Yaio hard-kun es un chico gay muy lascivo, ancioso por conquistar siempre a los chicos más guapos e inocentes que se le crucen, volviendo loco a cada chica que lo ve pues es muy atractivo. Pero se le presentará un reto a este galán pues un pudoroso...
Hola hola, he tenido muy mala suerte últimamente entonces pensé en escribir un capítulo así para variar un poco
Espero les guste~
¡VOTEN Y COMENTE!
[Este capítulo no está dentro de la historia canon y lineal, es solo un especial]
Censura
Hoy definitivamente parece ser un buen día, mi madre y yo tenemos un fin de semana despejado para divertirnos y las calificaciones del instituto fueron aprobatorias, no suspendí nada a pesar de que nunca entendí un carajo de lo que hablaba el profesor.
Acumulé muchos puntos en mi videojuego ayer y terminé de leer dos libros pendientes, mi cuarto está todo organizado y mamá compró mi comida favorita; ningún alboroto en internet me ha alcanzado y por suerte no me está buscando Bara desde hace unos días.
Mi madre dijo que estoy agotando mi buena suerte, eso suena escalofriante, pero puede que solo quiera molestarme, a veces es muy cruel.
Censura pasó su día con tranquilidad, era un lindo sábado en la mañana por lo que no se molestó en revisar sus pendientes y solo se divirtió, para cuando vió su teléfono encontró un mensaje de Alfa y Yaoi, lo habían agregado a un grupo de chat conjunto, lo que se veía raro. Alfa y Yaoi tenían un interés amoroso en él, pero procuraban evitarse desde hace tiempo.
Oh cielos... ¿Qué significa esto?
Preocupado entró al chat, llevaban horas invitandolo a salir y se había desplegado una pelea virtual por definir quien tendría la cita con Censura esa misma tarde.
¡PERO QUÉ LES PASA, NI SIQUIERA HABÍA VISTO ESTOS MENSAJES Y ELLOS YA SE PELEAN!
¿QUE LES PASA, DESCEREBRADOS CRETINOS?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pero que mierda... Ahora tengo una cita de la nada...
Censura se volteó hacia su madre con algo de culpa en su mirada.
