¡¡¡Vas a ser mi shishou quieras o no!!!

Sueños y recuerdos

-¿Te parece posible la redención?

-.... No sé.

-¿Crees en el arrepentimiento?

-Yo... no, no sé...

-¡¿Es factible una segunda oportunidad?!

-¿Po-por qué me lo preguntas?...

-¡¿Como se puede cambiar la esencia de un alma?!

-Dejame en paz por favor, no quiero...

-Responde-las pisadas resonaron llegando a las profundidades de su mente-responde...

-Vete-pidió acurrucandose contra su tembloroso y lloroso cuerpo temeroso de la densa silueta.

-Responde-se agachó frente a él-responde-lo jaló bruscamente-¡Responde!

El niño chilló horriblemente cuando el ente apresó entre sus huesudos dedos su mandíbula obligandolo a ver directamente al demacrado rostro que lo observaba inexpresivamente.

-La debilidad se acentúa en tu personalidad como el más notorio de tus rasgos-siseo enterrando los dedos en las blandas mejillas del otro que lloraba asustado-si fueras alguien común no fuera un problema en el cual me tendría que inmiscuir; pero tienes tanto potencial que sería un pecado no hacer algo al respecto.

El niño enroscó las manos alrededor de la muñeca del hombre tratando de alejarlo.

-No entiendo, yo ¡Ahhhhh!-la sangre comenzó a chorrear del punto donde el mayor clavaba las uñas-por favor, Mogami-san...

-¿Te vas a defender?-inquirió con un dejo de intriga-haslo, quiero verlo.

Permaneció observando fijamente a Shigeo quien no podía menguar el miedo crepitante en su psique ¿Él podría defenderse? ¿Era capaz? Claro que podría; puede sacarselo de encima, partirlo en pedazos, miembro por miembro hasta destruir su núcleo...

Si, él puede, él lo hará. Lo exorcizará pero antes le devolverá todos y cada unos de los momentos infernales que le hizo vivir, le hará sentir en puro sufrimiento el fuego que calienta sus venas como lava hasta hacerlo arrepentir de haberse cruzado en su vida para hacerla más miserable de lo que ya era.

'¿Shige?'

Ritsu.

Le prometió a Ritsu no ser un monstruo nunca más; no volver a lastimar a nadie...

Shigeo no quería ser un monstruo, ya está harto de no tener a nadie a su lado por el temor de lastimarlos ¿Pero que debe hacer? No es de piedra, el enojo y resentimiento también están presente entre sus emociones junto con el miedo y la desesperanza.

Quizo destruir la pantalla que creo para sentirse más normal; salir de aquel cascarón endeble que ya casi no podía contenerlo, desvanecer el miedo. Pero si eso pasa su familia le temerá otra el vez y su vida se romperá.

Más lágrimas bajaron de sus orbes tras la impotencia que sintió al no poder usar su poder. Es verdad lo que dicen de él, es débil, no porque sus poderes sean de menos, su frágil mentalidad no le permitía ver el gran panorama a su disposición y se negaba a mirar por temor a no volver a sentirse humano, después de todo la liberación siempre era tan satisfactoria.

Al notar como el cuerpo del joven se volvió un peso muerto cuyas extremidades colgaban como las de un muñeco de trapo lo soltó con una mueca ofuscada luciendo decepcionado.

-Eso es tan insatisfactorio- murmuró levantandose dejando al niño tirado patéticamente en el suelo-no puedes responder preguntas simples, te da miedo defenderte a pesar de tener el poder para hacerlo y ni siquiera sabes cuáles son tus ideales... eres el ser más miserable que he conocido-le dio la espalda metiendo las manos en sus bolsillos-pero aún tengo esperanzas, tranquilo; yo te ayudaré a que puedas canalizar tú odio y alcances tú máximo potencial.