Después de que la policía fue a preguntar por Lisa al trabajo, las cosas se habían calmado. Me sentía más tranquilo y ella estaba radiante. Lisa tenía un cabello rojo cobrizo y brillaba cuando ella se sentía brillante. Los días pasaron sin agitación. No había vuelto a atarla aunque si le había hecho el amor en varias ocasiones.
Los días habían asentado la dinámica que teníamos.
Lisa me preparaba el desayuno en la mañana pero solo podía usar los elementos de cocina cuando yo estaba presente. No creía que fuera capaz de robarme o arremeter contra mí. Más bien era parte de la dinámica. Yo ejercía el poder y ella me veneraba cómo a un Dios.
Cuánto más severo era en mis órdenes, Lisa más respetaba y más se entregaba a mi placer.
Había surgido en mi un deseo tan abrupto que necesitaba experimentar hacerle el amor en todas sus formas, procurando saborear cada parte del camino. Por eso le había preparado una noche especial.
Era viernes y el día siguiente no trabajaba. Habían cosas pendientes con Lisa.
-Lisa
-Si?
-Hoy va a ser una noche especial.
Mis palabras la sobresaltaron. Respiraba nerviosa, seguramente excitada.
-Ven aquí.
Ella se sentó en mi falda dándome la espalda. Tenía puesto una vieja camisa. Sin nada más abajo.
Apoyé su espalda a mi pecho. Las piernas flexionadas y abiertas a los lados.
-Me encanta que estés así. Expuesta.
Le di una palmada entre sus piernas. Cerró las piernas y resopló. Con las dos manos la agarré del cuello y le corté el paso del aire. Uno, dos, quince, veinte, se empezó a poner roja, treinta, treinta y cinco. La solté. Lisa hizo una respiración muy profunda. Se puso entera colorada. Le abrí las piernas de nuevo y volví a dar una palmada y a cortarle la respiración.
-Así vas a quedar toda del mismo color.
Con mis brazos la tome de abajo de la rodilla y la alcé. La lleve hasta la cama. Até los brazos por encima de la cabeza. Quedó acostada en posición fetal. Estaba esperando.
Con una mano le sobé la espalda, hasta la cola. Tanteé el ano, apoyé mi dedo sobre él.
Busqué el lubricante. Volví a poner mi dedo pero está vez embadurnado de lubricante. Empujé con fuerza y entró hasta la mitad. Lisa estaba tensionada.
Acaricié su espalda y empezó a relajarse. Con la mano que me quedaba libre la agarré del cuello y empecé a asfixiarla. Mientras, con la otra mano le metía el dedo hasta el fondo y se lo volvía a sacar para volverlo a introducir.
Cuando le saqué la mano del cuello Lisa tomo una bocanada de aire.
-Sácalo por favor. Siento que me estoy cagando.
Me reí con su comentario.
-Eso quiero que sientas.-le dije y volví a asfixiarla. Con la otra mano le cogía el culo. Así mientras tenía el paso del aire cortado le cogía el culo con el dedo. Cuando respiraba me gustaba dejarla hablar y escucharla quejarse e hiperventilar. Era hermosa. Toda transpirada, con los brazos estirados.
De un dedo pasamos a dos. Y de dos pasamos a tres dedos. Para este momento Lisa estaba sobreexcitada. Su ano se había dilatado para mí.Lisa creía que darle por el culo me daba placer, pero estaba equivocada. Lo que me daba placer era verla entregarse a mi, totalmente sodomizada, sin peros ella perdía el dominio de su cuerpo y me lo entregaba como una joya preciosa a mis más perversos antojos.
Saqué los dedos de su culo y lo remplacé por mi verga, dura y larga, llena de deseo por Lisa. Embadurné mi verga en lubricante y se la metí. Lisa no opuso resistencia. Ya estaba completamente dilatada, pero yo quería más.
Así en cucharita como estaba me la cogí. Lisa gemía desaforada, abiertamente, abandonada al placer de los sentidos, mientras yo me introducía más y más. El deseo del toro pudo más conmigo y terminé poniéndola boca abajo, todo su cuerpo aplastado entre mi cuerpo y el colchón. Con ambas manos le agarré la cara para asfixiarla mientras llegaba a la cima de las oleadas de placer. En mis manos cabía toda su cara. Lisa estaba siendo sodomizada por mí, de manera completa como lo deseaba. Una punzante lluvia de estrellas me llegó y acabé todo mi semen dentro del culo de Lisa. Oleadas de intenso placer me azotó mientras la seguía penetrando sin compasión.
Cuando me sentí completamente vacío dentro de ella le saqué las manos de la cara y saqué mi verga de su culo. Ambos respirábamos agitados, sobreponiéndonos al intenso sexo que habíamos tenido.
-Tu eres mi amo- me dijo entre risas de satisfacción.
-Eso espero- le respondí y me fui a la cocina a tomar un trago, dejándola en la misma posición.
Me preparé un buen trago frío y volví.
-¿Cuando me vas a desatar?
-Cuando terminemos- le dije y ella puso cara de asombro. Por dentro me reí pero por fuera me mostré impoluto y serio.
De uno de los cajones saqué la nueva adquisición. Un plug de los inflables. Ella me miró asustada.
-Voy a ponerte esto. Quiero que estés abierta y dilatada para cuando vuelva a tomarte.
Embadurne el plug en lubricante y se lo introduje. El gel lubricante estaba frío por lo que se le contrajo el culo. Eso despertó un cosquilleo en mi. Lo inflé despacio. Ella gemía cada vez. Lo seguía inflando. Una, dos, tres veces.
-No puedo, no puedo.-decía ella intentando asimilarlo.
Le saqué un poco el aire y ella respiró aliviada. Al momento volví a inflarlo y otra queja de dolor salió de su boca.
-¡Me está reventando el culo! ¡Por favor!
-Así es como quiero que lo sientas- le dije y le acaricié las nalgas.
Ella respiraba como si estuviera pujando. Eso me hizo pensar que estaba queriendo cagar el plug. Me subí encima de ella, tal como momentos antes habíamos tenido sexo. Con una mano la agarre del cuello y con la otra le apreté las mejillas. Mientras, con mi pelvis apoyaba el plug para que hundiera más dentro de ella.
-Si llegas a cagarlo voy a volver a metértelo y a inflarlo el doble de lo que está. Respira profundo y relájate. Relaja el culo porque te lo rompo.
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Hola! ¿Te gusta la historia? Vos podes decidir que pasa en el próximo capitulo.
a) La prueba de la orina: el amo le hace beber orina a la bella Lisa.
b) La prueba de la tortura: el amo castiga el cuerpo de la bella Lisa a golpes.
c) La prueba de retención: el amo obliga a la bella Lisa a retener fluidos en su cuerpo.
Comenta la opción que te gustaría que pase.
Nos vemos en el próximo capitulo.
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CASO CRIMINAL [BDSM ANAL]
RomanceUn abogado se dispone a ayudar a su cliente, Lisa, una ladrona de joyas que consigue escapar de la comisaría. A cambio de la ayuda, Lisa deberá entregar su cuerpo y su voluntad a su inesperado amo. ¿Podrá zafar de la cárcel y de la esclavitud sexua...