Que clase de precio?

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Horas después, Owen decidió llamar a Arsenio Volkov, para contarle lo sucedido y así por lo menos que tuviera presente aun que sea, lo que pasaría con su hijo.

(En la llamada)

-Señor Volkov?
Dijo Owen cortando de una el silencio, aún estando de los nervios.

-Con quien hablo.
-Respondió rígido Arsenio.

-Soy Owen, días atrás supervisor de su hijo Nikolay Volkov.

-Que sucede.
-Contesto el contrario esta vez un poco más suelto y relajado al saber quien era.

-Verá le contaré en total confianza que su hijo Nikolay, está misma noche, invadió la propiedad del señor Tom Kaulitz robó su coche y no conforme...
-Hizo una breve pausa que a Arsenio se le hacía eterna.

-Continúe
-Respondió el padre de Nikolay impaciente.

-Ha matado al perro de Tom Kaulitz.

        (Fin de la llamada)

En el momento en el que esas últimas palabras recorrieron los oídos de Arsenio, sus ojos se llenaron de miedo y su único último acto, fue colgar la llamada.

Cuartos de hora más tarde, Nikolay aparece por la puerta de su casa con una sonrisa tan radiante e ingenua que a su padre le repateaba.
Se saludaron con un abrazo reconfortante, entre comillas ya que para Arsenio no era nada reconfortante  la estupidez a la que su hijo había sido capaz de llegar.

-Un trago?
Cuestiona el mayor virtiendo un poco de vodka en un vaso de no mucho tamaño.

Nikolay siquiera responde, toma el vaso y de un trago... Se lo bebe todo.

-A que no sabes lo que hice hoy padre?
Formuló Nikolay orgulloso de su cometido.

Arsenio dejó escapar una leve risa y entonces dijo "Claro que se lo que has echo, has robado un coche..." Hizo una pausa desesperante mientras se acercaba a su hijo poco a poco.
"Y has matado a un cachorro, bueno, más bien, has robado SU coche, y has matado a SU cachorro"
Continuo Este remarcando cada "Su"
Para después quedarse en silencio y de un momento a otro soltar una patada con la rodilla en el estómago de su hijo haciendo que esté se desplomara en el suelo y nada más caer, vomitara el trago que acababa de ingerir.

-Pero y que problema hay...?
-Preguntó Nikolay con dificultad mientras trataba de levantarse pero sus esfuerzos eran en vano.

Su padre soltó una carcajada divertida, para inmediatamente cambiar su postura a una completamente enfadada y llena de ira mientras agarraba a su hijo de la camisa y lo elevaba a la fuerza para que sostuviese solito.

-Yo una vez trabajé con Tom...
¿Sabes? El era alguien realmente bueno acabando con la gente, en eso sí que destacaba.
Recuerdo la primera vez que lo ví, en un bar de mala muerte.
Se cargó a 5 personas. Con un lápiz, con un puto lápiz.
-Contó este mientras se servía otro vaso más de vodka.
-Y dejó paralíticos a otros 3 con una espátula, una maldita espátula...
-Dijo para después reír mientras lágrimas recorrían sus mejillas y alzó la mirada para contemplar a su hijo.
-Tom kaulitz deja el trabajo, por una mujer claramente... La mujer más bella que jamás mis ojos hayan visto.
Su queridisima mujer fallece, como último regalo antes de morir, le entrega un pequeño cachorro a su amado y el decide también quedarse con el Mustan que juntos habían comprado.
Y AHORA VIENES TÚ, LE ROBAS EL JODIDO COCHE Y LE MATAS AL PUTO PERRO!!
-Chilló Arsenio estallando en cólera.

-Tranquilo padre...Lo arreglaré, terminaré lo que empecé, lo prometo.
Garantizó su hijo con un brazo apoyando completamente todo su peso sobre el mini bar del que su padre había sacado el Vodka mientras con la otra se posaba en su estómago.

-Joder, no ha entendido nada!
Voceo.
Tom va a venir a por ti, lo va ha hacer y tú no vas ha hacer nada.
Porque no lo vas a poder hacer.
Y vas a pagar el precio de la insolencia.
Dijo este para al instante darse la vuelta y salir de la sala, dejando a su hijo adolorido.

Tom.

Tras haber perdido las únicas cosas que me quedaban, decidí llevar a cabo una tarea que creo que también me haría perder la poca cordura que me quedaba.
Me dirigí al sótano de mi casa escaleras abajo con fulgor y rapidez.
Esta vez ya no era tristeza lo que me invadía, si no rabia. La rabia parecía haberse apoderado de mí.
Al estar ya en dicho sótano agarré una de las primeras cosas que me encontré, un mazo de gran peso.

Lo agarré por el mango con ayuda de mis dos manos y en un determinado lugar del suelo de cemento comencé a dar golpes, un golpe tras otro tras otro mientras dicha zona cada vez se hacía más pedazos.
Después de estar unos minutos golpeando el suelo lleno de furia, me entró una llamada al único teléfono fijo que había en aquel sótano.

(Llamada)

-Tom! Amigo, que tal?

Sonó a través del teléfono dejando claro que quien llamaba era el padre ruso de Nikolay.
No pensaba responder, primero quería ver que mierda me decía.

-Me he enterado del incidente ocurrido con mi hijo Nikolay, y Tom, sé lo que piensas hacer y está bien entiendo tu enojo, pero, por qué no hablamos las cosas como dos personas civilizadas y-

(Fin de la llamada)

Corté la llamada, no tenía ninguna puta gana de hablar con él y menos de ser civilizado, su hijo no lo fué, y no pienso serlo ni un puto segundo, así me lleve por delante a toda Alemania.

Justo después de la llamada, consideré que la fueron golpes suficientes en el asfalto y comencé a desenterrar entre los escombros de aquel "suelo" un gran maletín negro macizo de plástico.
Mil recuerdos se apoderaron de mi en el momento en el que saqué dicho maletín. Sabía perfectamente que en el momento en el que lo abriera ya no habría vuelta atrás, entraría de lleno de nuevo en el mundo del que salí completamente, pero mi mente no respondía a razones y terminé abriendo el maletín sacando absolutamente todas las armas que ocupaban su interior.

Armas.

Otro Día Para Matar A Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora