El árbitro pitó el final del partido, al final logramos obtener una mínima ventaja sobre el cuadro napolitano.Aunque esto era un partido de 180 minutos, aún nada estaba definido.
Me dirigí junto con mi equipo hacia los vestidores, antes de entrar, eché un último vistazo al campo, encontrándome con un Hirving notablemente decaído. Quería acércame a reconfortarlo, pero seguro recibiría un golpe de vuelta.
Regresé a la realidad, y finalmente entré a los vestidores.
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— ¡Che confusione! ¡Sarà perché ti amo!
— È un'emozione, Che cresce piano piano...
Sarà perché ti amo, de Ricchi e Poveri sonaba por todo el vestidor, junto con los desafinados cánticos de mis compañeros.
Era bueno que disfrutaran la victoria, pero no podíamos confiarnos, esto aún no se terminaba. Podría parecer aguafiestas, pero me gustaba estar concentrado.
— ¡Gran partido Theo! — exclamó mi fiel compañero Olivier Giroud, rodeando su brazo en mis hombros.
— Gracias hermano, pero aún queda otro partido. — por más pesimista que fuera, era la realidad.
— Vaya entusiasmo. — me miro con mala cara, a la vez que su teléfono sonó llamando su atención.
— Tengo que irme, trata de divertirte hermano, nos vemos. — se despidió alejándose con un gesto de mano colocando su celular sobre su oreja.
Olivier tenía razón, debía divertirme, y sabía exactamente como.
Pero, definitivamente no sería aquí.
Caminaba por los pasillos de una manera apresurada, con un solo objetivo en mente.Conozco este estadio como la palma de mi mano, se perfectamente donde están los vestidores para los visitantes.
Claramente buscaba a Lozano.
Continué caminando hasta encontrarme frente a los vestidores visitantes.
Entré azotando la puerta, llamando la atención de todos los presentes en aquel lugar. Busqué con la mirada a Hirving pero, para mi mala suerte no se encontraba por ningún lado, así que, con toda la valentía del mundo, pregunté en voz alta.— ¿Dónde esta Hirving? — Demandé, quizá demasiado rudo para mi gusto. Recibiendo algunas miradas con disgusto.
— ¿Disculpa? — inquirió Di Lorenzo, encarandome con el ceño fruncido.
— Disculpado estás. — sonreí egocentrico.
El capitán napolitano aurrugó aún más el rostro, dando unos pasos al frente tratando de intimidarme.
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Don't Blame Me
Romance"𝕯𝖔𝖓'𝖙 𝖇𝖑𝖆𝖒𝖊 𝖒𝖊, 𝖑𝖔𝖛𝖊 𝖒𝖆𝖉𝖊 𝖒𝖊 𝖈𝖗𝖆𝖟𝖞" - ¿Estás loco? - No me culpes, el amor me volvió loco, tú, me volviste loco. Tras la ida en cuartos de la Champions League, un enfrentamiento hará que el famoso defensa Theo Hernández...