𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 24

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<<Hinata>>


Siento que estoy en las nubes en este momento.

Tobio me besa y muerde mis labios con desesperación, sus manos se adentran en mi ropa tocando mi pecho hasta llegar a mis pezones, donde él empieza a jugar con ellos, yo solo gimo bajo para que mis papás y Natsu no me oigan

__Aunque la forma que Kageyama me está tocando, no sé cuánto dure en no gritar, porque enserio es tan delicioso sus caricias __

Él al fin me quita la camisa y empieza a besar mi pecho y enserio me siento más que bien por esto.

Desde el incidente en su cuarto, sentí la necesidad de sentirlo así, estoy dispuesto a entregarme a él porque me ha demostrado ser un increíble novio, me ha tenido paciencia y acepto en conocer a mis padres, ha respetado mi decisión de esperar, siempre conteniéndose para no hacer algo que me molesté, por eso durante estos días que Tobio no estuvo, estuve pensando en este momento que enserio estoy disfrutando.

Siento como lleva su boca a uno de mis pezones y juega un rato, por esta acción no pude evitar soltar un gemido que fue amortiguado por la almohada.

El besa y succiona un poco para luego morderlo. Suelto un gemido por la mordida, Kageyama solo se acerca y me besa dulcemente.

Sus suaves besos y sus ojos llenos de amor, me hacen enamorarme cada vez más de Kageyama.

Aún recuerdo el día que lo conocí por primera vez. Alguien inalcanzable, fuerte, radiante y decidido, alguien temible, todo un rey. Mi rey.

Al conocerlo mejor, ver que, no es como todos creen, me enamoro, ver que se preocupa por todos, ver como luchaba día a día por cambiar y encajar con todos los del equipo, hizo que me enamorara aún más si es posible.

El tenerlo ahora conmigo a mi lado, me hace muy feliz.

Soy muy feliz estando con mi amado Rey de la cancha.


<<Kageyama>>


Por favor si estoy en un sueño de nuevo, no me despierten, este es lo mejor que me pudo pasar.

Tener a Hinata debajo de mi retorciéndose de placer por mis caricias y más en cuanto toque sus pezones, eso lo volvió loco. Bese, succione y luego mordí un poco lo que le saco un gemido que fue amortiguado por mis labios.

Hinata, mi pequeño sol y ángel.

Recuerdo el día que lo conocí. Todos creyendo que era alguien sin importancia, yo vi a alguien decidido, fuerte y veloz, alguien con quien podría confiar ciegamente.

Desde que entre a Karasuno, todos ahí me ayudaron a quitarme la corona del rey de la cancha, pero fue Shoyo el primero en darme su mano y sacarme de ese oscuro túnel en el que estaba sin salida, mi pequeño ángel fue, es y será el único que alegra mi vida.

Gracias a él, pude volver a disfrutar de nuevo la vida. El casete que se repetía una y otra vez, haciendo mi vida gris y sin sentido, él hizo que cambiara. Ahora ya no importa, no mientras Shoyo siga junto a mí.

Su mirada, ilumina mi triste camino. Su sonrisa, llena de felicidad que me contagia y hace que me olvide de todo. Su risa, hace que todo valga la pena, es mi guía, felicidad y esperanza.

Mi Sol.

Mi Shoyo.

Lo beso dulcemente, juego con su lengua y mi mano la dirijo dónde está su miembro, el cual, despertó ante mis caricias

__ Y no es el único despierto __

Meto mi mano dentro de sus pantalones y sobo su miembro encima de su ropa interior.

—aaah... T-Tobio... sigue p-por favor.

La súplica de mi ángel, hace que continúe estimulando su miembro tan duro.

Meto mi mano entre su ropa interior y al fin puedo tocar su miembro, por mi toque, Hinata se arquea y suelta un gruñido pequeño.

H-hinata... me estas volviendo lo-loco con tus g-gemidos tan d-deliciosos que sueltas... uhg.

—m-mas... p-por favor más

Seguí moviendo mi mano de arriba abajo hasta que siento como su miembro tiembla.

—¡K-Kageyama! — gime mordiendo la almohada para que no lo escucharán sus padres.

Siento como él se corre en mi mano lo cual solo provocó que igual yo me corriera.

Me levanté y me dirijo al baño, una vez dentro me limpio y llevo toallas húmedas para limpiar a mi lindo novio.

Al llegar empiezo a limpiarlo con delicadeza y veo que se está quedando dormido.

Al terminar lo acuesto mejor en su cama, pero antes de levantarme, él me toma de la mano.

—Duerme conmigo ¿Si?

—¿Cómo decirle no a esa cara? hazme espacio — me acomodo en la cama de mi chico y lo abrazó, él se esconde en mi pecho.

—Descansa Tobio.

—Descansa... mi Sol.

Le dije de último dándole un beso en su cabello y me quedo dormido junto a Mi Sol

ℰ𝓁 𝓡𝓮𝔂  𝒹ℯ 𝓁𝒶 𝒸𝒶𝓃𝒸𝒽𝒶 ¿ℯ𝓈𝓅𝒾𝒶? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora