Demonios & Humanos. [En proceso]

Capítulo 3: Entre luces y sombras.

Sesshomaru organizó un evento donde el cuerpo de sus compañeros fuesen cremados y tratados con honor, después de todo habían peleado valientemente y cada uno de ellos merecía respeto y un buen funeral.

Sentimientos de angustia comenzaron a darse paso atreves de la aparente serenidad en el semblante de Sesshomaru, pensamientos  inquietantes y una creciente curiosidad.

De pronto, un deseo inesperado surgió en el corazón de Sesshomaru: quería volver a ver a la niña depresiva, anhelaba hablar con ella y adentrarse en su mundo de sombras. Intrigado por las emociones negativas que parecían rodearla, sentía que ella podría brindarle un nuevo entendimiento en su búsqueda por comprender las complejidades del corazón humano.

Se preguntaba por qué esa niña parecía ser presa de la tristeza y la oscuridad, y cómo podía encontrar un atisbo de luz en su existencia. El contraste entre su vida en el mundo espiritual y las experiencias que ella enfrentaba en el mundo humano despertaban su curiosidad y anhelo de comprensión.

"¿Qué es lo que aflige a esa niña? ¿Qué la lleva a sumergirse en la oscuridad y la desesperanza?", se cuestionaba Sesshomaru en sus pensamientos. "Quizás su historia me revele un aspecto más profundo de las emociones humanas, algo que aún no he explorado."

A pesar de su naturaleza fría e imperturbable, el deseo de Sesshomaru de comprender y conectar con esa niña iba en aumento. Sentía que ella podía ser la clave para descubrir nuevas facetas de las emociones humanas y, quizás, encontrar respuestas a sus propias inquietudes internas.

"Quizás en su dolor y sufrimiento, encuentre una chispa de esperanza que pueda iluminar mi propio camino", reflexionaba Sesshomaru con una mezcla de curiosidad y determinación. "Es hora de adentrarme en su mundo y buscar una conexión más profunda."

Con esa resolución en su mente, Sesshomaru se preparó para emprender un nuevo viaje hacia el mundo humano, en busca de aquella niña que había captado su atención. Sabía que encontrarla no sería fácil, pero estaba decidido a enfrentar cualquier obstáculo para desentrañar los misterios de las emociones que yacían en lo más profundo de su ser.

Sesshomaru se bajó de su imponente montura monstruo y comenzó a caminar con paso decidido a través del espeso bosque. Sus pensamientos se enredaban en un torbellino de curiosidad y anhelo por encontrar respuestas en el mundo humano.

Finalmente, llegó a la modesta casa de Totosai, donde el anciano herrero lo recibió con una mirada de sorpresa.

"Sesshomaru, ¿qué te trae aquí de nuevo?", preguntó Totosai, notando la determinación en los ojos del poderoso demonio.

"Requiero de tu ayuda una vez más, Totosai", respondió Sesshomaru con voz firme y segura. "Necesito el objeto que me permita viajar al mundo humano por 12 horas adicionales. Hay algo que debo explorar y comprender en ese lugar".

Totosai frunció el ceño y reflexionó por un momento antes de responder. Sabía que Sesshomaru era un ser de otro mundo con capacidades extraordinarias, pero también conocía los peligros que surgían de la interferencia constante de los espíritus en el mundo humano.

"Sesshomaru, debes tener precaución", advirtió Totosai en un tono serio. "La interferencia constante de los espíritus en el mundo humano puede traer consecuencias imprevistas y no siempre positivas. Además, debes recordar que existe una prohibición de relaciones entre mujeres humanas y bestias como nosotros, por varias razones".

Sesshomaru escuchó atentamente las palabras de Totosai, comprendiendo la seriedad de las advertencias. Sin embargo, estaba decidido a dejar claro sus verdaderas intenciones.

"Totosai, quiero que entiendas que no tengo ninguna intención amorosa hacia ninguna humana", afirmó Sesshomaru con una voz llena de autoridad y determinación. "Mi interés en la niña depresiva es puramente experimental. Deseo comprender las emociones que la aquejan y buscar una conexión que me ayude a comprender mejor mi propio ser".