deditos [KookTae]

cuatro deditos

—¡Es tarde!— gritó Joowon tirándose encima de sus padres que aún dormían abrazados.

Ambos se quejaron despertando despacio, con la nena encima. Se separaron del abrazo, así que la menor cayó entre medio de sus padres.

—Si no se levantan, no podrán irme a dejar y tendré que irme solita— utilizó esa voz tierna donde sabía que terminarían accediendo.

—Ay, Joowon.— su padre suspiró pero terminó levantándose. La tomó de la mano y se la besó antes de irse al baño. Taehyung abrazó a su princesa proponiéndose dormir.

—Papá~...

—No.

—Papá.

—Mmh.— se quejó, escondiendo su cara de los rayos solares.

—¿Por qué tienen tanto sueño?

—Ayer tu papá se quedó hasta tarde ayudándome con un informe.

—Oh, ya veo.— no estaba muy convencida de esas palabras pero tampoco lo iba a cuestionar.—Dejé té hecho y algo de pan tostado, iré a cambiarme.

—Gracias, princesa.

—De nada, papi.

La nena se retiró y con eso siguió a Jungkook al baño. Estaba meando así que por respeto se enfocó en lavarse la cara y los dientes.

—¿No sospechó nada?

—Ella no es tonta, koo. Deduce cosas con facilidad.

—No quiero darle esa imagen a mi hija...

—No es asunto de ella, aparte es sano vivir nuestra vida sexual de esta manera. Es bueno que ella sepa que sus padres están bien.

—Sí pero tampoco voy a contarle mi vida sexual.— se acercó por detrás y le abrazó la cinturita.

—Llegará el momento donde tendremos que hablar con ella.

Jungkook negó.

—Ella siempre será mi princesita.

—Que pierda su mal llamada virginidad, no le quitará su título de la mejor princesa.

—Sabes a lo que me refiero.

—Mm-hmm. Sé que aún está pequeña para ciertas cosas pero... Los dos sabemos que a veces es difícil negar a las hormonas y un ambiente de fiesta. Quiero que hablemos pronto.

—Hoy a la noche tengamos una cena. Hace tiempo no tenemos una.

—Ajá.— le dio espacio a su marido para que haga sus necesidades.

Y Jungkook sí que era un maleducado. Mientras se lavaba los dientes, miraba a su rey bajarse el pijama para orinar. Inclinó su rostro para verle todo lo privado antes de que se sentara.

—Que no me mires.

—Perdón.— se disculpó pero su mirada seguía fija en esa pelvis exquisita.

—Dios mío, cero educación. Ni en la cama tienes respeto.

—Joder Tae, cállate que me dan ganas de irrespetarte.

Se levantó avergonzado de la taza y con la mirada encima se limpió. Siempre le daría pena compartir el baño mientras hacía sus necesidades.

Taehyung intentó salir del baño para alejarse de esas manos maliciosas pero como siempre, demasiado tarde.

—¿Hacemos el sin respeto?

—No, Jungkook. Suéltame, cochino.— y le hizo caso pero primero lo nalgueó y le manoseó las tetas.

—¿Por qué no me das otra bendición? Me encantaba chuparte las tetas llenas de leche.