Introducción.

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Sesshomaru, el poderoso ser de otro mundo, se encontraba de pie en lo alto de una colina, observando con desdén el bullicio del mundo espiritual que se extendía ante él. Su expresión era impasible, pero en lo profundo de sus ojos dorados se podía vislumbrar un atisbo de aburrimiento y frustración.

"¿Qué futilidad es esta?", murmuró con desdén. "Estos seres espirituales se aferran a sus trascendentales asuntos, ignorando por completo las vastas posibilidades que existen más allá de este reino."

Suspirando con cansancio, Sesshomaru continuó su monólogo interno. "¿Por qué debo ser yo quien se ocupe de los deberes de un terrateniente? ¿No hay acaso otros seres en este vasto universo que puedan hacerlo en mi lugar? Es una tarea indigna de mi poder y destreza."

Sin embargo, en medio de su arrogancia, algo comenzó a cambiar dentro de Sesshomaru. A medida que sus ojos recorrían el paisaje espiritual, se encontró admirando la belleza y la complejidad de aquellos seres que allí residían. Vio a familias espirituales reunidas, almas en busca de redención y amistades que trascendían incluso la muerte.

"¿Qué es esto?", se preguntó Sesshomaru con cierta perplejidad. "Estos seres, aunque efímeros, parecen encontrar sentido en sus vidas. ¿Acaso hay algo más en este mundo espiritual de lo que yo me he permitido ver hasta ahora?"

Mientras consideraba estas nuevas perspectivas, una voz resonó en su mente, un eco de su propia sabiduría ancestral. "Sesshomaru, el camino de la evolución y el crecimiento no está exento de desafíos. Tu poder y tu conocimiento son un don, pero también te incumbe responsabilidad hacia aquellos que son menos poderosos. El escape no es la solución; debes encontrar tu propósito y contribuir al bienestar de todos los seres, incluso en este reino espiritual".

Sesshomaru frunció el ceño, enfrentando la verdad que le era revelada. Se dio cuenta de que su arrogancia y su deseo de romper las leyes del mundo espiritual eran un intento de huir de su responsabilidad. Comprendió que su verdadero desafío no era escapar, sino encontrar un equilibrio entre su poder y sus deberes.

"Quizás hay algo más que puedo aprender aquí", murmuró Sesshomaru con una nueva determinación. "Si bien este mundo espiritual puede ser banal en ciertos aspectos, también contiene lecciones valiosas y conexiones significativas. Debo abrir mi mente y mi corazón para descubrir mi lugar en este universo y cumplir con mis responsabilidades como terrateniente."

Con paso decidido, Sesshomaru se alejó de la colina, decidido a enfrentar su destino con humildad y sabiduría. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesto a enfrentar los desafíos que le esperaban y, en el proceso, transformarse a sí mismo en un ser más completo y compasivo. 

Demonios & Humanos. [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora