ep.47

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El tiempo seguía pasando, ahora seguía jugando con Biyin cada vez que tenía oportunidad, nos habíamos convertido en algo así como mejores amigas.

Ya no tenía que mentir respecto a nada, simplemente vivir mi vida era genial.

Estaba a punto de prender directo hasta que ví a Karchez entrando para buscar algo desesperadamente

—¿Hola?.— reí mirándolo

—Debo ir a casa.— dijo siguiendo con su búsqueda —No recuerdo dónde dejé mi cargador.—

Me estiré un poco y moví una pequeña caja que había sobre mi escritorio, debajo estaba el cargador

—Gracias.— exclamó tomándolo y salió de ahí prácticamente corriendo

Me levanté de mi silla y lo seguí, estaba intrigada por su urgencia

—¿Todo bien?.— cuestioné mirando como se ponía su suéter

Tomó mis mejillas y acercó mi cara para dejar un pequeño beso en mi frente

—Mamá enfermó, tengo que ir con ella.— avisó

De inmediato fuí a tomar mi suéter, él me miró intrigado

—Voy contigo.— avisé —No me pediste que fuera pero quiero estar ahí por tu mamá.—

Él asintió con una pequeña sonrisa

—No pienso volver hoy, si me acompañas tendrás que volver sola.— explicó y asentí estando de acuerdo —O puedes quedarte allá, lo que sientas mejor.—

Cualquier opción sería buena con tal de darle mi apoyo tanto a Karchez como a su madre, ella había sido bastante amable conmigo desde que me conoció

Salimos de mi casa y tomamos un taxi para llegar lo más rápido posible

—¿De qué está enferma?.— cuestioné por fin

—No lo sé con exactitud.— confesó —La llamé para ver cómo estaba y escuché su voz rara pero cuando le pregunté simplemente dijo que estaba bien, sé que no es cierto, mamá siempre se hace la fuerte conmigo.—

Agarré su mano y le sonreí

—Verás que si está bien.— aseguré

—Eso espero.— suspiró —Soy bastante apegado a mi madre.—

Era claro que yo sabía eso, reí un poco.

Seguimos el camino, yo había publicado un tweet diciendo que no habría directo, obvio no dí las razones. En poco más de media hora llegamos

Pagamos, bajamos y fuimos directamente a la casa.

Al entrar un buen olor invadió mi nariz

—Está cocinando.— exclamó —Se supone que está enferma.—

Caminamos hasta la cocina y ahí estaba ella cocinando

—¿Mamá?.— la llamó y ella por fin nos miró

Karchez extendió sus brazos para recibir un abrazo de su madre pero ella fué directamente hacia mí.

—Carlos no me dijo que venías.— avisó mirándome —Te hubiera cocinado algo especial.—

Sonreí, ella siempre me hacía sentir mimada

—Vine de último momento.— conté alejándome un poco de su abrazo —Él me dijo que usted estaba enferma y quise venir.—

Ella miró a Karchez que se encontraba de brazos cruzados, estaba ofendido porque su mamá me hubiera elegido

—Te dije que estaba bien.— le reclamó soltandome para ir a saludar a su hijo

—Escuchate.— pidió abrazándola —Te escuchas mal.—

Era cierto que parecía algo agripada pero la preocupación de Karchez había sido extremista

—Estaría bien con un jarabe.— rió —No pude evitar que vinieras, por eso te estoy preparando la comida.—

—Yo no me voy de aquí hasta que tú estés bien.— peleó

Reí de nuevo, la madre de Karchez simplemente le hacía caras mostrando su desacuerdo

—Pensé que me había librado de ti.— se quejó y ahí mi risa estalló

Mi novio se acercó a mí para cubrir mi boca con su mano, yo simplemente lo mordí

—¡Oye!.— gritó y su mamá rió —Que complot.—

Mientras esperábamos que estuviera lista la comida nos pusimos a charlar un rato sobre todo, estábamos poniéndola al día

—¿Hiciste que mi hijo leyera un libro?.— cuestionó sin creerlo, yo asentí —Eso es un milagro.—

—¿Eres mi madre o la de ella?.— preguntó él

—De ella.— respondió sin duda alguna, yo asentí dándole la razón —Si pudo hacer que leyeras y te interesaras por una historia a tal grado de seguir estudiandola creo que es más que obvio que será mi hija.—

Esto me hacía sentir como si tuviera una familia que me apoyara, era bueno tener un respaldo

—Estás siendo cruel.— exclamó él y ella se burló

Pasó un rato y ella fué a recostarse, se había tomado unas medicinas antes de que llegáramos y le estaban surgiendo efecto

—Debí dejarte en casa.— se cruzó de brazos

Me acerqué para besar su mejilla y negó

—Ni así me pondré contento de nuevo.— avisó y besé su otra mejilla —Bueno, está bien.—

—Que rápido cambias de opinión.— me burlé y él rió

Apagamos la comida que había estado en la estufa, decidimos que esperaríamos a que su madre se levantara para comer juntos

𝐄𝐑𝐎𝐒 [Karchez X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora