POV REBECCA.
Esa chica era muy linda, lo acepto, su ropa era elegante y era evidente que venía seguido a este bar.
Después de saludarnos ella se sentó al lado mio y estuvimos platicando de diversos temas.
Ella me invito un cóctel, y otro, y otro ,y otro.
Hasta que se me dio por tomar mi celular de la barra y ver la hora.
-¡O por Dios!
-¿Que sucede?
-Ya es muy tarde.
Cuando dije eso me levante rápidamente, tomé mis cosas y antes de voltear hacia la puerta recordé que había terminado con Nop.
Yo vivía en su casa, vivía de su dinero, prácticamente no tenía nada.
Al parecer ella noto que estaba pensativa ya que se me acercó.
Se paro frente mio y puso su mano en mi mejilla me di cuenta de que una lágrima había escapado de mis ojos.
Rápidamente quito su mano y se volvió a sentar y me invito a sentarme a su lado.
-¿Que pasa?
-N..nada.
Realmente no sabía si contarle o no ya que le estaría contando todo sobre mi padre a una completa desconocida.
-Tranquila, yo no juzgo, todos somos humanos, nadie es perfecto-estiro su brazo para volver a servir dos vasos de vino, me estiro la mano y me dio uno de los vasos-Mira, se que me acabas de conocer, pero puedes estar tranquila, no te voy a obligar a nada, pero si hay algo en lo que pueda ayudar gustosa puedo hacerlo.
-Yo...vivía con...mi...mi...novio.
-Ahh, y...¿pelearon?
-No...el...me...me termino.
-Oh.
Al decir eso un silencio incómodo nos evadió, ya que era demasiado tarde había muy poca gente en el bar, era miércoles así que no había mucha gente interesada en embriagarse entre semana.
Solo estábamos viendo a todos lados tratando de no hacer contacto visual con la otra, o bueno eso hacia yo.
Pero me di cuenta de que me estaba mirando y decidió romper ese silencio incómodo.
-¿Tienes donde quedarte?
Yo solo volte por que digamos que me impacto la pregunta.
-N...no, la casa es de el, prácticamente vivía de el, nunca me dejó trabajar ni ser independiente.
-Si quieres puedes venir conmigo.
-Pero, me acabas de conocer.
-Si lo sé, pero pareces buena chica, no creo que seas capaz de matar una mosca.
-Tampoco me subestimes tanto.
-Bueno...solo fue una sugerencia.
-Esta bien.
-¿Que?
Volteo incrédula con el ceño fruncido, al parecer no creía que había aceptado su propuesta, pero no me quedaba de otra, realmente no tenía a donde ir.
Prácticamente todo lo que tenía no era mío, si no te Nop.
-Esta bien iré.
-De acuerdo vamos.
