Capítulo 3 - un reencuentro

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Hoseok encontró un carrito donde podría transportar las maletas que llevaba por si encontraba provisiones en el camino, llevaría las provisiones que pudiera y las que no las había dejado muy bien escondidas en la casa que estaban dejando.

Era muy temprano, estaba en la puerta terminando de alistar a sus hermanos menores, solo esperaba que los primeros rayos de sol salieran para salir e irse lo más rápido posible.

-¿Por qué dejamos nuestra casita? -preguntó la niña mientras parpadeaba lentamente, esto debido al sueño de levantarse a esa hora, aunque había dormido desde muy temprano, le afectaba estar despierta a esa hora

-Porque nos encontramos a más personas, cómo tú y cómo yo -le terminó de responder mientras la peinaba con una coleta alta -. ¿Jungkook? Ya será hora de irnos, ¿Dónde estás?

De las escaleras bajó el mencionado mientras sostenía un bate y alrededor de arriba había varios clavos, parecía un arma salida de una serie apocalíptica de zombis, aunque el pequeño Jungkook se había inspirado.

-Ya estoy listo -sonrió mientras llegaba al piso de abajo, se acercó a su hermano mayor y le mostró el arma con mucho orgullo de haberla hecho -. ¿Qué te parece?

-Veo que tienes una muy buena actitud de esto... -respondió antes de ponerse de rodillas y atar bien las cintas de los tenis de Chaeryeong -. Solo ten cuidado al llevarla -le advirtió mientras terminaba de amarrar y se levantó para ver entre las aberturas de las tablas, ya estaba claro -. Ya es hora...

El hermano menor tomó la mochila que llevaría y le dio la suya a la pequeña mientras el mayor de los tres tomaba el carrito y una mochila más grande que las comunes.

-Antes de irnos debí darle algunas reglas... -suspiró mientras destraba la puerta -. Primero, no se alejen de mí ni por unos segundos -empezó a dictar -. Jungkook, tómame de alguna parte, no importa y no apartes la vista de Chae, ¿entendido? -el menor asintió -. No hablen tan fuerte, no quiero llamar la atención de nada -terminó de quitar las tablas -. Sí, ven algo raro, me dicen de inmediato -suspiró y los vio -. Ahora, vámonos ya...

Se acercó a ellos y los abrazo, a cada uno les dio un beso en la cabeza, después de eso salieron de aquella casa, Hoseok podía ver infectados dentro de las casas, no salían a pesar de verlos, incluso se iban alejando y adentrándose más a la casa mientras la luz solar iba avanzando hacia allá.

Los tres hermanos empezaron a caminar, lo único que se podía escuchar eran sus pisadas y los quejidos de los enfermeros, de lejos se acompañaba del canto de los pájaros, pero ningún otro sonido humano.

Mientras veía su alrededor, podía ver sus alrededores cambiaron, había solamente un poco más de vegetación que antes, pero no a un punto extremo, tan solo habían pasado unos meses, pero algo muy notorio fue el aire, se sentía menos pesado y el cielo casi se podía ver su color azul.

-¿Realmente pasaron solo un mes y algunos días? -cuestionó el pelinegro en bajo mientras avanzaba y salían de condominio, su hermano mayor lo volteó a ver

-La verdad... no sé si realmente pasó ese tiempo -Ambos se dieron cuenta de que habían perdido la noción del tiempo, que habían pasado más días que eso

Otra vez volvieron al silencio y siguieron viendo, había varios autos regados en esa calle, varios tenían los vidrios rotos y sangre seca, esas imágenes fueron tétricas para el mayor, pero de todos modos siguió.

Después de una hora caminando vieron un supermercado, estaba sellado por esa vaya de metal, solo había un espacio entre la parte de abajo y el suelo, Hoseok pensó que podría haber comida en ese lugar, el espacio que había no era suficiente como para que un humano o un infectado pudieran entrar, así que se arriesgaría.

The Virus || Yoonseok - PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora