El amanecer llegó y con él, la mente inestable de Naraku se debatía entre la esperanza y la desesperación. Una parte de él creía que era imposible volver a conectar con Inuyasha después de todo lo que había hecho, sintiendo que el rechazo y el asco eran su única respuesta segura.
Sin embargo, en lo más profundo de su ser, anhelaba una oportunidad de redimirse y encontrar la conexión perdida.
Al llegar a la escuela, la realidad golpeó a Naraku como un puñetazo en el estómago. Las miradas de desprecio y los murmullos de los estudiantes se dirigían hacia él, como si fuera un insecto repugnante. Se dio cuenta de que Kagome había hablado de él y había divulgado su engaño y sus sentimientos hacia Inuyasha ante toda la escuela. La sensación de traición y humillación lo invadió por completo.
Naraku se encontraba atrapado en medio de una venganza desatada por Kagome, quien se sentía lastimada y quería desacreditarlo públicamente. Los comentarios maliciosos y las miradas acusadoras parecían pesar toneladas sobre sus hombros. Sabía que había cometido errores, pero nunca imaginó que su pasado oscuro y sus verdaderos sentimientos fueran expuestos de esta manera tan cruel.
En medio de la multitud hostil, Naraku se sentía solo y desamparado. Era como si su mundo se desmoronara a su alrededor, dejándolo sin refugio ni consuelo. La desesperación se apoderó de él, y por un momento, creyó que merecía cada mirada y cada palabra hiriente.
Sin embargo, en medio del caos, una voz se alzó en su defensa. Era Inuyasha, quien se enfrentó a la multitud y defendió a Naraku. Sus palabras resonaron en el aire, rompiendo el silencio incómodo y llenando el corazón de Naraku con una chispa de esperanza.
Inuyasha, con determinación en sus ojos, desafió a quienes juzgaban a Naraku sin conocer su verdadera historia. Les recordó que todos cometemos errores y que la verdadera valentía radica en perdonar y dar segundas oportunidades.
La mirada de Naraku se encontró con la de Inuyasha, y en ese instante, un mar de emociones encontradas se agitó dentro de él. Sentía gratitud y alivio por el apoyo inesperado de Inuyasha, pero también un profundo temor de que este gesto de bondad fuera solo momentáneo y que, en el fondo, Inuyasha aún lo despreciara.
La jornada escolar continuó, y mientras Naraku intentaba procesar lo sucedido, se dio cuenta de que estaba ante una encrucijada. Debía enfrentar su propio pasado y trabajar en su propia sanación antes de poder siquiera considerar una reconciliación con Inuyasha. La amabilidad y el apoyo de Inuyasha le daban fuerzas para seguir adelante, pero también le recordaban la magnitud de su error y la necesidad de cambiar.
La travesía de Naraku hacia la redención no sería fácil. Sabía que tenía mucho por aprender y muchas heridas que sanar. Sin embargo, también sabía que, si quería merecer el amor y la confianza de Inuyasha, debía comenzar por sanarse a sí mismo y enfrentar sus demonios internos.
El camino hacia la reconciliación y la redención sería largo y desafiante, pero Naraku estaba dispuesto a enfrentarlo. Determinado a enfrentar su pasado y cambiar, se adentró en su propio mundo oscuro, listo para enfrentar sus miedos y desenterrar la verdad que había estado oculta durante tanto tiempo.
La historia de Naraku y su lucha por redimirse aún tenía muchos capítulos por escribir. El destino de su relación con Inuyasha estaba en juego, y solo el tiempo y el esfuerzo mostrarían si la verdadera transformación y el amor genuino podrían unir sus destinos una vez más.
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La Vil Manipulación y sus consecuencias.
RomansaNaraku x Inuyasha [COMPLETO] Inuyasha aparece en la vida de Naraku, pero no a deslumbrarlo con su belleza sino a crear en él un caos incontrolable de envidia, lujuria y manipulación.