•00•

145 20 1
                                    

»»———— ᴘʀᴏ́ʟᴏɢᴏ ————-««

La madre de Renjun tenía una acaramelada debilidad hacia Jaemin.

Siempre lo consintió y le regalaba dulces a escondidas. Ella creía que Jaemin carecía de cariño, pero la realidad era que no.

Incluso Renjun pensaba que toda su familia quería a Jaemin más que a él. Renjun siempre pensó que el chico era demasiado consentido para ser el hijo de la amable niñera.

Los hermanos de Renjun estaban encantados con la llegada de Jaemin, escondido tras la falda de su mamá con su nariz roja y sus ojos hinchados debido al llanto.

Renjun sabía que la presencia del nuevo chico significaría problemas.

El día de la llegada de Jaemin se sintió como un nuevo nacimiento, todo giraba a su alrededor, todos estaban atentos a él:

Si Jaemin tenía hambre, la cocinera de la casa le preparaba algo para comer lo antes posible.

Si Jaemin quería jugar, mis hermanos se organizaban para entretenerlo.

Todo lo que Jaemin deseara, estaría ante él en menos de lo que se demoraría en pestañear. Mientras que Renjun, lentamente era abandonado entre todas las miradas atentas y las sonrisas cálidas que eran dedicadas a Jaemin.

Renjun nunca imaginó una infancia más aburrida como la que le tocó vivir.

A pesar de que la amable mamá de Jaemin estaba allí para cuidar de los niños, su hijo era el personaje principal.

Jaemin era amable, tierno, cariñoso, humilde, adorable, risueño con una enorme sonrisa y muchas más tonterías que la gente pensaba sobre él.

El chico se había robado el lugar de Renjun en su propia familia y lo que más lo entristecía, era que a nadie le importaba.

Por eso Renjun lo odiaba.

Era ridículo, le decían sus amigos, porque nunca le faltó nada material. Pero lo que Renjun anhelaba era cariño, sentirse valorado y especial por su familia. Dejar de ser alguien invisible.

No obstante, era realmente difícil destacar:

Su hermano mayor, Mark, estaba estudiando economía para ayudar a su papá en su trabajo. Y Jisung, su hermano menor, era tan tierno y dulce como un caramelo y el chico más sociable que haya existido.

En cambio, Renjun era el que sacaba calificaciones aceptables, el que no ganaba ningún premio en la escuela, el que nunca conseguía nada por él mismo.

Simplemente, Renjun se sentía nadie.

Con el pasar de los años, llegó a creer en esa era la razón por la que su familia trataban y atendían a Jaemin como a su propio hijo.

Para cuando Jaemin cumplió dieciséis años le organizaron una fiesta, en donde invitaron a los amigos de Jaemin y algunos amigos de la familia a un local que arrendaron.

Fue simplemente asombroso, hubo fuegos artificiales y los padres de Renjun le regalaron un auto para que cuando cumpliera sus dieciocho años y obtuviera su licencia de conducir.

Para cuando Renjun cumplió dieciséis años, 7 meses desde el cumpleaños de Jaemin, lo regañaron por reprobar matemáticas y lo inscribieron a una escuela de verano, donde sufrió por 2 meses con chicos que no podían parar de calcularlo todo.

Lo único bueno que consiguió ese verano, fue conocer a Yeonjun y a Beomgyu, los únicos que también fueron obligados a asistir a esa escuela por reprobar alguna materia.

Y cuando todo se complicó, fue cuando Jaemin celebró su decimoctavo cumpleaños y los padres de Renjun decidieron realizar algo más íntimo.

Una pequeña reunión entre la familia de Jaemin y la de Renjun.

La madre de Jaemin seguía trabajando para la familia de Renjun. Jisung teniendo quince años, aún era considerado como un bebé por su mamá.

El hermano de Jaemin, Jeno, viajó desde Londres hasta Seúl para estas fechas. Jeno a diferencia de su hermano, a Renjun le agradaba.

La mamá de Renjun había mandado a hacer un enorme pastel de crema y chocolate. La casa fue decorada con flores y sus padres estaba susurrando cosas a Mark con una actitud sospechosa.

Ya en la noche, después de una cena especial que organizaron para Jaemin, los padres de Renjun se pusieron de pie y levantaron sus copas para proponer un brindis. Dieron un eterno y aburrido discurso de lo mucho que querían a Jaemin y que era considerado como uno más de la familia.

Fue ahí, cuando la madre de Renjun comenzó a emocionarse y a soltar algunas lágrimas por la felicidad, Mark no dejaba de sonreír. Los padres de Renjun se miraron entre sí, como si estuvieran a punto de revelar algún secreto.

Pero más que revelar un secreto, fue revelar la condena de Renjun.

– Y por todo ese cariño que te tenemos, Jaemin –Dijo el padre de Renjun con un radiante traje negro que fue escogido minuciosamente para esta ocasión.– Queremos que formes parte de manera oficial en esta familia, así que este será nuestro regalo de cumpleaños, la mano de nuestro querido Renjun.

»»————- ☃️ ————-««

Cásate ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora