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Hablemos primero de lo que es lo más normal en la mayoría de los seres humanos con un corazón funcional... El primer amor.

Ese tema tan cliché en el cual basan tantos libros, películas y series, pero que en la practica es mucho más complicado que un inicio enredado, un desarrollo tragico y un final de cuento de hadas. 

Hablémoslo desde la perspectiva de alguien que paso 18 años de su vida (por decir algo), enamorada del amor. De ese amor lindo de las princesas de Disney, ese romance de los libros, y ese amor verdadero de las películas. 

La perspectiva de una personita que no sabe ni la o por lo redonda en cuanto a quien es ella, y que mucho menos sabe nada sobre enamorarse de alguien, peor aún, de amar a alguien. 

Pero... tengamos un poco de contexto. 

Año 2022, mes de Agosto, día 16. 

Todos los días del año anteriores a ese 16 de agosto solo pasaba por mi mente el concentrarme en crecer. Convertirme en ese adulto responsable que se supone que debía ser, mis recién cumplidos 18 años de vida no me habían dado la perspectiva suficiente sobre ella... la vida. 

Y la verdad es... que es caótica. 

Sobretodo para alguien que a pesar de haber tenido varias experiencias nada adecuadas para su edad (para ninguna edad en realidad), vivía en una burbuja de emociones. Una burbuja que la aislaba por completo de ese mundo real en que todos se desenvuelven pero en el que nadie quisiera vivir. 

Burbuja que de un momento a otro solo se rompió, dejando pequeñas gotas de agua como rastro... algo que de nada servia. No aprendes a nadar en gotas de agua, necesitas sumergirte en una profundidad lo suficientemente grande como para querer luchar por tu vida al punto de aprender a hacerlo. 

Nadar o morir... Aprender a vivir o solo... existir. 

Yo no sabia hasta ese momento que podías estar solo existiendo... y que vivir no es lo mismo que estar vivo... que sentirse vivo.

Ni siquiera se si lo tengo claro ahora. 

Pero se hace el intento ¿o no? 

Creo que me desvié un poco del tema central.

El primer amor... ese que marca para siempre y dura tan poco. 

Pese a que en mi memoria tengo frescas muchas fechas no podría decir con exactitud en que momento me enamore de él, solo se que para cuando me di cuenta ya estaba metida en el mar con el agua hasta el cuello... a nada de ahogarme. 

Como dije antes, todo empezó con un hola, seguido de uno igual acompañado de un ¿cómo estas? 

16 de Agosto del 2022... Un evento canónico si me lo preguntan, no podía evitarse. Sería el día en que comenzaría un viaje sin retorno y que fijaría un precedente por el resto de mi vida... no sabia que el primer amor podía marcarte hasta el punto de convertirse en una sombra detrás de ti... algo que siempre venia a colarse. Ningún amor sera como ese... porque es el que enseña a amar, supongo. 

Un dato algo importante de mi para poder entender este enredo que trata de convertirse en historia, es que me guió más por conexiones que por otra cosa... y por alguna razón y de alguna manera entre el sujeto I y yo esa conexión surgió como la espuma del champan, a gran velocidad y burbujeando. 

Ese hola se convirtió en conversaciones hasta las tres de la mañana que seguían al día siguiente como si no se hubieran terminado. Se convirtió en un buenas noches antes de dormir y un buenos días al despertar. Se convirtió en apodos, en historias, en reflexiones, en secretos, en anécdotas. 

Ese hola se volvió en compartir... compartir miedos, compartir anhelos, en compartir sueños y metas... que más tarde se copartirián. 

Ese hola se transformo en un me caes bien, en un nunca había conocido a alguien como tu, en un no había tenido una conexión así con alguien. 

Pasamos de un hola a un te quiero, de un te quiero a un te amo. 

¿Como? ¿En qué momento? No lo se, solo se que paso, y que fue lo más real que he vivido. 

En cuestión de días se volvió en mi amigo. En unas pocas semanas era mi mejor amigo, nadie como él. Y aunque vez tras vez me negué a aceptar  lo obvio y me repetía con cada mensaje y con cada sonrisa que no era así... termine aceptándolo, como un enfermedad de la que no te puedes librar  solo te queda afrontarla. 

¿Cómo me di cuenta? 

Cuando esos sencillos mensajes de buenos días y buenas noches se volvieron una necesidad, un anhelo. 

Cuando era lo ultimo en lo que pensaba al ir a dormir y lo primero al despertar. 

Cuando me dijo esa frase que marco tanto mi corazón por todo el contexto que la rodeaba... cuando dijo que yo era una en un millón, única como esa luna que ambos nos encantaba tanto, cuando quise guardarla por siempre para mi, como si me perteneciera. Como si esas cuatro palabras hubieran sido creadas y dichas solo para mi, pensadas, sentidas y dichas solo para él y para mi. 

Cuando quise hacerlas parte de mi vida, de mi pequeño lugar de mundo, de mi lugar seguro. Cuando las incluí en las paredes de mi habitación, ese cuarto que era tan mio, que desprendía mi esencia y todo lo que me representaba marcado por todas partes, algo tan privado e intimo como ese lugar.

Supe que me gustaba cuando una madrugada me levante de la cama y las pinte en mi pared, en ese lugar donde es imposible no verla, como un recordatorio diario de algo especial que nunca va a desaparecer. 

Lo primero que hice a la mañana siguiente fue mandarle una foto, deseando que viera, entendiera y sintiera todo lo que ese pequeño gesto de su parte había significado para mi... quería que viera como había marcado mi vida con su mera presencia, y que agradecía su llegada a mi vida. 

No puedo olvidar una de esas noches en las que la madrugada era eterna y estaba llena de palabras y recuerdos. De alguna manera terminamos teniendo esa conversación, era solo un juego pero... algo de eso, fue real. 

Una madrugada en que nos dejamos llevar por la imaginación y por ese " y si" que siempre inundan la mente. Nos permitimos romper esa barrera entre la amistad y esa posibilidad de un algo más... Por unos pequeños instantes de esa madrugada nos imaginamos como seria el decirle al otro que los sentimientos habían cambiado, como seria si me pidiera ser su novia... y nunca se lo dije pero, esa fue la mejor propuesta de todas, aunque no fuera real. 

Y el no poder dejar de pensar en ese suceso en definitiva tuvo como consecuencia un cambio... cambio por el cual comenzaron las preguntas. 

¿Estas bien? ¿Qué pasa? 

Preguntas que tuvieron como resultado mi segundo error, (porque el primero fue permitirme sentir algo para lo que no estaba lista), decirle lo que pasaba. 

Me gusta alguien. 

Una frase, tres palabras, catorce letras.

Que dieron paso a lo irremediable (pongamos algo de drama, como si no bastara ya) 

Quienes lean esto ya sabrán como termina.

Tiempo después entendí eso que decían... no le digas a un chico que te gusta, aun no entiendo del todo bien el contexto de esa frase pero, al menos en esta ocasiona tenia razón. 

Mucha razón. 


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⏰ Última actualización: Jun 28, 2023 ⏰

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