Boquita Linda. Carlukas

tres

Otro día más en esa prisión, bueno, así le llama Lukas, ama estar allí si es que está con Alejandro, solo que está vez no asistió.

Era algo extraño ya que Alejandro no falta ni muerto a clases.

Lukas debía prestar atención a la clase de química, pero sus únicos pensamientos eran de cómo estará su chico, si. Su chico de ojos lindos, ya lo proclamaba como suyo.

La profesora llamo su atención quejándose por la fanta de atención a clase.

—Señor Urkijo, si no presta atención a clase reprobara el año y materia...¿Que escribió?

Lukas mostró su hoja indicando que no hizo absolutamente nada, era una hoja en blanco con pequeños dibujos de su chico y corazones que decían “L+A”, “Ale”, “♥️te amo♥️”.

Además de frases dedicatorias a de ojos verdes.

—Urkijo, vaya ya mismo a dirección, está castigado.

Irritado por la situación salió con sus libros en su brazo, odiaba a esa profesora.

Las horas del castigo no eran las mejores ni las peores, al menos podía hablar con Alan, el mejor amigo de el amor de su vida.

Al hablar con Alan podría saber que es lo que hace el de ojos lindos, pero lo malo es que no puede verlo.
Al menos viven cerca.

Ale gei

Eu Ale

Seguís en el castigo?

Y si, tarado

Epaaa, así querés conquistar a mi novio?

Cómo q novio

Quería ver cómo reaccionabas

Te voy a bloqueqr

Fin del chat con 'ale gei'

Soltó su teléfono y rio por las extrañas ocurrencias de su amigo, bloqueó la pantalla del celular y vio que faltaban solo algunos minutos para salir de la institución y poder quizá ver a su ángel de ojitos lindos.

[💚]

Lukas era alguien muy decidido en la vida, alguien con ideas extrañas pero en su mayoría funcionaban, solo que está no fue así.

Entró sin previo aviso a la casa de su enamorado, era algo perturbador encontrar a tu compañero de clase en el marco de tu puerta observandote, pero no le importaba en lo más mínimo a Lukas, solo quería verlo nuevamente para sentir ese cosquilleo en su panza y el rápido palpitar de su corazón.

— Te traje comidita Ale—hablo
acercándose al escritorio de su lindo y alumno un plato en ella.

— ¡Pendejo!, ¿¡Que haces aqui?!, Es mi casa puto.

— Te traje comida, Alan me dijo que te gustan.

— ¡Pero no tenes que entrar a mi casa así!

— ¿Te los comes vos o yo?

— ... Salí que son míos, no te quiero ver.

Otro logro más, pudo acercarse más a Ale con los tips dados por su amigo, sin duda un gran día.