Festín de Cuervos

10 5 0
                                    

El corazón le destrozó una ingrata
con los celos que matan poco a poco
con el desdén que sin puñales mata
y con la infidelidad que vuelve loco.

Cansado del amor y de la vida
al agua se arrojó con furia ciego
y pronto lo que buscaba halló
paz y sosiego el infeliz suicida.

Para siempre su cadáver iba flotando
sobre las aguas del sereno río
y unos cuervos frenéticos graznando
iban siguiendo su cadáver frío.

Unas rocas ancladas como naves
detuvieron su paso en la angostura
y sobre el cayeron las negras aves
para darle en sus vientres sepultura.

Desgarrando sus ropas a picotazos
pronto mostraron su cuerpo desnudo
entonces comenzaron las negras aves
el delicioso festín de un hombre crudo.

Uno de ellos enorme y de fuerza extraña
escaló el sitio mejor, era el más fuerte,
desgarró su cuerpo a picotazos buscando
las entrañas motoras de la vida y la muerte.

Arrancole el corazón a picotazos
con ira audaz y con voraz codicia
devorándolo pedazo tras pedazo
bebiéndose su sangre con delicia.

Una vez con el hambre ya saciada
el cuervo se alejó de los despojos
abrió el cadáver sus hinchados ojos
y gritó con voz desesperada.

Arráncamelo entero, toma toma,
ya que de mi corazón nutrirte quieres
es mejor que un cuervo se lo coma
a que lo despedacen las mujeres.

Sé tu mi vengador vuela a su casa,
pasa por su balcón, torna vuela,
con ese pico rojo y esas garras
con que comiste tú las carnes mías
arranca las pupilas de sus ojos
para que quede ciega a la luz del día.

Que corazón mas tierno me he comido,
que corazón más tierno despreciaste
tú mujer de tu pecho lo arrojaste
y yo cuervo en mi pecho lo he metido.

Calla el muerto, la noche tiende el velo,
el negro cuervo callado no responde
abre sus negras alas emprende el vuelo
se dirige y va, ¡Solo Dios sabe donde!.

Suicidio o de la buena muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora