Unico

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-Señorita podría pasarse hacia la otra habitación un momento, es que tengo que limpiar esta- me dijo la señora encargada de la limpieza -Yo limpio rápido y después se puede volver a pasar hacia este lugar de nuevo- me sonríe

-No tranquila, limpia sin apuros- le sonrío -Yo igual ya me iba a parar para ir la cafetería del frente a comer algo- Dije mientras dejaba el libro en el estante no si antes marcar la hoja

-Esta bien, nos vemos dentro de un rato- dijo mientras empezaba a limpiar -Por cierto su bolsa de chocolates ya llego se la traigo para acá?-

-Si dejalas aqui en la mesa, yo cuando regrese me las agarro- dije -Igual, para esta habitación nadie entra, solo yo- Recogí mis cosas y salí de la librería hacia la cafetería del al frente Entre y camine hacia el mostrador

-Buenas tarde señorita- saludo el viejito que trabaja aqui -Un Batido de chocolate y un pedaso de torta de lo mismo cierto?-

-¿Como lo supo?- dije fingiendo sorpresa y aguantaba la risa.Tengo una pequeña adicción con el chocolate El señor sonrío mientras buscaba mi pedido.

-Tal vez sera por que vienes a esa librería desde que eras una niña y siempre que te daba hambre venías aquí a comprar lo mismo de siempre- me sonrío -listo, aquí esta, un batido de chocolate y un pedazo de torta

-Muchas gracias- dije después de pagar y ir a sentarme para comer Mientras comía me di cuenta que en verdad ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que puse un pie en esa librería

Recuerdo que la primera vez que vine tenia apenas 10 años. Como mi familia es dueña de de unas enpresas de entretenimiento a nivel mundial y yo soy la últimas de 4 hermanos, les importaba poco lo que yo hiciera así que me dieron una tarjeta de crédito y me dejaban hacer lo que yo quisiera. Un día paseando por la ciudad conseguí la librería y como amo mucho los libros entre, pero quien diría que al siguiente día regresaría y así sucesivamente. Cuando cumplí los 12, un día conseguí una pequeña habitación, estaba llena de polvo y tenia muchos libros viejos de novelas, historias ficticias y Sobrenatural. Pregunte a la encargada y dijo que nadie entraba en esa habitación desde hace tiempo y que lo más probable la destruirían. Yo pregunte que si podía comprar ese cuartico y acomodarlo a mi gusto sin necesidad de botar nada. La encargada acepto pero me dijo que no era necesario que la comprara yo la logre convencer con la escusa de que con el dinero podrían comprar mas libros, con ayuda de unos ayudantes a los 3 días ya la habitación estaba limpia y me había comprado un millón de almohadas y peluches para tenerlos ahí y leer acostada encima de ellos ya que decidí no poner sillas, sino que puse dos puf gigantes y ahora incluso con 19 años casi 20 sigo amando ese lugar. Otra cosa es que tambien después de leer todos los libros de esa habitación compre mas de mi preferencia para llenar los espacios vacíos de los estantes. Después de comer, cruce la calle y regrese a la librería. Cuando entre me conseguí a la separa que limpia

-Señorita hace unos 10 minutos atrás le deje los chocolates en la mesa- me informo

-Ok, esta bien- le Sonreí y seguí con mi camino. Al llegar al pasillo pude ver que la puerta estaba abierta algo que no debería de ser ya que adentro puse un aire acondicionado y solo yo y la señora de la limpieza entramos y ella sabe que no puede dejarla abierta Camine en silencio y me asome por la puerta pero solo se veía la mitad de la habitación así que decidí pasar al no ver nada adentro

-Disculpe...- dijeron a mis espaldas

-AHHHH!!- grite mientras me volteaba y me recuperaba del susto

-¿Busca algo?- me pregunto la persona causante de mi susto. Era un chico un poquito mas alto que yo y debe tener como mi edad y tenía rasgos asiáticos era lindo, hasta que note algo

Libros y chocolates Donde viven las historias. Descúbrelo ahora