Boquita Linda. Carlukas

dos

Hoy era un día de básquetbol, Alejandro odia ese juego por pequeños motivos, se pone nervioso al tocar la pelota, sus manos tiemblan, y sobre todo la presencia de el molesto Lukas.

Para Alejandro fue un "alivio", el que Lukas no esté su equipo si no que en el contrario, pero aún seguiría viendo su boba sonrisa.

La pelota fue pasada a las temblorosas manos de Alejandro, quien por mero miedo la lanzó al equipo contrario recibiendo criticas de su grupo.

—¡Ey, no le hablen así a mi novio!- gritó  cubriendo con sus brazos a Alejandro.

—No soy tu novio, Urkijo. Déjame jugar en paz.

Todos los presentes rieron en burla por lo sucedido y continuaron jugando, el obeso e irritante profesor los retaria si seguían haciendo cualquier alboroto.

La pelota golpeó el bello rostro de Alejandro, haciendo que sangre salga de su nariz.

—Alumno Urkijo, llevelo a enfermería—ordenó el profesor levantando al herido del suelo.

Rápidamente tomó a Alejandro en sus brazos corriendo por los pasillos llegando a su destino, la enfermería estaba fría y vacía, pareciera que ningún alma había estado allí desde hace tiempo.

Una mujer abrió la puerta de un golpe, algo exagerado para los chicos.

—Acosta al nene en la camilla y vos sentate ahí.

Lukas acepto sentandose a un costado y observando como la enfermera colocaba una curita y algodón en su nariz.

—Listo, ahora cuida a tu novio.

—Si señorita, lo cuidare muy bien.

—¡Vos no sos mi novio, idiota!

La enfermera miro confusa a ambos chicos y los saco de ese aula, no quería que se arme un escándalo de pareja.

Luego de la escuela, ambos chicos se iban casi juntos, eran vecinos.

—¿Por qué me odias?, A Alan o como vos le decís "yankee"_hizo comillas con sus dedos—a él lo tratas re bien.

—El no me quiere besar o invadir mi espacio personal—esa respuesta no era la suficiente para el mayor, por lo cual volvió a preguntar. Alejandro quedó pensando que otra escusa podría dar pero la rapidez de Lukas aprovechó eso para besarlo.

—Parece que te gustó mi beso eh— burló.

—¡Por eso me caes mal, Urkijo!—el chico salió corriendo en dirección a su casa.

Por el lado de Lukas solo tocaba sus labios, pudo besar nuevamente a el chico lindo, no fue uno de los mejores besos ya que no fue correspondido, pero Carlitos nunca negó si le gusto el beso o no.

Sin duda, un logro para Lukas.