Lo que bien inicia mal acaba... ¿oh era al revés?

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- ¿Entonces no me vas a decir a dónde vamos?

- Tranquilo tigre, todo a su tiempo, pero si te puedo decir que espero te guste la sorpresa.

Emily saco el celular de la bolsa trasera de su pantalón, me sorprendía su habilidad de mandar un mensaje con una sola mano mientas que con la otra mantenía entrecruzados nuestros dedos.

- ¿Y el mensaje que enviaste?

- De verdad que eres impaciente. - dijo mientras guardaba su celular, acto seguido se recostó en mi hombro mientras seguíamos caminando a no sé dónde para la sorpresa que me daría. - Una amiga es cantante en un bar que está a unas cuantas calles, y le mande el mensaje para decirle que vamos para allá... ¿contento?

-Un poco, pero esta amiga... ¿es? - Emily despego su cabeza de mi hombro, dio un gran bostezo y antes de cerrar la boca me mordió el brazo. - ¡Ah, duele! suelta. - Su mordida no duro mucho ya que empezó a reírse casi de inmediato. Adoraba su risa, me hacía anhelar cosas que pasaron entre ambos.

La caminata fue muy grata, ya que el sol se había puesto, las luces comenzaban a encenderse una por una. Por el camino se podían observar varias parejas hablando y caminando por ahí, al igual que Emily y yo.

- ¿Estás segura de que es por aquí?

-Si Tigre, estoy muy segura de que... ¡Es aquí! - Emily se detuvo en seco mientras señalaba la entrada de un local no tan grande a plena vista, lo único que lo diferenciaba era la luz morada que salía de una de las ventanas.

- ¿SkyLights-Bar?, no tenía ni idea de que tenían un grupo en vivo... ni que existía este bar.

-Sí, me dijo que apenas los contrataron, y que tiene muy buena aceptación por parte de los clientes, vamos, hay que entrar. - Alcanzamos a dar un par de pasos antes de que uno de los empleados nos detuviera.

-Oye preciosa, espera un segundo, si no está tu nombre en la lista tú y tú... acompañante no podrán pasar.

- ¡Oye idiota!, no tienes el derecho para decirme preciosa, entiendes. - Emily soltó mi mano y se preparó para soltarle un puñetazo al tipo de la entrada.

-Tranquilo Rick. - Una mano se posó en el hombro del tipo de la entrada. - Emily y su novio vienen conmigo.

-Perdona Y. quería divertirme un rato. – Rick se apartó de la puerta y nos dejó pasar al Bar.

Una vez dentro las luces me deslumbraron un poco. - ¿Por qué Y? - le pregunte mientras avanzábamos a un lado del escenario empotrado al final del local. La mezcla entre los colores verde y azul del escenario me mareo hasta que mis ojos se acostumbraron al brillo.

-Es un diminutivo muy forzoso de mi nombre, pero no te preocupes, dime Yainna o Yinna, como te agrade más. - En su rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja que sus facciones se resaltaban más gracias a la intermitencia de las luces, provocando un brillo muy natural en los ojos. Su nombre me sonaba de algún lado y su forma de caminar me resultaba más que conocida. Seguimos avanzando hasta llegar a una de las mesas más cercana al escenario.

-Ustedes siéntense aquí y disfruten del espectáculo, en unos minutos regreso. - Yenna empezó a andar hacia la puerta trasera del escenario.

-Wallace, estas algo extraño desde que entramos.

-No... Solo es que Yenna...olvídalo, nada importante.

Emily volteo a verme directamente a los ojos, buscando encontrar si mi respuesta anterior no tenía la importancia que decía. Puse los ojos en blanco y tomé sus manos por encima de la mesa.

-Tranquila preciosa, de verdad que no es nada importante.

-Sabes que odio que me digan preciosa, y a veces detesto el momento en el que te di permiso de decírmelo, pero sé que al menos tú no lo dices de forma vulgar.


Letras RojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora