Sabiendo

CAPITULO II

TODOS LOS DERECHOS A SUS RESPECTIVOS AUTORES.

"Entonces, todo es cierto, entonces", dijo en voz baja.

Estaban sentados en la sala de espera del corredor entre las torres norte y sur. Uno de los miembros del personal había sugerido que esperaran en el vestíbulo principal o incluso en el patio en el nivel Plaza, pero la mirada incrédula de los dos recibió un respaldo inesperado... y no deseado... por parte de otro miembro del personal que soltó que tenían que quedarse. en las inmediaciones, "en caso de que necesitemos más sangre con urgencia... y él tiene la sangre adecuada que necesitamos".

Ese comentario bien intencionado pero mal pensado hizo que las mejillas de Chloe corrieran sangre, dejándola aún más pálida, sus ojos muy abiertos y afligidos, aún más oscurecidos. Lucifer miró a los dos miembros del personal del hospital y recibieron el mensaje, dándoles espacio rápidamente a los dos. Lucifer había envuelto sus brazos alrededor de ella mientras Chloe se apoyaba en él y su cuerpo temblaba con sollozos silenciosos, las lágrimas se acumulaban en las comisuras de sus ojos y corrían lentamente, gota a gota, por sus mejillas.

Lucifer se aclaró la garganta ante su sollozo y apoyó la mejilla en la parte superior de su cabeza. Yo nunca miento, detective. Puedo ser... escurridizo, a veces, pero no... no quiero mentir... y eso es algo que nunca quiero hacer, especialmente contigo. Siempre he sido honesto acerca de quién... qué... soy".

"Eres un ángel", dijo ella, en voz baja.

"Al diablo, querida", dijo él, corrigiéndola.

"A mí no, nunca a mí", dijo, con los labios temblando. Sus manos estaban envueltas alrededor de sí misma, como si Trixie todavía estuviera dentro de ella y estuviera tratando de protegerla. Cerró los ojos, apoyando la cabeza en su pecho, las lágrimas empapando la tela de su camisa. "¿Puedes... puedes ayudar? ¿Puede tu... hermano? ¿Su padre?" Ella sintió que su pecho se sacudía ante la pregunta.

"Oh, cariño... Ojalá pudiera... Ojalá Amenadiel pudiera... pero... ambos hemos caído. Y mi padre... no ayudará. Yo... creo que es un bastardo hecho y hecho... y... y ya me ayudó una vez... en el almacén... cuando... cuando Malcolm iba a...

"Iba a matarnos a Trixie y a mí", susurró Chloe, mirándolo a la cara, "y te mató a ti".

Lucifer respiró hondo. "Sí", dijo, "e hice un trato... le pedí un favor, le pedí que te protegiera... y me envió de vuelta". Dio una pequeña risa impotente. Siempre ha sido... económico. No dijo nada... pero me envió de regreso, así que pensé que quería que yo hiciera el trabajo por él".

Los ojos de Chloe exploraron la cara de Lucifer, viendo confusión impotente y compasión mezclada allí, y alargó la mano, acariciando su mejilla con la punta de los dedos de una mano. "Gracias por eso." Entonces sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente y volvió su rostro hacia su camisa... y él sintió sus sollozos sacudiéndola contra él nuevamente.

Cerró los ojos de nuevo, pensando, " papá, soy yo... otra vez. Yo... sé que dije que no pediría nada más, pero... te pedí que protegieras a Chloe, y... y ahora ella está sufriendo... Trixie... tu nieta es... puede ser... —No pudo terminar la frase pero si la desesperación era una etiqueta postal, habría dicho 'entrega especial, oración prioritaria'. Abrió los ojos y miró por el pasillo para ver la figura de Dan Espinoza que se acercaba rápidamente, cabello oscuro desordenado, vestido con una camiseta negra, jeans y una sudadera con capucha.

Dan había estado interrogando infructuosamente a un testigo, y se enteró de que había visto a un hombre blanco flaco, o un hombre negro corpulento, o tal vez un tipo asiático enjuto, que vestía una sudadera con capucha o una camiseta, ya sea gris, azul oscuro o negro desteñido, vistiendo jeans... que era calvo o tenía el pelo corto. Se tragó un comentario mordaz porque al mirar a los ojos del testigo, estaba bastante seguro de qué descripción tan coherente iba a obtener. Cerrando su cuaderno, llamó la atención de uno de los uniformados en la escena y con un movimiento de cabeza la llamó. Después de algunos comentarios tranquilos, convenció al testigo para que se hiciera a un lado, donde un técnico de emergencias médicas apareció poco después para mirarlo a los ojos y luego, juntos, lo guiaron en dirección al crucero para llevarlo a un centro de desintoxicación.