Capitulo II: El Niño de la Taberna

6 0 0
                                    

La noche se hacía larga para Elijah y el comisario por lo de la cabaña y ahora los disparos escuchados tras el ensordecedor ruido del reloj de la comisaria.

¿Será coincidencia que suenen al mismo tiempo? Imposible. Debió ser muy preciso para hacerlo.

Elijah deja el cigarrillo y Gunn dejó de escribir en su libreta y colocó en el primer cajón del estante para luego agarrar su revólver en el de abajo.

Se juntaron nuevamente afuera en la parte delantera de la comisaría en la espantosa y tormentosa noche. Las gotas de lluvia seguían cayendo sobre ellos.

Las calles seguían como cuando se fueron, pero más embarradas, llenas de agua marrón estancada y más suciedad.

Corrieron por las desoladas calles mientras que las gotas les caían encima. Recorrían los turbios callejones mientras tenían sus lámparas y revólveres en los bolsillos. Los relámpagos que caían eran ensordecedores y aturdidores que iluminaban bastante las sombras de ellos y alrededores.

Tras la larga corrida, llegaron a donde se habían originado los disparos. Era la taberna "O'Neill", una de una familia de irlandeses instalados en la ciudad hace 10 años.

Entraron por la puerta doble de madera y ya el lugar no aparentaba bien, Habían mesas tiradas, algunas rotas, botellas de whisky y cerveza tiradas por doquier dejando un olor fuerte tremendamente horrible combinado con sangre y el derramamiento de alcohol. Estaba el camarero agachado detrás de la manchada barra de tragos con sangre y alcohol desparramado, asustado y con temor tratando de no ver lo que estaba viendo. Elijah miraba con muchísima preocupación y Gunn histérico.

Yacían dos muertos en el suelo, una dama joven de pelo negro con la piel pálida, con su elegante vestido color blanco, manchado con sangre reciente. Al parecer recibió el disparo directamente en la cabeza. Según Gunn, ella murió primero. Un hombre, de pelo marrón estaba muerto al lado con su traje negro y camisa blanca. Tenía un disparo de bala en el estomago y un cuchillo clavado en la nuca. Miraban preocupadísimos a lo que veían.

Entre los testigos estaba el camarero, una prostituta joven rubia de posiblemente 17 o 18 años y un joven de pelo negro desalineado que tenía la camisa con botones desabrochados y pantalón desabrochado y aparentaba de 16 años. Parecía que tuvieron algo íntimo por la apariencia de ambos.

Elijah los vio y negó hacía el joven mirándolo con desprecio por lo que estaba haciendo.

--¡¡Fuera de aquí!!, ¡¡Largo!!-- Dijo con rabia haciendo que se asusten y marchen.

El chico, se fue a la habitación a agarrar sus cosas. La joven hizo lo mismo pero le susurro algo al chico.

Se escuchaban llantos detrás de una mesa de madera, parecía la de un niño pequeño. Elijah se acercó a la mesa cautelosamente donde estaba el chico. Tenía su rostro sudado y cansado lleno de lágrimas que mostraba miedo y confusión. Estaba en shock. No quería ver a sus padres ahí tirados, asesinados a sangre fría.

Elijah se fijo la hora en el reloj de la taberna. Marcaba las 2:24 de la noche, la lluvia seguía cayendo torrencialmente sobre la ciudad. Las ventanas rotas dejaban entrar algunas gotas.

Gunn se acerco al camarero y le dijo que se calmase ya que estaba muy asustado. Le ayudo a pararse nuevamente del sucio piso de madera tomándolo con su mano izquierda. Se pudo reincorporar fácilmente.

El niño no dejaba de sollozar frente a sus padres asesinados, Elijah se acercó y aparentaba de 12 años, pelirrojo, ojos verdes y con pecas en la cara. Lo consoló hasta que finalmente se pudo dormir acomodado en un sillón. Olvidando lo que había visto.

Elijah se acercó al comisario y al camarero a hablar lejos de donde dormía el niño

--Llevaré al niño a mi departamento y lo cuidare hasta que esto termine. ¿Esta bien?-- Preguntó Elijah a Gunn, que estaba con ojeras. Se le notaba mucho el cansancio.

--Si, esta bien, yo por mi parte iré a acompañar al camarero a su casa-- dijo guardando un libro de notas.

--Muchas Gracias, señores-- Dijo agradecido --¿Cuáles son sus nombres? Preguntó el hombre que parecía tener acento alemán.

--El es Elijah Knight y yo, Wesley Gunn-- Resondió Gunn

--Yo, Otto. Otto Müller.-- Digo presentándose menos asustado.

Seguían hablando en una sala ambos sobre como cuidar al niño.

Elijah le preguntó a Otto si tenía mantas para el niño y el asintió, dándole un par para cubrirlo de la lluvia que seguía sin parar. Parecía que el cielo se venía abajo o que Dios estaba llorando.

Elijah caminaba por la calle con su camisa blanca y abrigo negro sosteniendo al niño entre sus brazos cuidadosamente para que no se despertara.

Finalmente la tormenta se empezó a esfumar y a despejarse el cielo de nubes negras a no haber casi ninguna nube. Habían muchos charcos de barro y agua. Estaba resbaladizo.

Le pareció extraño que habían algunas departamentos y casas iluminadas a esa hora. Más en específico, un departamento que estaba todo apagado menos el departamento del medio del segundo piso. Había alguien despierto. La sombra se le veía a lo lejos. Pero Elijah quiso seguir caminando en la ciudad por miedo a que le pase algo al niño o a él, respecto al asesino suelto que asechaba a los habitantes.

Tras la larga caminata a la casa con el niño en brazos llegaron a salvo. Elijah agarro sus llaves lentamente para no levantarlo. Puso la llave en la puerta y abrió. Tiro para adentro y al entrar cerró despacio pero rápido.

Llevó al niño en una habitación de invitados que tenía dos camas de madera y colchones. Tenía mesa de luz de madera oscura y una lámpara a gas. Lo acomodo en la cama de la derecha, moviéndole la sábana y almohadas para que descanse.

Elijah camino por el pasillo de la casa y recogió una botella de whisky bourbon y se dirigió a una pequeña habitación que tenía puerta deslizable de madera con manijas para abrir. Entro y cerro las puertas para prender las luces.

Era su despacho, más pequeño al que tiene en la comisaría. Tenía un escritorio de madera clara en el medio y estanterías en las esquinas de atrás. Algunas con fotos, documentos guardados en los estantes y bastantes botellas de whisky.

Apago la luz y se sentó en la silla ya que debía estar nuevamente en la comisaría temprano a la mañana. Se fijo la hora en su reloj y eran las 3:52 de la mañana y se durmió ya que debía estar nuevamente en la comisaría temprano a la mañana.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LA BARBARIE DEL ENMASCARADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora