oo. the horse man

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˗ ˏˋ CHAPTER ZEROel hombre del caballo

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˗ ˏˋ CHAPTER ZERO
el hombre del caballo. . . !

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MUCHAS cosas empezaron a tornarse extrañas desde finales de junio pero nunca pensaron que se tratara de un apocalipsis zombie.

Cuando la electricidad se detuvo y el musgo comenzaba a crecer por todas partes.

Y cuando la oscuridad se adueñó del mundo. La historia del hombre quedó en el olvido.

Pero, ¿Cómo fue que en cuestión de segundos, todo se fue al abismo?

Nunca hubo ninguna alerta o señal que dijera: «La humanidad se extinguirá hoy y los humanos se volverán muertos vivientes, cuida tu pellejo y que la suerte esté de su lado» así que solo pasó. Ni siquiera nos habíamos preparado para un simulacro o simulación.

Y en cuestión de horas todo lo que se sabía de la humanidad se derrumbó.

Nadie supo qué o quién fue el culpable de extinguir la vida humana. Fue de repente el como las personas se volvían locas buscando a que otra persona podrían comerse.

Algunos pensaran en que fue un experimento fallido, otros dirán que es ira de Dios.

Yo solo pienso que ojalá el que creo esto haya muerto primero y de una forma dolorosa. No me pueden culpar por desearle la muerte ¡arruinó el mundo!

Pero aquí estamos, caminando y caminando sin algún rumbo pero con la mejor compañía, un perro sarnoso que roba mi comida.

Al menos tenemos un acuerdo, él me protege y yo lo alimento, somos lo único que nos queda ahora.

La tarde iba cayendo y la luz no tardaba en irse

- Está es nuestra señal, chico. Ven, busquemos donde dormír sin morir en el intento.

Me dirigía hacia un edificio de dudable resistencia, un alma entra y se derrumba pero hay peores formas de morir.

Saqué la navaja de mi bolsillo y me asome para verificar que no hubiera sorpresitas mientras Fangus iba por detrás mío.

Aún no se cómo he sobrevido semanas con una asquerosa navaja oxidada que en cualquier momento se quedará incrustada en la cabeza de esas cosas.

A lo lejos ví un tanque de guerra con una bella decoración en el cañón, el zombie le da el toque sin duda. Iba a acercarme hasta que escuché a lo que creo era el galope de un caballo, el ruido fue tanto que me quedé en mi lugar y quise retroceder hasta que sentí como Fangus se alteraba y no tardó en huir hacia el hombre que había caído del caballo.

Solté mi mochila y corrí hacia Fangus, quien se escondió debajo del tanque, no sin antes ayudar a aquel hombre y ambos copiar la acción del perro y escondernos debajo del tanque.

Pateando a los zombies que se arrastraban y el hombre disparando del otro lado escuché como el hombre ya desesperado dijo algunos nombres, suplicando que lo perdonarán y así colocándose la pistola en si cabeza.

- ¡No! - le tumbé la pistola y abrí el pequeño agujero que estaba por debajo. Subí primero a Fangus y no tarde en copiar su acción subiendo.

Tome a Fangus y me dirige al rincón a esperar a que el hombre vestido de oficial subiera. Mi respiración estaba agitada y mi corazón latiendo a mil por hora. Recargue mi cabeza sobre la pared de metal e intentar acariciar a Fangus pero un sonido detonante me distrajo. Jesús María y José pensé que el loco me había disparado a mi hasta que ví a un zombie a lado de él.

Mi mirada borrosa solo vió al hombre subirse a una silla y sacar la cabeza por el mirador. Aproveche y tome un arma que descansaba en el piso, la guarde en mi chamarra, me dirigí a mi lugar y lo ví caer.

Iba a decirle que para la próxima que se quiera suicidar me avisará para alejarme lo más posible de él, hasta el un sonido me calló.

Una emisión de radio, ambos volteamos a ver un radio roto a lado mío.

- Oigan, ustedes. Par de idiotas. Los del tanque. ¿Se encuentran cómodos? - por primera vez el hombre me miró confundido y frunciendo el ceño como si apenas se percatara de mi presencia. Lo cuál creo que es así.

Efectivamente, se le botó la canica.

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SAFE & SOUND,, Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora