NEVER FELT SO ALONE | will x warren

OO3: si tuviera treinta

Will no estaba participando en ninguna conversación del todo, quizás porque no sabía a cuál de todas prestarle atención, por un lado estaban Ethan y Zach quienes parecían estar discutiendo sobre quién era el héroe más poderoso de una serie de comics que estaban leyendo, a Will le resultaba divertido ver como Ethan se esforzaba en dar una explicación basada en la lógica solo para que Zach decidiera irse por la opción que luciera más cool; por otro lado estaba Layla quien probablemente le estaba hablando a él, así que procuraba prestarle más atención que a las otras conversaciones, una vez más estaba hablando sobre que debería haber más variedad de almuerzos vegetarianos, las posibilidades de retirar la carne del menú se volvían nulas pero eso no quería decir que la escuela no pudiese dar más opciones, estaba cansada de tener que preparar su desayuno todas las mañanas al no querer arriesgarse a que la comida de ese día tuviese algo de carne; Jeremiah parecía metido en su propio mundo, la mirada fija en su celular como si esperara alguna notificación, lo dejaba por un par de minutos, hacía alguna clase de comentario trivial o burlesco, supuso que hablaba con Warren pues era el único que no estaba metido en otra conversación, pero él parecía demasiado concentrado en el comic que estaba leyendo como para prestarle atención a Jeremiah, de cualquier manera no importaba demasiado pues a los pocos instantes una vez más estaba metido en su teléfono; Magenta era la única que hacía falta en la mesa, pero no fue difícil asumir que debía estar con su novia.

Casi como una invocación, ambas aparecieron en la cafetería pocos minutos después, Magenta se mantenía cerca de Skyler quien se detenía con ciertos grupos de personas antes de entregar unas cuantas hojas para después pasar al siguiente grupo, sin embargo, nadie en la mesa de Will había notado esto hasta que ambas ya estaban básicamente sentadas en las esquinas de los asientos.

—Hola chicos, lamento interrumpir sus conversaciones —dijo Skyler con una sonrisa amable llamando la atención de todos—, no les quito mucho tiempo, este sábado en mi casa haré una fiesta, ustedes saben nos lo merecemos por soportar una semana más en esta escuela de locos —bromeó mientras comenzaba a pasarle las hojas a cada miembro del grupo—, ojalá estén libres, ya saben, siempre son bienvenidos —al terminar de entregar las invitaciones se levantó de la mesa y se despidió para ir con su propio grupo de amigos.

—¿Una fiesta? —preguntó Will echándole un vistazo a la hoja entre las manos de Layla incluso cuando tenía la suya propia.

—Creo que es la primera a la que nos invitan —comentó Layla soltando una ligera risa antes de voltear a ver a Magenta— ¿Alguna razón en particular?

Ella se alzó de hombros en respuesta.

—Son ventajas de ser amigo de la novia de una de las chicas más populares de la escuela —intervino Zach.

—Tu novia es casi tan popular y haz salido con ella más tiempo del que Magenta ha salido con Skyler —Ethan levantó una ceja señalando los hechos.

—Jennifer no hace fiestas, no le gustan esa clase de cosas.

—Solo vayan ¿Si? ira pura gente que no conozco y aunque Skyler esté conmigo seguro que también se estará con sus amigos y no tengo ánimos de lidiar con los idiotas de la clase de héroes —le dirigió la mirada a Warren y Will luego de unos segundos—, sin ofender.

Ambos hicieron un movimiento con la mano en señal de restarle importancia, estaban de acuerdo de cualquier modo, aunque había excepciones y algunos en realidad si eran personas amables, en su mayoría quien estaba en la categoría de "héroe" tenía altas probabilidades de ser un engreído que basaba toda su personalidad en ser mejor que los asistentes. El tema de la fiesta no fue de gran relevancia en la mesa, todos estaban seguros de que igual asistirían ¿Por qué no hacerlo? sería algo divertido, aunque Will no podía evitar recordar la manera en la que Gwen lo engañó para básicamente organizar una fiesta en su casa —una excusa para tener la oportunidad de robar el pacificador—, trataba de no pensar mucho en ello porque sabía que él mismo había enmendado su error al salvar la escuela junto a sus amigos, aunque eso no era suficiente para alejar la idea de que era algo que pudo haberse evitado de haber sido un poco más consciente.