estoy aquí, en el baño, un poquito ocupado? - masculla, echando una breve mirada al chico, que sigue de rodillas, con la lengua fuera. Se le pone aún más dura solo de pensar en volver a tenerlo justo donde lo quiere.

- ¡No puedes escaparte! ¡Parte de mi trabajo es mantenerte lejos de las puñeteras cámaras de los periodistas! ¡Están intentando sacarle algo malo a tu madre, no puedes ir por la vida...!

- ¿Qué? ¿Divirtiéndome? ¿Siendo un veinteañero normal? - Bufa, disculpándose con la mirada - Joder, Job, yo no elegí esa vida, solo quiero ser yo.

- Mientras tu madre sea quién es, mejor mantén un perfil bajo, joder, Bible.

- Lo que tú digas... - Pone los ojos en blanco - ¿Vas a irte?

- Pero ¿Qué coño estás haciendo ahí dentro?

El moreno mira de frente al chico junto a él, haciéndole una seña con un dedo para que se acerque a continuar con su trabajo anterior.

- ¿Quieres adivinar? - Gime sin poder evitarlo cuando la lengua experta del joven rodea su glande.

- Vale, ya veo que estás ocupado.

- ¡Es lo que intenté decirt...! Joder, nene, sigue, ahí, sí...

Lo escucha marcharse, así que se olvida de todo y se concentra de forma exclusiva en el orgasmo que el chaval le regala apenas unos minutos después. Aprieta con fuerza una esquina de la puerta, ahogándose los gemidos en el brazo.

- Joder... - musita.

- Parece que te esperaban fuera - comenta el chico, poniéndose de pie.

Bible ladea la cabeza, apenado por tener que cortar ahí su noche de sexo.

- Perdona por no poder devolverte el favor, pero si no voy ahora, me mata.

El chico ríe, meneando la cabeza.

- No te preocupes, ya os he escuchado. Que te sea leve.

Agradece con la mirada que no se lo tome mal y sale del cubículo del baño. Aprieta el puño cuando encuentra al secretario de su madre en la puerta del bar, rojo como un tomate.

- ¿Tenías que interrumpirme?

- ¿Tenías que dejar que te hicieran una felación en un baño de un bar cutre cuando no hace tanto que tu madre ha sido elegida presidenta de Tailandia? - farfulla en voz baja, apretando los dientes.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2023 ⏰

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El guardaespaldas - BibleBuildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora