El sol radiante iluminaba los pasillos de la escuela mientras Inuyasha, un estudiante carismático y exitoso, caminaba con confianza entre la multitud. Sus habilidades deportivas y su inteligencia lo habían convertido en el centro de atención, atrayendo a amigos y admiradores por igual. Sin embargo, entre la sombra y la envidia, se encontraba Naraku, quien observaba a Inuyasha con una mezcla de deseo y resentimiento.
Decidido a acercarse a Inuyasha y socavar su confianza, Naraku planeó su entrada triunfal como un nuevo estudiante transferido. Se aseguró de presentarse ante Inuyasha en el momento perfecto, cuando su presencia captaría la atención del joven guerrero.
El rostro de Naraku se iluminó con una sonrisa encantadora mientras se paraba frente a Inuyasha, quien se detuvo, sorprendido por el encuentro.
Naraku: ¡Disculpa! ¿Eres Inuyasha, verdad? Soy Naraku, un estudiante nuevo. He oído hablar mucho de ti y de tus increíbles habilidades.
Inuyasha: (levantando una ceja) Sí, soy Inuyasha. Mucho gusto, Naraku. ¿En qué puedo ayudarte?
Naraku: (sonriendo falsamente) Bueno, solo quería conocerte. Se dice que eres el mejor en todo, desde los deportes hasta los estudios. Me preguntaba si podrías darme algunos consejos.
Inuyasha, halagado por los elogios de Naraku, accedió a ayudarlo. Poco a poco, comenzaron a pasar tiempo juntos, compartiendo conversaciones y actividades. Sin embargo, Naraku, oculto tras su fachada amigable, empezó a sentir una oscura envidia crecer dentro de él. Cada paso que daba Inuyasha hacia el éxito se convertía en un recordatorio amargo de sus propias deficiencias.
Una tarde soleada, mientras observaba cómo Inuyasha entrenaba en el campo de fútbol, Naraku no pudo contener la avalancha de emociones negativas que lo invadían. La pelota rebotaba ágilmente entre los pies de Inuyasha mientras sus compañeros de equipo lo vitoreaban. Los celos llenaron el corazón de Naraku, quien se sintió aplastado por su propia inseguridad y envidia.
Sus ojos se estrecharon con resentimiento mientras una mezcla de rabia y deseo destruía cualquier vestigio de razonamiento lógico en su mente.
Naraku: (murmurando para sí mismo) No es justo... ¿Por qué siempre es él? ¿Por qué siempre se lleva todo el reconocimiento?
Decidido a socavar la confianza y el carisma de Inuyasha, Naraku comenzó a tejer una red sutil pero destructiva de manipulación emocional. Se acercó a Inuyasha con palabras suaves y sugerencias disfrazadas de preocupación genuina.
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La Vil Manipulación y sus consecuencias.
RomanceNaraku x Inuyasha [COMPLETO] Inuyasha aparece en la vida de Naraku, pero no a deslumbrarlo con su belleza sino a crear en él un caos incontrolable de envidia, lujuria y manipulación.