los Familiares olvidados

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En los tiempos donde el come perros trajo a la vida a los muertos, A Oriental estaba en la casa de su hermano con sus demás familiares, empacando para irse a ver a unos viejos amigos.

Su novia, Hungría, lo miraba empacar para irse unos cuantos meses, si bien el joven ya le contó a sus abuelos, padres y hermanos sobre eso, la Húngara se preguntaba como iba a llegar allá.

Hungría: Oriental?

A Oriental: *mira a Hungra* Sí?

Hungría: Como vas a llegar? Ya no eres un fantasma....

A Oriental: Recuerdas a las regiones?

Hungría: Como Mesopotamia? Sí.

A Oriental: Bueno, solo necesito hablar con Siberia y listo.

Hungría: ....Cuídate sí?

A Oriental le pareció tierno la forma en la que Hungría se preocupaba por él, por lo que se acercó a ella y le dio un beso tierno en la boca de la mayor el cual la contraria correspondió gustosamente.

A Oriental: *separandose* tranquila, prometo volver.

Hungría: *mirando al suelo* mas te vale...

Después de eso, A Oriental termino de empacar y se fue despidiéndose de su Novia, Padres, Abuelos y Hermanos después de quitarse a estos últimos de sus piernas.

Un rato más tarde, se encontró con Siberia quien lo recibió con gusto.

Siberia: Hola Oriental!! Como te va?

A Oriental: Bien, será que....

Siberia: Sígueme

Oriental y Siberia caminaron por un tiempo a través de las grandes montañas nevadas de la región Rusa de Siberia.

En una de ellas, había una cueva cubierta de lo que parecían ser hojas colgantes de los árboles, árboles que sólo se pueden encontrar en los bosques tropicales.

Siberia le dio el paso a Oriental quien, sin dudarlo, entró a la cueva que se veía infinita, claro, no sin antes decirle algo a Siberia.

A Oriental: Te enviare una carta cuando valla a regresar.

Siberia: Aun no te acuerdas del camino verdad? *se crusa de brazos*

A Oriental: No 💧, recuerda-

Siberia: Grabar todo lo que pasa en las reuniones lo sé, cuando van a venir de visita?

A Oriental: Aun no están listos pero algún día te los presentaré.

Siberia: Con eso vasta, nos vemos *se despide con su mano*

A Oriental: Adiós *hace lo mismo*

A Oriental se encaminó en lo más profundo de la cueva, dejando a Sibera en la entrada, la cueva era rocosa pero cálida por dentro, como si estuviera en un campo o pradera, claro, todo tenía una explicación.

Conforme iba avanzando, Oriental saltaba por algunas rocas y de su mochila sacaba la cruz de los Caballeros Teutonicos, cruz heredada por su familia desde el reinado de Prusia.

Una vez se la puso, la cruz comenzó a brillar con un tono gris, causando también un brillo de color gris en una parte de la cueva, Oriental ya se encontraba muy lejos de la entrada por lo que siguió la luz sabiendo que nadie lo seguía, después de todo, solo Siberia conocía esa zona en las montañas Rusas.

Al llegar al origen de la luz, Oriental se encontró con un lago, el lago tenía un tono cristalino sin embargo, no reflejaba el fondo de este, sino que reflejaba un tipo de pradera, claro, si reflejaba cosas como un lago normal, el Aleman podía verse a si mismo en el lago.

Pendejadas con las familias Rusas y AlemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora