Lencería cara

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Se levantaron de la mesa despacio, conteniendo el mareo producido por el cambio de posición y el alcohol en sangre. Caminaron despacio. XiChen cogió el brazo de Jiang Cheng para apoyarse en ella lo suficiente como para andar recto y mantener una cierta dignidad. Llegaron hasta el recibidor y Jiang Cheng la dejó sola un momento para ir por sus cosas. Lan XiChen admiró la facilidad con la que andaba con esos tacones tan finos y lo que había bebido. Sin duda alguna era una diosa, en más de un sentido.

Para cuando Jiang Cheng volvió con su bolso, XiChen estaba acariciando una de las plantas de la entrada. Se acercó hasta ella para comprobar si todo estaba bien, o el alcohol se le había subido demasiado, cuando le preguntó.

- ¿Sabes? Cuando vine hasta aquí fue con la limusina que trajo a WangJi. Nunca había subido en un coche tan innecesariamente grande. ¿Tienes forma de volver a casa? - Jiang Cheng dudó un segundo con el cambio de tema repentino.

- Uh... Vine en autobús. Normalmente suelo volver a casa por la mañana después de descansar un rato en las salas para empleados de las salas de fiestas. Nunca es buena idea conducir cuando llevas demasiado tiempo sin dormir decentemente.

- ¿Taxi entonces?

- Taxi - suspiró Jiang Cheng. - con lo borrachas que vamos, mejor así.

- No pareces borracha... - la miró achicando los ojos, casi reprochándoselo.

- No lo suficiente para tocar las plantas, pero suficiente para no conducir.

- Quería comprobar si son naturales. Se ven demasiado bonitas. Cuidan bien de ellas, son de verdad - le sonrió.

Jiang Cheng sacó su teléfono para pedir un coche cuanto antes. Antes de que XiChen se descontrolase y no quisiese ir a dormir o algo peor. Su experiencia tratando con borrachos le decía que cuanto más tiempo de borrachera llevaban, y mientras el alcohol no bajase, más peligrosos se volvían. Y a veces, menos ganas tenían de subirse a un coche. Para cuando el taxi estaba de camino, XiChen volvía a estar agarrada en su brazo y le sonreía. Jiang Cheng suspiró. Así que era de las borrachas pegajosas y dramáticas...

- No quiero romper tu felicidad, pero... ¿estás segura de querer volver a casa con el drama que vas a encontrarte al llegar? Lan QiRen va a estar gritándole a tu hermana hasta que se quede sin voz. - XiChen suspiró teatralmente.

- Debería ir y aplacarlo. No quiero que WangJi sufra. –puso los morritos juntos, con una expresión infantil confusa - Pero tampoco quiero que el tío me chille a mí en su lugar. No le gusta que beba. - XiChen se acurrucó en el brazo de Jiang Cheng - No quiero volver a casa... Tío estará furioso. Grita mucho cuando está furioso. - hizo un puchero. - No quiero que me grite... - Jiang Cheng suspiró.

- Puedes venir a mi casa.

- ¿La casa Jiang? ¿No molestaré...? – Jiang Cheng chasqueó la lengua.

- Vivo sola desde que empecé a trabajar con lo de las bodas. Mi piso no es grande, pero el sofá es cómodo. Sobrevivirás si duermes allí esta noche.

- Eres tan amable A-Cheng. - XiChen la abrazó. - Tan buena y generosa.

- ¡Si! ¡Si! ¡Ya! ¡Ahora suéltame! - objetó.

- ¿No te gustan los abrazos? - le preguntó mirándola con un puchero.

- No me gusta que me manoseen así. - bufó tratando de esconder su vergüenza.

- Pero si no te he tocado el culo... y tienes un culo muy bonito y manoseable. - Jiang Cheng suspiró mientras enrojecía de vergüenza. Esperaba que se espabilase un poco de camino a casa.

- Vamos a salir a que te dé un poco el aire mientras esperamos, anda.

- ¿Eso ayudará con los abrazos?

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2023 ⏰

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