Capítulo 26

851 70 3
                                    

POV Poché

Habían pasado un par de semanas de mi encuentro con Daniela, o más bien de mi no encuentro con Daniela, era jueves y quedamos en vernos mañana nuevamente, esta semana con Manu había sido un poco tensa, lo raro es que no era por mi parte, sino por la suya, estaba muy distante de mí y eso me molestaba. Salí tarde de la oficina y cuando llegué a casa lo encontré escuchando música y tomando una copa de vino en el salón.

Poché: Hola lindo - me acerqué y dejé un pico en sus labios -
Manu: Hola
Poché: ¿Qué haces?
Manu: Escuchar música
Poché: ¿Ya cenaste?
Manu: Sí
Poché: Oh, pensaba que podríamos cenar por ahí
Manu: Me pedí comida y te pedí para ti también, está en la cocina.
Poché: Gracias - le sonreí y me acerqué otra vez exigiendo un beso más prolongado asegurándome de tocar su torso para animarlo -

Al principio no cedió pero a los segundos me devoró en un beso bastante apasionado. Ambos nos separamos un poco con la respiración agitada.

Poché: Voy a cenar
Manu: En un rato voy a hacer compañía, me voy a duchar - me dio un pico y subió las escaleras -

¿Qué había sido eso de repente? Me pregunté a mi misma, pero negué con la cabeza, si se piensa que puede ignorarme toda la semana, acostarse con Daniela y pretender tenerme a mí también está muy equivocado. Saqué la comida de la bolsa, era mi plato favorito de uno de los restaurantes que más me gusta. Sonreí estúpidamente, soy una hipócrita, le exijo fidelidad a él cuando hago lo mismo...
Comí tranquila mientras veía unos documentos de la empresa en el teléfono, al rato bajó Manu pero no le presté atención hasta que se puso detrás de mí y comenzó a masajear mis hombros.

Manu: ¿Qué tal el trabajo?
Poché: Un poco aburrido, estamos de documentación y es todo papeleo ya sabes
Manu: Sí - comenzó a dejar besos en mi hombro -
Poché: ¿Qué haces?
Manu: ¿No le puedo hacer un masaje a mi mujer?
Poché: Si es solo un masaje sí - él suspiró frustrado -
Manu: Está bien ya me aparto - se sentó al otro lado de la mesa, no llevaba camiseta -
Poché: No te enojes, estoy cansada
Manu: Está bien - dijo inmerso en su teléfono -
Terminé de comer y lavé los platos, subí a la habitación y me cambié poniéndome el piyama. Me senté en la cama mientras ponía crema en mis piernas, Manu entró en la habitación y comenzó a vestirse.
Poché: ¿Dónde vas?
Manu: A ver a mi madre
Poché: ¿A esta hora?
Manu: Son las 11
Poché: Pero... ¿A qué hora volverás?
Manu: No lo sé nena, quizas me quede a dormir allí si me da mucha pereza volver.

Los celos comenzaron a llenarme de ira. Si creía que podía irse estaba muy equivocado. Me paré en la puerta antes de que salga.

Manu: ¿Qué haces?
Poché: No te vas a ir a ningún lado - dije seria tomando su cartera y volviéndola a llevar a su mesa de noche -
Manu: ¿Qué? ¿Por qué?
Poché: Porque no quiero, no tienes nada que hacer con tu madre a esta hora
Manu: Y por lo visto contigo tampoco - soltó molesto -
Poché: Asi que es eso, vas a tener sexo por ahí
Manu: Ni sabes de lo que hablas - fue a buscar nuevamente su cartera, metiéndola en su bolsillo -
Poché: ¿Tan desesperado estás que necesitas pagar por sexo? ¿Eres un adolescente o qué?
Manu: Se te ha ido completamente la cabeza - dijo saliendo de la habitación -

Lo seguí hasta abajo y cuando iba a abrir la puerta de la entrada se lo impedí.

Manu: Poché - dijo mirándome molesto -
Poché: No te vas a ir - le dije seria -
El se dio la vuelta y suspiró, sabía que estaba molesto.
Manu: Déjame irme - dijo intentando bajar el tono de su voz -
Poché: No
Manu: Entonces dame sexo - se giró mirándome de arriba a abajo - Llevas todas las putas semanas provocándome
Poché: ¿De qué hablas?
Manu: Que me mandas fotos de tu escote
Poché: Por Dios es una foto de buenos días
Manu: ¿Y lo del otro día en tu oficina?
Poché: ¿El qué?
Manu: Te fui a ver, te levantaste me devoraste la boca, me tocaste y te entró una llamada y dijiste que terminaríamos en casa, y o sorpresa llegaste cansada - dijo enojado -
Poché: Ese día tuve muchos problemas
Manu: ¿Y ahora que llegaste? ¿Por qué me calientas si no vas a hacer nada?
Poché: Te di un beso de llegada a casa, mierda malinterpretas todo, pero dime ¿realmente vas a ir a ver a tu madre?
Manu: NO
Poché: ¿Y donde ibas?
Manu: !Iba al puto coche a tocarme! - gritó - ¿ES QUE ESO ES UN DELITO?

No quise escucharlo más y me tiré a su boca, él me levantó por la cintura y yo enrollé mis pies en su cadera. El beso que nos estábamos dando no era nada dulce o romántico, era un beso desesperado, un beso nervioso, un beso para evitar una discusión mayor.

Me llevó a la mesa del salón y me acostó ahí. Seguíamos inmersos en un beso apasionado, nos separábamos solo para respirar y quitarnos prendas de ropa, arrancó mi piyama y yo desesperadamente quité también sus pantalones. Dejando salir su miembro completamente erecto. Lo tomé con mi mano y lo masturbé mientras seguíamos besándonos, mordiéndonos y sintiéndonos. El rápidamente apartó mi mano de allí, me abrió las piernas y se introdujo en mí de una forma un tanto brusca.

Poché: Mierda - gemí -
Manu: ¿Te lastimé?
Poché: No - mentí - Sigue

El siguió penetrándome y yo empecé a disfrutarlo, cada vez iba más rápido y más fuerte, el sexo de reconciliancion siempre fue de mis favoritos, aunque no sé si había reconciliacion, En un momento me empecé a deslizar más al centro de la mesa y él desesperado por seguir el ritmo dentro de mí se subió a la mesa, salió un segundo de dentro de mí solo para darme la vuelta y ponerme en cuatro. Mis gemidos inundaban toda la habitación, ya había tenido como 3 orgasmos, nuestros cuerpos estaban sudados y la mesa se movía de una forma loca por nuestro vaivén.
En un punto la mesa no aguantó más y se rompió cayendo ambos al suelo. Aún así seguimos hasta que él corrió dentro de mí y ambos caímos desplomados en el suelo.

Manu: Joder - dijo con la respiración agitada - Eres tan deliciosa - dijo deslizándose hasta llegar a mi centro - me encantas - iba a meter su boca en mi centro pero lo tomé de la barbilla y tiré hasta juntar nuestras bocas -
Manu: Déjame probarte - mordió mis labios -
Poché: No quiero más - dije agitada -
Manu: ¿Qué cómo que no? - dijo extrañado -
Poché: Estoy cansada lindo ¿Qué parte no entendiste?
Manu: No sé, quizas me perdi en la parte donde tenemos sexo en el salón despues de semanas y te quiero hacer un oral y no quieres... explícame eso
Poché: ¿Y tú cuándo me vas a explicar que te sigues acostando con Daniela? - dije fría sin saber por qué la traía a la conversación -
Manu: ¿Qué?
Poché: Te crees que soy imbécil, pero no lo soy - dije levantándome - Sé que te estás acostando con ella
Manu: ¿Y qué? - respondió frió levantándose también - Pensé estaba permitida
Poché: Y lo está por eso yo también me estoy acostando con ella - dije sonriéndole cínicamente -
Manu: !¿Qué?! - dijo alterado - ¿Tú te estás acostando con ella? - dijo con los ojos muy abiertos sorprendido -
Poché: Sí ¿No era nuestra permitida? - dije burlándome de él -
Manu: ¿Y qué pasa? - se acercó y tomó mi barbilla - ¿Es que ella ya te dejó cansada esta semana y por eso no querías sexo conmigo?
Poché: No seas estúpido
Manu: A mi me deja bastante cansado cuando nos vemos - dijo relamiéndose los labios - Hace un muy buen trabajo ahí abajo - dijo bajando su vista a su miembro y mordiéndose el labio intentando molestarme -
Poché: Un muy buen trabajo - dije tomando su miembro - Es la mejor de hecho - su sonrisa se borró, ahora los dos estábamos jugando a un juego bastante peligroso -
Manu: ¿Crees que ella te puede dar tanto placer como yo? - dijo arrogante -
Poché: No lo creo, lo sé - dije notando su miembro duro entre mis manos -
Manu: Te haré cambiar de opinión - sujetó mi cintura con fuerza -
Poché: No creo - dije volviendo a besarlo -

El sofá, el suelo, las escaleras y por último nuestra cama fueron testigo de puro sexo desenfrenado. En las escaleras ya le había pedido a Manu que lo dejemos pero él insistía que me iba a cansar y vaya si lo consiguió. Me quedé dormida por completo después de la última vez.

POV Manu

Me desperté en mitad de la noche escuchando a Poché vomitar, me acerqué al baño y me agaché a sujetar su pelo, ella tenía puesta una camiseta larga y parecía que se había dado una ducha. Cuando terminé le acerqué un vaso con agua, ella se enjuagó la boca. La ayudé a levantarse, estaba bastante pálida.

Manu: ¿Amor? ¿Qué te pasa?
Poché: Yo... no me siento muy bien, llévame a la cama
Ella puso su brazo encima de mi hombro y la llevé caminando despacio a la cama.
Manu: Llamaré a un médico
Poché: No - se quejó al sentarse en la cama -
Manu: Por favor - dije levantándome a buscar mi teléfono -
Poché: Manu no - dijo levantándose -
Manu: Sí - cuando me giré para verla ella se desvaneció en el suelo -

Corrí a su lado, la llamé por su nombre pero no respondía, la acosté en la cama mientras llamaba a una ambulancia y seguía intentando que reaccione. La ambulancia estaba en camino, y yo fui a buscar una toalla mojada para pasarle por la cara, cuando de repente vi sangre en su entrepierna. La ambulancia llegó e inmediatamente la llevaron al hospital, yo fui con ella, la ingresaron de urgencias y yo quedé en la sala de espera bastante asustado.

Hermosa adquisición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora