Shinazugawa Sanemi

1.9K 82 20
                                    

Solicitado por @softxcore_sxs

Las aguas termales siempre han sido una opción para ti después de hacer algo cansado, esta vez no fue una excepción, habías estado todo el dia entrenando, ahora que era de noche aprovechaste tu rato libre y fuiste a las aguas termales a pasar el r...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las aguas termales siempre han sido una opción para ti después de hacer algo cansado, esta vez no fue una excepción, habías estado todo el dia entrenando, ahora que era de noche aprovechaste tu rato libre y fuiste a las aguas termales a pasar el rato allí.

Escuchaste un fuerte ruido detrás de un árbol, por suerte ya sabias que o mejor dicho quien estaba ahí.

"Sal de ahí Shinazugawa." Levantaste la voz, pero con un tono tranquilo, te acercaste a la orilla y apoyaste tu mejilla en la palma de tu mano. El peliblanco salió de su escondite, parecía un poco avergonzado de que lo hayas descubierto, pero trataba de ocultarlo, después te burlarías de el. 

"Eres un mirón malicioso, Shinazugawa." Te burlaste de el. "No sabía que tenías esas mañas." Dijiste divertida, el peliblanco apartó la mirada con fastidio. 

"Fue por accidente." Aseguró, caminando un poco para quedar frente a ti, te miro desde arriba.

"No es verdad, siempre estás aquí, espiándome."

"Así que lo sabías, y no hiciste nada al respecto..." Sonrió. "¿Te gustaba que te mirara? ¿Es eso?" Se agacho, sus rostros estaban muy cerca, tanto que podías sentir su cálido aliento chocar en tu rostro. "Puede ser. ¿Y que si me gustaba? ¿Huh?" Lo miraste coqueta.

"Eres una zorra." 

"¿Y que si lo soy?" Le dijiste sonriente. "Ni siquiera lo niegas... en ese caso, seras mi zorra esta noche." Afirmó levantándose.  Comenzó a quitarse la ropa rápidamente sin despegar su vista de ti, sus ojos lila te miraban con tanto deseo que hacía que se te erizara el cabello.

Se metió a las aguas termales al mismo tiempo que te apegaba a su cuerpo con fuerza y comenzaba a tocar uno de tus senos sin vergüenza alguna.

"Así que no solo eres un mirón malicioso, eres un completo pervertido...Sanemi." Murmuraste mordiendo tu labio inferior.

"¿Y que si lo soy?" 

Oh si, la cosa se ponía cada vez más buena, el peliblanco te sujeto por debajo de el trasero, cargandote un poco, para así dejar tus tetas frente a su rostro y morder una de ellas.

Gemiste de dolor, tratando de apartar su rostro, pero te fue imposible lograrlo. Al cabo de unos segundos te soltó, te tomo de las caderas y estampó tu espalda contra la orilla, sujeto una de tus piernas por debajo de tu rodilla y la subió a su hombro. Te sujetaste de su espalda.

Comenzó a besar tu cuello, dejando también alguna que otra marca de mordida, trataste de decir algo, pero con una de sus manos tapó tu boca. "Callate, eres mi zorra esta noche, no lo olvides. Se una buena chica y cierra la boca." Murmuró y siguió besando tu cuello.

Sentiste la punta de su polla frotando tu intimidad, provocando que te tensaras. No tardó mucho para meter su pene dentro de ti, haciendo que clavaras las uñas en su espalda, acto que, más que lastimarlo pareció excitarlo aun mas, pues comenzó a embestirte con brutalidad.

Su pene entraba una y otra vez en ti, el placer al ser llenada por su gran polla te hacía sentir en el bendito cielo, cada estocada parecía ir más profunda que la anterior al mismo tiempo que lo hacía con cada vez más fuerza. 

Pero no se detuvo allí, bajó la cabeza levemente para poder comenzar a chupar uno de tus senos, pero no lo hizo con suavidad. Chupo, mordió y succiono tus pezones a su gusto, parecía que los estaba devorando como un animal salvaje.

No estaba siendo nada gentil, y eso te encantaba.

Te encantaba que fuera así de rudo con tu cuerpo, que lo tratara sin algún tipo de cuidado o delicadeza, pues esta noche eras suya, toda suya.

De un momento a otro se detuvo, pero antes de que pudieras preguntarle algo el se adelantó a hablar primero. "Sal del agua." No hace falta decir que obedeciste ¿Verdad?

Ambos salieron del agua. "Ponte en cuatro." Exigió. Por tu parte, lo hiciste gustosa, ya sabías lo que venía. En cuanto te pusiste en la dichosa posición tu compañero pilar no espero ni un segundo más para volver a entrar en ti.

Volvió al mismo ritmo de antes, fuerte, delicioso y profundo, su pene entraba y salía con tanta fuerza que sus pieles hacían un sonido muy fuerte cuando chocaban, mientras tu hacías un escándalo, pues gemias y gemias sin parar. Este hombre te estaba dando la cogida de tu vida.

Siguió embistiendo con fuerza y rapidez, a tal punto que el dolor comenzaba a hacerse presente, pero al diablo con eso, el placer era mayor, por mucho, muchísimo. Sentías que su pene llegaba más profundo de lo que te hubieras podido imaginar. 

Cada estocada que daba era cada vez aún más fuerte que la anterior, haciendo que sintieras que en algún momento el podría partirte en dos por la fuerza que estaba usando.

Y así fue hasta que te corriste.

El mejor orgasmo que vas a haber tenido en toda tu jodida vida. Por suerte el ojilila había sacado su polla antes de correrse, así evitando un embarazo. Caíste rendida al suelo, todo tu cuerpo dolía, pero para tu suerte y desgracia...esto no iba a acabar aquí.

"Aún queda tiempo para un asalto más, pequeña zorra."

Kimetsuhub One Shots ¡LEMON!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora