House of Targaryen

Capítulo 01

Capítulo Uno - Renacer

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Daenerys Targaryen soltó una pequeña bocanada de aire cuando de pronto sintió que el dolor le brotaba entre las costillas superiores, lo que la hizo apartarse de su beso con el hombre que había amado.

Sus grandes ojos violetas miraron rápidamente hacia abajo, hacia la daga enterrada profundamente en su piel, antes de volver a levantar la vista hacia el rostro de Jon.

Empezó a vacilar cuando las fuerzas abandonaron su ser y comenzó a caer, pero Jon la atrapó rápidamente en sus brazos.

Ella lo miró a la cara, con traición y rabia en sus ojos, así como una profunda tristeza. Intentó hablar, pero lo único que consiguió fue ahogar el aire. Estaba perdiendo toda sensibilidad en su cuerpo, ahora, solo podía sentir el pequeño rastro de sangre que bajaba desde el lado de su boca y a través de la parte inferior de su mejilla.

'¿Cómo pudiste hacerme esto?' Pensó, sintiendo que la vida se le escapaba poco a poco. La sangre también le salía por la nariz.

No quería ver su cara mirándola mientras moría en sus brazos. Él fue quien hizo esto. No merecía sentir lástima por sí mismo.

Sus ojos se cerraron por última vez. Estaba demasiada cansada para abrirlos, no quería hacerlo.

Lo último que oyó fueron los sollozos de Jon sobre su cuerpo antes de desvanecerse por completo en la inconsciencia.

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El más allá era confuso, o al menos Dany pensaba que era un más allá.

Ella sabía que estas no eran las Tierras de la Noche de los Dothraki. Drogo no cabalgaba en su caballo para saludarla, ni Rhaego estaba allí para ver a su madre.

La revelación sobre lo que venía después de la muerte fue una decepción de todos modos. No era más que una negrura vacía a su alrededor, que la dejaba confundida y aturdida.

Mirara donde mirara, no había nada.

Dany se sentía libre en el espacio. Como si ya nada la atara ni le impusiera peso. Era liberador.

Si no podía tener paz a través del Trono de Hierro, tal vez la tuviera aquí.

Esa idea se desvaneció rápidamente cuando recordó a Drogon. Su pobre y dulce hijo se había quedado solo en el mundo. Nadie para estar con él o consolarlo. Era el único hijo vivo que le quedaba. 

¿Y qué hay de sus otros hijos? Viserion y Rhaegal, sus hijos que habían muerto a manos de hombres terribles. ¿Qué fue de ellos? ¿Recibieron la misma vida después de la muerte que ella, o estaban en otra parte?

Dany tenía ganas de llorar, pero las lágrimas no brotaban, dejándola solo con un sentimiento de vacío.

"Ven ahora, dulzura".

El repentino sonido de una voz había sobresaltado a Dany, haciéndola levantar la cabeza y buscar a su alrededor.

Detrás de ella había una mujer. A Dany le resultaba familiar. Hermoso cabello plateado, brillantes ojos lilas de inmenso y profundo amor.

A la señal de la mujer, Dany se dirigió hacia ella, con los ojos brillantes de curiosidad. La mujer no tardó en agarrarla del brazo, para sorpresa de Dany, tirando de ella y envolviéndola cariñosamente con sus brazos. Dany se sintió extraña en aquel abrazo, pero también cálida y amada.

"Los Dioses de nuestro linaje se han apiadado de ti, dulce niña. Me hicieron la promesa de darte otra oportunidad".

Dany miró preocupada a la mujer, con las cejas fruncidas por la confusión.