El palacio del placer

La esclava del nuevo sultán

Jazmín se encuentra encerrada en el calabozo del palacio, Jafar logro convertirse en sultán y ella al rechazar gobernar a su lado, la encerraron en este lugar. Ella se encuentra buscando una manera de escapar, pero parece inútil, Jafar ahora tiene poderes gracias a esa lampara.

Jazmín escucha como unos pasos se acercan a ella, vienen cuatro guardias que le sueltan sus muñecas y la bajan, le dicen que el sultán quiere verla. Ella comienza a tirar de las cadenas para liberarse, pero es inútil, no puede escaparse. 

Los guardias la dejan en los aposentos del sultán, mientras cierran la puerta bloqueándola por fuera para que no intente escapar. Jazmín voltea a ver al sultán con odio, mientras que el la observaba sentado en un sofá conforma de trono, mientras le sonríe.

-Princesa espero que estes disfrutando de tu nueva habitación, ya que rechazaste mi propuesta quiero que sufras cada día de tu terrible elección-Le dijo Jafar con una sonrisa.

-Prefiero mil veces pasar todas las noches de mi existencia en el calabozo, que pasar solo una noche contigo que eres mil veces más repugnante-Le respondió Jazmín con una mirada desafiante.

-Oh princesa, pero cuanto duraras de esa manera, no podrás soportar pasar noches y días con hambre. Además, tu pobre padre no podrá sobrevivir a lo que le tengo planeado-Le dijo Jafar sonriendo maliciosamente.

Jazmín comenzó a tener miedo por su padre, Jafar era un hombre vengativo que podría estar torturando a su padre en este instante. Ella podía soportar cualquier castigo, pero su pobre padre no podía, moría rápidamente.

-No le hagas nada a mi padre, él es bueno. Yo haré lo que me pidas, me casare contigo si es lo que quieres-Dijo con resignación.

-Me alegro de que cambies rápidamente de opinión, pero lamento decirte princesa que el puesto de mi esposa ya caduco-Le dijo Jafar.

-¿Enconces que harás conmigo?,¿Me convertirás en una sirvienta? -Le pregunto Jazmín.

-No, pero si quieres que tu padre no sufra tendrás que convertirte en mi esclava-Le dijo Jafar mientras le sonreía con malicia y se tocaba la barbilla.

-NOO...Eso jamás-Le dijo Jazmín horrorizada por lo que decía. 

-Muy bien, entonces vuelve al calabozo, esta noche comenzare a castigar a tu padre-Le dijo Jafar.

Jazmín no sabía que hacer se encontraba atrapada, por una parte, no quería que su padre muriera por los castigos de Jafar, pero tampoco quería ser su esclava. 

-Deja que lo piense, dame hasta la noche para darte una respuesta y deja que vea a mi padre-Le pidió Jazmín. 

-Muy bien princesa puedo esperar hasta esta noche, puedes ver a tus padres le diré a los guardias que te lleven con el-Le dijo Jafar.

Jazmín asintió con la cabeza a lo que decía, los guardias abrieron las puertas y cuando iba a salir Jafar la llamo.

-Princesa para que lo pienses bien, esto es lo que podrás disfrutar al ser mi esclava-Le dijo Jafar. 

Jazmín abrió la boca sorprendida, el sultán le mostraba su miembro erecto, era largo y grueso, se miraba exquisito. Aparto la mirada para seguir caminando, no podía creer lo que había visto. Aladin el joven que conoció a las afueras del palacio, le mostro su miembro una vez mientras disfrutaban de unas caricias, pero no era nada comparado con el miembro de Jafar. 

Jazmín trato de borrar la imagen de su mente, mientras de dirigían a donde se encontraba su padre, se encontraba golpeado y no parecía estar bien de salud.

-Padre, ¿Que te han hecho?-Le pregunto con preocupación.

-Jazmín, no me encuentro muy bien, los guardias de Jafar me dieron una paliza cuando me trajeron y no he comido en días, creo que no podre durar más tiempo hija-Le dijo su padre con la voz rota.