Esta vez estaba motivado para levantarse de una cama inmensa, se revolcó y empezó a estirarse mientras observaba en paisaje que la ciudad ofrecía.
Tenía que ir a la cafetería de nuevo y dar una buena disculpa por lo sucedido el día anterior. Pero, ¿como iba a encontrar las palabras adecuadas para aquel rubio? Si tan solo con pensar que era Inui se le volcaba el corazón...Se decidió y empezó a dar largos pasos para la puerta del apartamento. Abrió la puerta con cautela y solo vio una alfombra que iba hacia los pies de un ascensor. Cerró adecuadamente la puerta con llave y se dispuso a bajar en el ascensor.
"Planta 0" sonó la voz del ascensor. Y Koko piso decidido el blanco mármol de la planta. Apresuradamente salió del edificio y saludó al viejo recepcionista de la entrada con un simple gesto con la mano.
Al salir, noto un ligero aroma a café y supo que la tienda estaba abierta.Al entra en la tienda, noto que estaba más llena de lo que normalmente estaba. Era de extrañar que un domingo por la mañana, la gente estuviese dispuesta a madrugar y coger un ticket para esperar 10 minutos para que le sirviesen su café.
Esa vida era de gente amargada, pensaba Koko cada vez que cruzaba esa avenida para ir a trabajar. Nunca pensó que entraría a esa tienda.
Pero una mañana desafortunada, no tuvo elección y entró para tomar un desayuno rápido. Nunca iba a imaginar que se encontraría con la única persona que le hizo sentir vivo de verdad y con la única persona que realmente había amado en esa vida.
Tal fue la sorpresa que Koko hizo lo inimaginable para un reencuentro, huir sin decir ninguna palabra.Para cuando llegó su turno, había practicado una disculpa verdaderamente sincera en su cabeza y que al recitarla, llegaría hasta el alma de cualquier persona.
- buenos días, ¿Que desea para desayunar? Tenemos panes, bollos, magdalenas, napolitanas... Además que puede elegir una bebida para acompañarlo. - sonó una voz.
Ahora sí que era su momento de brillar y hacer uso de todo lo que había aprendido de ser un caballero.
- Inui, siento profundamente lo que sucedió el día anterior. Mi verdadera razón por la que estar ahora aquí presente contigo es disculparme personalmente cara a cara junto a la persona que hice daño. Nunca quise tener la reacción que tuve ese día, mi impulso fue el que hizo que tomase esa decisión, pero de ahora en adelante ya no tendré que hacer eso y no huiré nunca más de ti. Lo prometo. - recitó Koko cerrando los ojos.
- perdone usted por interrumpirle señor.
Pero creo que se equivoca de persona. - dijo el empleado detrás del cajero.Koko abrió los ojos como platos para ver si realmente se había equivocado y había dicho todo una disculpa a alguien random de la cafetería. Pero no, Inui estaba allí plantado delante de él. No era cualquier otra persona, era Inui Seishu.
- Perdona? Inui? Te acabo de dar mis más sinceras disculpas de lo que pasó el otro día. - dijo Koko extrañado por la reacción del otro.
- Perdone usted, pero no recuerdo nada de lo que pasó. Además, ¿Cómo es que sabe usted mi nombre? - el dependiente dijo tranquilo.
Koko se congeló en su lugar. ¿Es enserio que su preciado Inui no se acordase se él? ¿Después de todas las aventuras vividas junto al él se quedasen reducidas a unas simples palabras? No podía ser real.
- P-Pero, Inui, ¿N-no te acuerdas de tu mejor amigo Koko? - Koko preguntó con tono nervioso.
- No, definitivamente no se quién es usted, ni porque me ha hecho todo esta disculpa que parece de telenovela. - dijo Inui seriamente. - Ahora, ¿podría usted retirarse de la cola y dejar que clientes puedan pedir su pedido?- finalizó.
Koko no dijo ninguna palabra más y se retiró lentamente de la tienda. Subió en silencio los escalones que llevaban a su casa. Y entró pagando su espalda a la puerta. Deslizando lentamente su cuerpo y sentandose el el frío suelo.
"¿Es posible que haya hecho más el ridículo en esta semana?" Pensó Koko a sus interiores. "Además que Inui no te recuerde es algo muy extraño de él, siempre venía saludando y preguntando de cómo te había ido el día" A Koko esos momentos le parecieron relajantes. Escuchar a su persona favorita contar y contar más cosas mientras que este cerraba los ojos y escuchar plácidamente.
Enterró su cabeza en sus brazos y empezó a imaginar algunos recuerdos que tuvo con Inui. Sonrió ligeramente al recordar que él era el único que supo de su enamoramiento con Inui. Y al recordar vivencias pasadas, un antiguo sentimiento volvió a nacer en Koko. Notó que algunas mariposas que estuvieron encerradas durante años pudieron batir las alas dentro de su estómago.
Se sintió feliz de poder experimentarlo de nuevo, la felicidad había regresado con él.