Querida Leia:
Si estas leyendo esto quiere decir que ya eres mayor, primero de todo felicitarte por tus 18 años, siento no poder estar a tu lado ni con tu hermana, perdón por no despertaros cada mañana ni cantar con vosotras al son del piano de Aria, perdón por no haberte explicado nada.
Se que en estos momentos no entenderás nada y estarás culpándote por ello, por eso déjame decirte que te equivocas.
Como habrás visto desde tu decimoctavo cumpleaños las cosas han cambiado, yo ya no estoy, pero créeme cuando te digo que volveré, confío en ti.
No puedo extenderme mucho ni explicarte que es lo que pasa y el porque de mi desaparición solo puedo decirte que como te habrás dado cuenta algo a cambiado en ti.
Por favor Leia no te duermas, por favor.
Se que es difícil de entender, pero estoy segura de que lo intentarás, como he dicho confío en ti, y por eso, hoy viernes 17 de julio casi al anochecer te escribo, porque aunque entre lagrimas y casi sin fuerza para decirte adiós quiero ayudarte en todo lo posible y se que cuando estés leyendo esto ya no estaré contigo.
Se que ahora mismo te sentirás sola, peo no lo estás.
Supongo que te preguntarás que hacer y aunque no pueda responderte a esa pregunta si puedo ayudarte, bueno mejor dicho el puede ayudarte, se llama Caleb tiene 20 años y aunque no lo conozcas te ayudará en todo lo posible y te podrá explicar mejor el porqué de todo esto.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío te queme aunque el miedo muerda.
Pd: Cuida de Aria.
"no te rindas, por favor no cedas, aunque el frió queme aunque el miedo muerda"
Esa frase me erizó el bello y hizo que un escalofrío helara mis huesos, no entendia nada.
¿Quién era Caleb? Cómo iba a localizarle? ¿Por qué mi propia madre no podía darme explicaciones?
Demasiadas preguntas y ni una sola respuesta, pero de una cosa estaba segura, no podia dormirme.