Ushijima Wakatoshi es el alfa jefe de una de las organizaciones criminales más importantes de Japón y por obligación de su madre se encontraba en una subasta de Omegas, debía comprar un "juguete" según las palabras de su progenitora.
Lo que el alfa...
Tendou no sabía en qué momento había sido tomado por aquellos hombres, sus padres no habían dudado un solo momento en dejarlo como pago por sus apuestas. Desde el momento en que supo que era Omega su vida había cambiado, pero esto ya era algo ridículo.
Al llegar al lugar a donde lo habían llevado pudo observar a un montón de omegas, algunos parecían felices de estar en ese lugar y luego estaba él que la verdad esperaba lo peor, no era tan lindo como otros omegas, por eso mismo le habían hecho bullying en la escuela y no era capaz de conseguir ningún trabajo decente.
Cuando fue puesto en el escenario esos comentarios le dolían, pero tampoco podía esperar mucho de unos alfas ricachones y frívolos.
Al momento de pensar que nadie lo compraría, una pequeña parte de su lado Omega se sintió ofendido, pero su ser racional le decía que era normal no querer ser comprado; por eso se sorprendió cuando un alfa dominante se ofreció a comprarlo de una manera tan determinada. _____________
Al despertar se encontró en una gran habitación, en una cama enorme y supremamente cómodo, además no menos importante había un olor delicioso que llenaba sus pulmones.
Se sentó en la cama y se notó el camisón de seda que tenía puesto, no había rastros de nadie y eso lo incomodaba un poco.
- buenos días -dijo Ushijima que venía saliendo de la ducha y solo tenía una toalla puesta en su cintura-
Las mejillas de Tendou se pusieron supremamente rojas, ya era un adulto de 19 años y sabía la razón por lo cual lo habían comprado, jamás imaginó que su primera vez sería de esa forma, pero estaba esperando una orden de ese hermoso alfa, optó por ser colaborativo y se iba a empezar a quitar el camisón
- alto -dijo Ushijima que tomo sus manos- no te traje para esto -le acarició suavemente la mejilla con sus dedos-
- pero -iba a hablar pero sus palabras fueron interrumpidas-
- serás mi compañero, solo si tú lo deseas -sonrio levemente- no estás obligado a nada
Tendou no tenía un solo recuerdo de una persona que lo haya tratado tan lindo y mucho menos un Alfa.
- gracias -dijo avergonzado-
- ahora me vas a acompañar a un lugar, mandé a traer ropa para ti, ve a darte un baños y luego vamos a desayunar -dijo Ushijima que empezó a buscar en si clóset la ropa que usaría ese día-
Ushijima quería llevarlo con Akaashi, sabía que con otro Omega quizás se abriría más y se dio cuenta que Tendou era demasiado sumiso y estaba dispuesto a estar sexualmente con él, pero como una obligación y el alfa no quería eso.
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La ropa de Ushijima
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La ropa de Tendou
Cuando bajaron a desayunar la madre del alfa casi se va de espaldas al ver semejante desperdicio de dinero, sabía que su hijo tenía mal gusto desde el día que había rechazado a Oikawa pero esto ya era ridículo
- ¿Qué significa esto? -dijo notablemente molesta-
- hice lo que me pediste -dijo de manera seria y puso a Tendou tras él- no tienes derecho a interferir en mis decisiones
- soy tu madre -dijo sería y trato de demostrar respeto con sus feromonas-
- ya no soy un niño -dijo serio- toma asiento -tomo el asiento para el pelirrojo y lo acomodo-
El desayuno fue sumamente incómodo para el Omega, sentía que esa mujer lo iba a matar con la mirada y lo veía como si fuera basura.
Al terminar el desayuno ambos subieron al auto del alfa y el ambiente era algo tranquilo, se le hacía raro que un alfa tan serio pudiera transmitir tanta Paz
- disculpa -lo miro- olvide decirte mi nombre, es Ushijima Wakatoshi y tengo 20 años
- yo soy Satori Tendou y tengo 19 años -sonrio levemente-
- vamos a ir a donde un amigo, te vas a quedar con él mientras yo me encargo de unos asuntos -lo miro- ten -le dio su tarjeta negra- por si necesitas algo
Tendou sentía que debía estar en un sueño, ningún alfa era así, todos eran unos prepotentes como la señora Ushijima y sabía que aquellas palabras eran por su aspecto.
Al llegar a la mansión de los Akaashi fueron recibidos por Keiji
- Keiji lo dejo a tu cuidado -dijo Ushijima y dejo un beso en la mejilla de Tendou-
El pelirrojo se sonrojo hasta más no poder
- no te preocupes waka -sonrio Bokuto que venía saliendo- nosotros lo cuidamos
El de cabellos oliva tomo su auto y dejo a Tendou con la pareja
- mucho gusto -sonrio Keiji- mi nombre es akaashi Keiji y él es mi pareja
- es mi omega, se que es hermoso pero por favor no trates de coquetear con él -sonrio, pero también lo miro de una manera fría-
Los tres fueron a un gran salón en donde akaashi se quedó solo con Tendou
- ¿Sabes que haces aquí? -lo miro Keiji-
- no -respondio con honestidad-
A los ojos de Tendou Keiji era la perfección de un Omega, pero había algo que le inquietaba, parecía que él mandaba y no el alfa que había visto hace un rato.
Al Omega le había llegado un mensaje con las indicaciones que Ushijima le había dado, quería que volviera a Tendou un Omega tan seguro como lo era él y eso no sería tarea fácil, pero nada era imposible para él.
- ¿Sabes que son los omegas? -dijo Keiji que estaba tomando té-
- mmmm estan para servir a los alfas y tener bebés -dijo Tendou, eso era lo que le habían enseñado toda su vida-
Una carcaja salió de la boca de Keiji
- estas tan equivocado -se levanto de su lugar y le lanzó el té a Tendou, ya se había asegurado que estuviera frío-
- pero -dijo Tendou que quedó como un perro mojado-
- nosotros ponemos a los alfas a nuestros pies -sonrio- no somos inferiores
Tendou quedó descolocado con esa información que estaba recibiendo y no la podía procesar en lo absoluto
- Kotaro -dijo akaashi al llamar a su pareja-
Bokuto llegó en cuestión de segundos y parecía un perrito esperando las órdenes de su amo
- te amo -dijo Keiji-
El alfa quedó totalmente perdido por esas palabras y parecía estar en un trance
- yo también -dijo Bokuto perdido en la ensoñación de su amado-
Tendou podía ver qué tanto alfa como Omega estaban marcados, pero ese actuar de un alfa jamás lo había visto, siempre eran omegas que parecían aterrados del alfa y que llegaban corriendo para no recibir un castigo
- ¿Qué es todo esto? -dijo anonadado-
Ushijima había dejado a su dulce Omega en buenas manos, solo que no sabía todo lo que eso desencadenaría
