Un amigo mas a la lista

Prólogo

Un año antes.

Un sábado por la mañana, las brisas frías fueron las que espantaron mi sueño por completo, el otoño había llegado y junto con el la temporada de lluvias, me levante con un dolor terrible en todo el cuerpo y sintiendo como mi cabeza punzaba horriblemente, arrastre mi pies hasta llegar a la ventana y la ráfaga de viento me hizo abrir aún más mis ojos, las nubes negras inundaban el lugar, las calles se veían húmedas y los árboles soltaban hojas dejándolas ir con el viento.

Cerré de golpe la ventana y me avente nuevamente a la cama, intente volver a dormirme pero fue en vano, tenía demasiado frío, la sudadera que llevaba encima y los cobertores sobre mi cama no parecían ser suficientes, me enrolle en todas aquellas sábanas y abrace mi almohada para que el calor llegará más rápido a mi cuerpo y en ese momento el sonido de la puerta de mi habitación hizo que abriera los ojos.

Aun con la cabeza recostada en la almohada pude observar como mi hermano mayor entraba lentamente, se acercó y se sentó a mi lado en la orilla de la cama y me observó sin decir absolutamente nada.

-Que? - Le dije al ver que no diría nada.

-Otra vez tienes los ojos rojos. - Dijo casi susurrando.

-Si vienes a darme tus pláticas de mierda otra vez te sacaré a patadas de mi cuarto. - El solo respiro en derrota y me miró por unos segundos antes de hablar.

-Baja, hice el desayuno... acompáñame, quieres. - Con eso salió de mi habitación y yo me animé a mi misma a pararme y seguirlo.

Al bajar y llegar a la cocina encontré el desayuno ya hecho y servido, mi estómago me rogaba por algo de comida así que junto con mi hermano me senté a desayunar, el silencio era demasiado incómodo así que me limite a mirar mi plato mientras ambos desayunábamos.

-Anya mira yo... - Justo cuando comenzó a hablar fue interrumpido por su celular que timbraba en señal de que alguien le estaba marcando.

-Padre, hola, ¿Cómo va todo por Francia? - Observe a mi hermano en cuanto escuche que mi padre era la otra persona en la línea, él me miró un poco nervioso pero yo trate de estar atenta a la conversación que apenas lograba escuchar.

-Todo bien querido, has revisado los documentos de los que hablamos ayer.. - La voz de mi padre se escuchó seria e indiferente como siempre.

Una sensación inundó mi pecho mientras observaba fijamente a mi hermano quien me miraba con preocupación, supongo que de la reacción que tendría ante la llamada repentina de mi padre.

Me apresuré a desayunar y me acerque rápidamente al fregadero a lavar mis platos y en el momento en que intente poner un pie en las escaleras mi hermano me detuvo.

-Anya espera.

-Liam no estoy para esto ahora, me siento una mierda en este momento y ...

-No es lo que piensas...

-Ay por favor, no empieces con lo mismo, el papel de hermano protector no te queda, que es lo que pienso? veamos si estoy bien, nuestros padres llevan cinco meses sin buscarme, sin llamarme, ignorando mis mensajes y a ti, al hijito que tanto aman le habla cada dia, le mandan mensajes de buenos días y se preocupan por ti.

-Hermanita...

-No empieces con tu hermanita Liam, ¿Cuándo dejaras de querer meterte en este asunto que no es tu problema?, mi relación con nuestros padres no es de tu maldita incumbencia, deja de querer solucionar todo cuando ni siquiera tienes el poder de hacerlo. - Me lamenté de que mis palabras salieran más fuertes de lo que hubiera querido, él me miró dolido y se acercó a pasos lentos hacia mi pero yo me le adelante.

-Mira Liam, perdón si, nada de esto es tu culpa pero solo deja de meterte quieres, el odio de nuestros padres hacia mi no podrás cambiarlo nunca, ni siquiera yo he podido hacerlo . - Mire a mi hermano quien me miraba con tristeza, yo me limité a dirigirle una media sonrisa, antes de subir a mi habitación alguien tocó la puerta lo que hizo que ambos pusiéramos nuestra atención en eso.

-Es un amigo, viene a hacer un trabajo. - Me explicó Liam rápidamente.

-Otro amigo más que agregar a la lista. - Lo mire por última vez y subí rápidamente a mi habitación para así no toparme con aquel ser que está por entrar a mi casa.