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Era el día libre de Sunghoon, una vez a la semana tenía la oportunidad de terminar sus clases y volver directamente a casa lo que le hacía demasiado feliz aunque no podía expresarlo con alguna mueca u palabra en particular
Lo que más feliz lo hacía no era el hecho de volver temprano a su hogar, sino el que su esposo lo estuviera esperando allí
— Sunoo ya estoy en casa —avisó desde la puerta, siendo sorprendido por el mencionado, quién corrió a recibirlo y se tiró encima suyo
Gracias al trabajo pesado que Sunghoon hacía en las obras donde trabajaba, su cuerpo se había desarrollado naturalmente, obteniendo como resultado músculos bien definidos y el poder de levantar varios kilos
Por eso es que levantar a su esposo, que no pesaba demasiado, se le hacía tan fácil y fue lo que termino haciendo cuándo lo sintió saltar sobre él. Sunoo enrollo sus piernas en la cintura de Sunghoon y beso sus labios a modo de saludo
— Te extrañe hoy —le comentó
Cómo respuesta el mayor le volvió a besar, dándole a entender a su modo que lo mismo sentía y posteriormente a eso, Sunoo le habló
— Tengo algo de lo que me gustaría hablarte —sus palabras causaron curiosidad en su pareja, quién lo miro atentó aún parado en la entrada de su apartamento con el cuerpo ajeno aún sobre él— necesito tu opinión sobre mí cabello
Sunghoon lo miró un momento y cuando obtuvo una respuesta para si mismo, asintió
— Es lindo, tu lo eres
Sunoo sonrió tontamente por la respuesta
— Gracias Hoon Hoon —le agradeció de antemano antes de continuar— pero en realidad quería preguntarte qué piensas sobre teñirlo
El mayor los llevo a ambos al sofa, dejándose caer de espaldas a él, aún con Sunoo arriba suyo, quién se acomodó un poco y se mantuvo agarrado de los hombros de su esposo
— La idea me agrada, pero es tu decisión
Si había algo que Sunghoon siempre le aclaraba a Sunoo, es que él no podía decidir las cosas de la vida ajena, ésto porque Sunoo solía ser muy indeciso y sus preguntas siempre en realidad buscaban aprobación más que una elección
— Lo se, haré lo que quiera al final de cuentas —explico con obviedad, su esposo asintió a sus palabras, conforme con la respuesta— pero tu qué me ves todos los días ¿No podrías decirme que color me quedaría mejor?
— Todos —le respondió su esposo de inmediato y sin meditarlo demasiado
Sunoo se hecho a reír por su respuesta
— ¡Hablo enserio Hoon Hoon!
— Yo también
Entre risas se acercó a los labios de su esposo, besándolo con dulzura, siendo correspondido y creando entre ambos un ritmo lento pero duro para unos besos que se basaron en movimientos de labios, mordidas y la lengua de Sunghoon molestando la boca de Sunoo
Cuando se separaron sonó un potente chasquido que les causó gracia a ambos
— ¿Qué colores tienes en mente? —decidió preguntar Sunghoon, quién entendió que Sunoo quería realmente una respuesta en concreto
Aunque no estaba mintiendo cuando decía que todos los colores le quedarían de maravilla, después de todo Sunoo era tan precioso que sabía que todos lo harían resaltar de distintas formas
Solo la idea de verlo en facetas diferentes lo hacía sentir emocionado, su corazón se sentía cálido por la imagen mental
— Estuve pensando en marrón claro, quizás bordó —le comentó, aún con duda sobre sus ideas
Sunghoon lo miró, dudando un momento, acariciando su cabello y bajando su mano hasta las mejillas del chico bonito que estaba sentado sobre sus piernas
Sonrió con suficiencia cuando lo decidió
— Me gusta el bordó
— ¿Enserio? —el chico asintió— estuve viendo ideas sobre ese color, creó que podría probarlo
— Te quedará muy lindo
— Eso aún no lo sabemos Hoon —le reprochó Sunoo, aún dudoso al respecto
— Yo lo se —afirmó
— ¿Acaso tu lo sabes todo?
Sunghoon negó, causando la risa de su pareja por lo literal que se tomaba todo
— No se muchas cosas —se explicó— pero si se todo sobre mí esposo
Sunoo se rió en su cara al oírlo, porque sabía que bromeaba pero su Hoon usaba ese tono que no parecía broma que lo hacía todo aún más cómico
— ¿Sobre mí? —le preguntó falsamente indignado
Sunghoon sonrió divertido y asintió
— Si, sobre mí esposo osea vos
— Te gusta decirme tu esposo ¿No? —cuestionó al notar lo mucho que utilizaba esa palabra, Sunghoon asintió— que lindo eres
— Tu eres lindo
Dejando su rostro apoyado en el cuello de su esposo, Sunoo suspiró encantado
— Si sigues hablando te voy a comer a besos —le advirtió
Pero más que como una amenaza, la sonrisa del mayor delataba lo mucho que disfrutaba irritar a Sunoo con esas cosas
— Me gusta
— ¿Qué cosa? —dudó extrañado Sun
— La idea —dijo obvio, levantándose con Sunoo aún encima suyo, llevándolos a ambos a su cuarto
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