XIX

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Mew me miró y sonrió…

Sus labios sostienen el centro de un pene que está a punto de estallar. Su mejilla está sumida para aplicar presión y su lengua y su paladar me sostienen y me envuelven de un modo bastante firme. La mirada de mew era demasiado clara en comparación con la indecencia del acto. Mi corazón se sacudió. Yo estaba feliz… Bastante feliz.

Todavía no sé por qué mew me eligió. A veces vuelvo a la realidad y dudo de todo lo que me está pasando hasta pensar que mi vida cotidiana es un sueño… Pero, justo en este momento, no puedo evitar creer que realmente le gusto cuando lo miro y noto que está brillando. No hay duda. Era tan seguro como el hecho de que Mew estaba aquí, tocándome. Puse los dedos sobre su cabeza, cerca de la oreja caliente de mew… Disfruté de la sensación suave de su cabello negro, de la sombra de sus pestañas y de lo hermoso que se veía cuando cerraba los ojos y los abría otra vez. Su expresión me excita ahora más que nunca antes.

Saca mi pene de su boca, recorre toda la base con un dedo y después chupa mi glande con demasiada fuerza… Estaba muriendo de inmediato. Temblando, sintiendo como mis rodillas comenzaban a temblar y a doblarse frente a él. Mew lo sacó de nuevo y comenzó a frotar su nariz, mejillas y labios por todo lo largo como si mi carne fuera dulce. Aplastó suavemente la punta con los dedos y me miró de nuevo para decir: “Gulf… Te amo…”.

Sus labios húmedos se presionan contra la punta antes de tragarlo por completo… Su espalda se arquea y sus dedos se aferran a mi cintura mientras que los míos, temblorosos y débiles, frotaron su mejilla y la piel que estaba sobre sus labios. Al retirar su cabeza mi semen lo manchó… Pero él, con una cara descuidada, lamió las gotas que escurrían hasta desaparecerlas por completo. Justo como un perro.

—Doctor… Más…

En ese momento, todas las palabras que iba a decirle dejaron de estar dentro de mi cabeza. Abre la boca, estira la lengua, se sacude y se aferra a mi entrepierna como si necesitara probarme otra vez… Parece que no tuvo suficiente así que chupa, cierra los ojos de nuevo y después suspira. Ya es el límite.

Definitivamente no puedo soportarlo más. Quiero hacer que este cuerpo me pertenezca solo a mí. Quiero que tenga a mi hijo adentro. Lo empujé hacia abajo, sobre el frío suelo de la cocina… Estaba tan desesperado que casi rasgué su ropa en lugar de solo bajarla.

—Ah…

Los bóxers grises de mew estaban tan mojados que incluso cambiaron de color. Las secreciones corren por su muslo, su pene palpita y su abdomen parece palpitar también. Mew solo llevaba una camisa bastante fina cubriendo la parte superior de su cuerpo. Extendí ambas manos al lado de su cara y lo sujeté como si fuera un niño al que intentaba explicarle algo importante. Él me miró avergonzado, con los ojos completamente abiertos.

—¿Qué pasa…?

Solo quería sujetarte porque te veías increíblemente perfecto hace un momento… Pero es claro que no puedo darme el lujo de explicarlo bien ahora. Me concentré entonces en sus pezones, los que eran claramente visibles bajo la tela que se arremolinaba a lo largo de sus fuertes líneas corporales… Pude ver que estaban afilados. Ahora está en pleno calor. Como yo Esa imagen fue suficiente para hacer que mi cuerpo temblara como una hoja de papel.

Levanté las rodillas de mew hasta el tope para dejar su área púbica toda expuesta. Estaba realmente tan húmedo que incluso las mujeres podían tenerle envidia. Es un cuerpo solo para mí, un agujero solamente mío… Ajusté la punta de mi pene con una mano. Su ano ya me conocía así que me aceptó simplemente aplicando la fuerza necesaria… El toque de sus membranas mucosas, las que frotan directamente mi pene por primera vez, se siente tan increíble que parece ser incomprensiblemente peligroso. Me metí más profundo, lo toqué y lo embestí varias veces porque era insoportable. Era horriblemente insoportable. Un calor cruel que me estaba volviendo loco.

me enamoré de él....(mewgulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora