Cooper: ¿Eso es un hurón?
Nate: Sí, lo encontramos en el jardín.
Skaar: Lo nombramos Cooper.
Cooper: ¿Por qué Cooper?
Lila: Porque lo encontramos mientras estabas internado y el tío Bucky dijo que era como una señal de que estarías bien.
Cooper: El tío Bucky está chapado a la antigua, si saben eso, ¿Verdad?
Clint: Que no te escuché, le puedes provocar un infarto a alguien a esa edad.
Bruce: Bien, basta de bromas. Te llevaremos a tu habitación, hijo.
Francis: Te dejamos una sorpresa ahí.
Lyra: ¡Iré a buscar el almuerzo que te preparamos!
Cooper había sufrido un accidente casi fatal, estuvo internado por todo un mes con visitas restringidas ya que estaba en terapia intensiva y en coma, Clint y Bruce se turnaban para quedarse en el hospital por las noches y así no descuidar al resto de sus hijos, aunque Kate, Natasha, Tony y Bucky estuvieron ahí para hacerse cargo de ellos sin problema alguno.
El miedo y la angustia desaparecieron cuando Cooper despertó y después fue dado de alta, sus hermanos estaban ansiosos de poder verlo finalmente.
Cooper: En realidad no tengo hambre -hablo antes de que su hermana fuera a la cocina-. Pero me gustaría que descansemos todos juntos.
Nate: ¿Y si lastimamos uno de tus huesos rotos?
Clint: Por eso tiene yeso, para protegerlo.
Skaar: ¿Puedo pintar en el yeso?
Cooper: Eso suena como un buen plan, vamos.
Clint y Bruce ayudaron a su hijo a subir las escaleras ya que tenía la pierna izquierda rota, el brazo derecho roto, un pequeño esguince en el cuello y rasguños por toda la cara.